1. Nos reafirmamos en la denuncia y la condena de la invasión de una potencia nuclear como es Rusia a un país soberano como es Ucrania. La clase trabajadora es la principal perjudicada en todas las guerras.

2. El ultranacionalismo de Putin, actualmente máximo líder en Rusia, es el espejo en el que se han mirado y se siguen mirando las extremas derechas europeas. El modelo ideológico que encarna Putin es el de las fuerzas reaccionarias en todo el mundo.

3. Izquierda Unida defiende la Paz y una solución dialogada al conflicto. Las escaladas belicistas son una grave amenaza para la convivencia, y denunciamos el fervor militarista que está llevando a cabo la Unión Europea con sus discursos públicos y con el envió de armas, incluyendo España. El papel de la Unión Europea y de España debe ser, muy al contrario, el de mediar y facilitar la paz.

Reivindicamos la reflexión política y el papel que está desplegando las Naciones Unidas en estos momentos, y nos sentimos reflejados en la resolución de condena a la invasión rusa y que fue votada favorablemente por 141 países.

4. Esta es una guerra que involucra a una potencia nuclear, lo que obliga a redoblar los esfuerzos para preservar la vida de los ciudadanos de la región afectada pero también los de todo el planeta. Todos los cargos públicos de IU están comprometidos con la búsqueda de un acuerdo de paz, instando a las instancias correspondientes a realizar los esfuerzos necesarios para desescalar el conflicto y abrir vías de diálogo y negociación.

5. Izquierda Unida nació en 1986 al calor de las movilizaciones por la paz y contra la OTAN, en el contexto de un mundo con una guerra fría y amenazado continuamente por una escalada belicista. Aquellos valores y principios son hoy más necesarios que nunca, cuando vemos de nuevo cómo el sufrimiento humano provocado por las guerras se extiende por Europa. Desde Izquierda Unida exigimos a las instituciones europeas y a España un compromiso firme en la solidaridad con los refugiados de esta guerra, tal y como siempre hemos mantenido para el resto de los refugiados por otras causas.

6. Denunciamos asimismo que el fervor militarista está sirviendo como coartada para restringir más derechos civiles en países de la Unión Europea, al tiempo que se está normalizando el racismo en forma de rusofobia que amenaza la convivencia con personas de aquel país y niega la elevada aportación cultural de las artes rusas. Reivindicamos una justa diferenciación entre el pueblo ruso y el régimen de Putin, el cual está reprimiendo y censurando a quienes se manifiestan en favor de la paz y en contra de la guerra.

7. Las consecuencias económicas y sociales van a ser muy severas también para los países de la Unión Europea. La fuerte dependencia energética respecto de los combustibles fósiles, gran parte procedentes de Rusia, así como la dependencia de otras materias primas como los minerales o determinados alimentos, elevará sobremanera los precios de productos indispensables para las familias trabajadoras de todo el mundo. Los países en vías de desarrollo tendrán que lidiar con el encarecimiento de estos precios al tiempo que sufren las consecuencias del cambio climático y, en particular, de las sequías. En España los precios se elevarán sobre unos niveles ya muy altos y tensionados en los últimos meses. Ello requiere que tanto en el sector energético como en el sector primario el Gobierno sea valiente y tome decisiones drásticas para evitar que la crisis económica haga mella en las ya maltrechas finanzas de las familias trabajadoras.

8. Izquierda Unida cree necesaria la movilización en defensa de La Paz, para ello impulsaremos acciones institucionales y movilizaciones en el conjunto del Estado.