El Partido Comunista de España tiene como uno de los pilares ideológicos el feminismo porque quiere cambiarlo todo. Queremos acabar con todas las desigualdades: de clase y de género. Para ello no basta con acabar con el sistema capitalista, sino también con el patriarcado que consolida roles y estereotipos que culturalmente subordinan a las mujeres.
La revolución cubana nos puede enseñar mucho de ello, especialmente la larga trayectoria de nuestras compañeras de la Federación de Mujeres Cubanas. Fidel expresó en 1966 que el fenómeno de las mujeres en la revolución, era una revolución dentro de otra revolución.
Nosotras entendemos que el feminismo debe ir abrazado a la lucha de clases. El feminismo de clase, el que consideramos realmente revolucionario, el que quiere cambiarlo todo.
Existe una trayectoria feminista en España que nos precede y de la cual nosotras somos también herederas. Las comunistas sembramos el germen del actual movimiento feminista cuando organizamos las mujeres antifascistas y más tarde el Movimiento Democrático de Mujeres, un espacio plural e interclasista, que se acabó disolviendo en los años 80, junto a la parálisis del Movimiento Feminista por las diferencias que se generaron en él.
El feminismo de clase es el feminismo revolucionario. El MDM es una herramienta para articular la pluralidad en torno a él
Las comunistas seguimos en las calles y en las instituciones defendiendo nuestros derechos y recuperando conquistas, mientras que el movimiento feminista como generador de cambios que fue durante la transición quedó muy tocado. El movimiento feminista se institucionalizó y se sectorizó en temáticas y territorialmente. Algo tan obvio como “El divide y vencerás”.
La reconstrucción del MDM y el 8M
Pronto cumpliremos 10 años, desde que el área de feminismo del partido, -entonces Secretaria de Mujer- reconstruimos el MDM. Nuestra percepción de la realidad y la estrategia no era desacertada cuando lo planteamos en 2013. Queríamos impulsar un espacio plural e intergeneracional con el que organizar a las mujeres para dar respuesta a los problemas y soluciones a las necesidades de la vida cuotidiana. Poniendo en valor la propia vida podríamos generar contradicciones y toma de conciencia.
Realmente creo que fuimos avanzadilla de lo que ha sido más tarde el 8M. Las comunistas hemos formado parte del 8M desde su inicio, aportando la perspectiva de clase y contribuyendo a su carácter anticapitalista. Nos hemos implicado en todos los encuentros estatales, en la coordinación y en comisiones de diferentes territorios y localidades. Hemos impulsado 8M allá donde no existía y hemos hecho de pegamento siempre que hemos podido.
Seguimos apostando por mantener y reforzar el 8M porque estamos convencidas de que el feminismo puede cambiarlo todo.
El problema es que no solo nosotras lo sabemos, también lo saben los que no lo quieren cambiar, los partidos neoliberales y los poderes empresariales, que financian o promueven corrientes de opinión y exacerban las diferencias que hemos tenido siempre en el Movimiento Feminista.
Las comunistas tuvimos diferencias a la hora de plantear para que servía el MDM si ya estábamos dentro del movimiento feminista y en las diferentes plataformas. Pero ahora lo tenemos muy claro, es una herramienta que puede unir una pluralidad que comparte los mismos posicionamientos de un feminismo de clase. Desde el 8M tenemos que dejar fuera ciertos posicionamientos para evitar dividirlo y no debilitarlo, pero el MDM nos sirve para crecer en ellos e ir ganando hegemonía.
El MDM nos sirve para llegar a las mujeres en los pueblos y en los barrios donde el movimiento feminista no llega por la desinformación interesada de los que defienden sus privilegios. Ese típico discurso, de que feminismo es igual a machismo, pero al revés. Tenemos que deconstruir estas ideas falsas del feminismo desde la propia toma de conciencia.
El MDM nos sirve como plataforma a partir de la cual impulsar redes y hacer alianzas internacionales, a través de la FDIM y otras plataformas de mujeres antiimperialistas y anticapitalistas o en la asamblea feminista del foro de izquierdas, progresistas y ecologistas de Europa. Porque en un mundo global donde las recetas son globales, las mujeres debemos sumar para defender nuestros derechos y avanzar.
En un mundo global donde las recetas son globales, las mujeres debemos sumar para defender juntas nuestros derechos.
Porque en el mundo global existe la amenaza imperialista con el rearme de la OTAN, la provocación de conflictos, las injerencias y bloqueos en contra de la soberanía de los pueblos. El cambio climático promovido por la avaricia y un sistema capitalista suicida. En este mundo globalizado, las mujeres somos las más vulnerables y las que seguimos manteniendo la vida. Lo demostramos en la pandemia. Nosotras que ponemos en valor la vida, queremos la Paz en el mundo y nos oponemos a las guerras y al militarismo. La solución de los problemas desde el feminismo es el dialogo.
Nuestros principales retos y líneas políticas
Debemos seguir tensionando el movimiento feminista para que desde él se siga orientando la acción de gobierno y para continuar aumentando las contradicciones que nos permita ir generando la conciencia necesaria para cambiarlo todo.
Poner la vida en el centro implica abolir todo aquello que no cuida, que explota, discrimina, violenta y mata para promover todo aquello que cuida la vida de las personas y del planeta.
Por ello tenemos que abolir una de las explotaciones más antiguas que sufrimos que es la prostitución a la que no se pueden disociar la trata, la explotación sexual y la pornografía. Porque quien busca prostitución busca violar pagando, porque la prostitución lucra a una de las mayores fuentes de ingresos de la delincuencia internacional que es la trata para explotación sexual y porque la pornografía es la escuela de las violaciones, donde se enseña a los jóvenes a ser puteros y aprenden la subordinación de las mujeres para el placer masculino.
Para cambiarlo todo es necesario abolir la dinámica neoliberal de que todo con dinero puede comprarse, como la compra de bebes y la situación de esclavitud a la que se encuentran sometidas las mujeres víctimas de la explotación reproductora. La vida no puede ni debe comprarse.
Queremos una vida libre de todas las violencias porque queremos cuidar y ser cuidadas.
Tenemos que seguir denunciando la violencia institucional y de la judicatura que seguimos sufriendo las mujeres.
Ni falsos Síndrome de Alienación Parental, ni imposiciones de custodia compartida. Ni queremos que la justicia siga cuestionándonos ante violaciones y violencias machistas. Queremos una justicia feminista que respete los derechos de las mujeres, que nos defienda y no nos acuse y criminalice ante maltratadores, violadores y acosadores. Que defienda los derechos de nuestros hijos e hijas porque un maltratador nunca puede ser un buen padre.
Superar la situación de subordinación que sufrimos las mujeres es fundamental. Somos las proletarias del mundo y las sobrexplotadas, las víctimas de la precariedad laboral, de la brecha salarial y de las pensiones injustas, las responsables de unos cuidados que repercuten en nuestras carreras profesionales y que no se les da ningún valor social ni económico.
Apremian las alianzas y la coherencia
Las comunistas tenemos que denunciar y explicar para concienciar y tenemos que organizar para movilizar.
Tal como aprobamos en nuestro XXI congreso del PCE tenemos que trabajar para que el movimiento feminismo siga tensionado y se frene el avance de la extrema derecha. Hemos visto como en Italia la alianza de la extrema derecha crece, también en Hungría, Polonia, Italia, Suecia, Francia y con ello peligran nuestros derechos y conquistas. Vamos a estar atentas y a la ofensiva. En España también es una amenaza real que puede poner en jaque nuestras conquistas y nuestros derechos.
El PCE será feminista cuando cada una y uno de sus militantes lo sean.
Las comunistas tenemos que sumar alianzas en todos los frentes que podamos, cohesionando en un mismo sentido para cambiarlo todo pensando en un mundo en el que la economía gire en beneficio de la vida de la gente, de la vida del planeta y no de los mercados, de los bancos, de unos pocos.
Las comunistas aunamos esfuerzos con nuestras compañeras en la Red de Activistas feministas de IU, en el Movimiento Democrático de Mujeres como herramienta que nos permite también sumar en la solidaridad y el internacionalismo como organización federada a la Federación Democrática Internacional de Mujeres.
Tenemos que actuar en coherencia para que el PCE, que se define feminista por su programa congresual, pase a ser feminista porque cada uno y una de sus militantes y dirigentes lo sean.
(*) Secretaria Área de Feminismo PCE