Encarnar la voz de un poeta como Luis Cernuda sería para cualquier actor que se precie un reto indudable de su carrera. Para mí como amante de la poesía y cantaor flamenco no ha sido menos. Ya me resultó una sorpresa enorme que el director Adolfo Dufour, al que tengo una gran admiración por películas como Septiembre 75 o Lo posible y lo necesario, me propusiera que pusiera voz al poeta sevillano de la Generación del 27. La sorpresa pronto se tornó en responsabilidad pues mi papel no era cualquiera, mi voz iba a estar sostenida en toda la película, junto a otras voces más veteranas y evocadoras…Así que sin dudar con la ilusión del novicio y con sus lógicos temores, me lancé al estudio y la interpretación de mi papel. Aquellos dos días en el estudio de grabación de Acrola, la asociación cultural de la urbanización Rosa Luxemburgo, fueron muy divertidos y llenos de aprendizaje. Pude aprender directamente bajo la dirección de Dufour de cómo debía defender mi voz. Y el gran sonidista Enrique Saavedra que en todo momento marcó su impronta profesional en el desarrollo de la grabación. Un trabajo que siempre quedará en mi memoria y que espero que no sea el último en el cine. Y para sorpresa de muchas personas, me reconocerán también interpretando un pequeño papel en una secuencia de amor o incluso al propio Cernuda en unos segundos donde aparece el poeta vestido del personaje que interpretó en Mariana Pineda de García Lorca. Solo espero que mi voz haya servido para un proyecto colectivo como es una película y que este gran poeta, cada vez más leído, se le conozca por su vida y por su obra, por sus sueños y por sus hechos. Un poeta que amó a su pueblo y que luchó por su libertad y que nunca volvió del exilio. Ahora lo traemos de nuevo aquí, para que podamos abrir nuestras mentes y nuestros corazones a su poesía y a su vida llena de valor y autenticidad.
Ser la voz de un poeta, difícil sueño cumplido
