Recientemente, los días 2 y 3 de Junio, se han celebrado en la Universidad de Granada, con implicación del Rectorado, unos actos de Memoria colectiva, histórica y/o democrática que han servido para recordar a lxs estudiantes (y a otrxs opositorxs al régimen franquista) que sufrieron represión por sus ideas y por sus actividades que pretendían alcanzar las libertades democráticas que estaban negadas.
Y quizás sea el momento oportuno para señalar que cuando hablamos de rescatar y valorar la memoria, nos referimos no sólo a la emoción de recordar un pasado lleno de buenas intenciones sino a una experiencia política que debería alimentar la resistencia y la alternativa al enorme peligro que supone el belicismo hoy imperante, no pocas veces disfrazado de «defensa de los derechos humanos» o invocando propósitos «humanitarios». También nos parece necesario denunciar la violencia de pensamiento, palabra y obra contra los valores democráticos que, hoy como ayer, defendemos porque siguen siendo imprescindibles para los que queremos vivir a salvo de las amenazas de este momento político crucial, en el que la crisis sistémica del capitalismo avanza en una fase que el poder económico aprovecha para consolidar y profundizar el marco neoliberal impuesto.
Lola Ruiz, Enrique Ruano y Francisco Sauquillo, militantes antifranquistas
Queremos, pues, honrar la memoria que no sólo mantiene la sentimentalidad del recuerdo sino la identidad de un tiempo político y social que hay que seguir valorando y relacionando con el presente para que la experiencia de ayer sirva para entenderlo y para conseguir un futuro en el que la memoria de aquellos estudiantes antifranquistas no se quede petrificada en una placa conmemorativa. Hagamos que la piedra hable.