Al cumplirse dos años de su gestión, el presidente Luis Arce Catacora, afirmó este martes durante su informe ante la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que, a pesar del contexto internacional adverso y gracias al Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), Bolivia muestra un crecimiento importante y sostenido.

Arce indicó que el país hace especial énfasis en el área productiva y dinamiza la demanda interna, “lo cual propicia la estabilidad económica de que ahora goza la población” y que es motivo de admiración y estudio por parte de la comunidad internacional.

“En este camino y teniendo en cuenta el contexto internacional adverso por el que atravesamos, podemos destacar con mucha satisfacción, una Bolivia con indicadores macroeconómicos, de pobreza y desigualdad muy favorables”, sostuvo.

De acuerdo con datos de Arce, con la recuperación de la democracia y resultado de las diferentes políticas de reconstrucción económica y productiva, el crecimiento económico fue de 6,1% en 2021 y de 4,1% el primer semestre de este año. “Estas altas tasas de crecimiento económico muestran que la economía boliviana está remontando los efectos negativos de las políticas recesivas del gobierno de facto y de la pésima administración de la pandemia”, remarcó.

Arce afirmó que en la gestión 2020, durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez, se registró la contracción económica más profunda de la historia de Bolivia, sólo comparable con la crisis de mediados del siglo XX.

Aseveró que la evolución positiva del PIB es atribuible al sector productivo, comercial y la manufactura. El Modelo Económico Social Comunitario Productivo, a diferencia del modelo neoliberal, está comprometido con la justicia social. El crecimiento económico, que posibilita la generación de excedentes, no se dispone sólo para la reinversión, sino también para la redistribución del ingreso mediante las políticas sociales como el incremento salarial y los bonos sociales para la población en situación de vulnerabilidad, resaltó.

En 2021 la pobreza moderada fue de 36,3% y la pobreza extrema de 11,1%; que fueron “los registros más bajos en Bolivia” desde 2005. La desigualdad, medida por el índice de Gini, fue de 0,42 el año pasado.

(*) Fuente: Agencia Boliviana de Información, TeleSUR