El 27 de noviembre de 2017, el Ayuntamiento de Málaga, en la comisión de Derechos Sociales, aprobó por unanimidad cambiar el nombre de la avenida Carlos de Haya por el de avenida 4 de diciembre de 1977, lo que era un paso importante en el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
Por desgracia, fue flor de tres días, pues, en el pleno del Ayuntamiento que se celebró el 30 de dicho mes, el Partido Popular y Ciudadanos se retractaron y votaron en contra de este avance democrático. Su cambio de opinión no pasó desapercibido ni para la prensa ni para una ciudadanía que se preguntaba cómo era posible que estos partidos prefirieran llamar a una avenida de Málaga con el nombre de un aviador fascista que con el del día que dio pie a la conquista de autonomía por parte del pueblo andaluz.
La fobia a la autonomía andaluza que profesa el Partido Popular, por mucho que ahora mismo la gobierne, dio lugar a que un mes después, también en la comisión de Derechos Sociales, a propuesta del grupo municipal de IU-Málaga para la Gente, se llegara al acuerdo, esta vez solo con los votos en contra del PP, de darle a la calle en disputa el nombre de Camino de Antequera, con lo que se logró eliminar del callejero de Málaga una de las muchas vías con nombre fascista a las que aún da cobijo.
Aquello parecía una victoria definitiva para la democracia y la Memoria Histórica, pero no, el Partido Popular no iba a cejar en su empeño de rendir gloria y honores al aviador fascista y, cinco años después, cuando aún no se ha hecho efectivo el cambio de nombre, ha decidido encargar un estudio para desvincular a Carlos de Haya del régimen franquista, sugiriendo que los honores que lo hacen merecedor de una calle no están en su actividad durante la Guerra Civil, sino en su labor de aviador, como si del tercer hermano Wright se tratase.
Este informe, encargado por el Área de Cultura, hoy en manos de Noelia Losada de Ciudadanos, y del que se desvincula la Universidad de Málaga en general, y el Departamento de Historia Moderna y Contemporánea en particular, escrito por el doctor en Historia Israel David Medina Ruiz, aduce que «no se ha encontrado ninguna información que haga sospechar que Carlos de Haya participó en el alzamiento militar» y que su nombre en la vía que conduce al Hospital Regional se debe únicamente al hecho de ser «un importante aviador e inventor».
Este artículo podría centrarse en la idoneidad, para obtener ese informe, de acudir a un doctor en Historia que escribió su tesis sobre «El anticlericalismo en Málaga durante la Segunda República (1931-1936)». También podría centrarse en que el Partido Popular lleva cinco años secuestrando la memoria histórica en Málaga, como si del Consejo General del Poder Judicial se tratase, o, también, en que el Área de Cultura pretende que sea el Tribunal Supremo quien decida el nombre de la vía, saltándose acuerdos institucionales que tenían el consenso de los vecinos y vecinas de la zona y de las asociaciones memorialistas. Incluso podría versar sobre las vinculaciones con el franquismo del partido fundado por ministros de Franco o sobre un callejero malagueño muy mejorable, pero se centra en la reescritura de la Historia.
Y es que la Historia es un arma, ya que nuestra comprensión del pasado afecta a nuestro presente, por lo que no cabe duda de que la Historia es una cuestión política que está en continua disputa. No podemos entender nuestro presente sin atender a nuestro pasado. Solo hay que acudir a Karl Marx en El 18 de Brumario de Luis Bonaparte para darse cuenta:
«Los seres humanos hacen su propia historia, pero no a su libre arbitrio, en circunstancias elegidas por ellos mismos, sino en las que los rodean y les han sido legadas del pasado».
Por eso combatir el pasado desde el presente es tan importante y por eso se escribe este artículo. Por eso también el PP sabe que tras el nombre de la calle hay una batalla mayor, una batalla de ideas, y para ganarla no duda ni en reescribir la Historia ni en reescribirse a sí mismo, y es que, en 2004, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, también gobernada por el PP y también con el sempiterno Francisco de la Torre como alcalde, editó el volumen 3.900 calles. Enciclopedia del callejero de Málaga, del periodista Domingo Mérida, que comienza la entrada sobre Carlos de Haya de la siguiente forma:
«Fue un famoso aviador malagueño que luchó a las órdenes de Franco durante la Guerra Civil»
Así pues, el Partido Popular, apoyado por su casi indistinguible compañera de viaje, se reescribe a sí mismo en el Ayuntamiento de Málaga, aunque para ello tenga que tirar por tierra el callejero que él mismo editó y del que el alcalde Francisco de la Torre decía en su prólogo:
«Creo, sinceramente, que esta Enciclopedia va a convertirse, desde ahora, en un libro de consulta obligada para quienes deseemos saber más de esta hermosa tierra en la que hemos nacido o hemos elegido vivir».
En fin, el fascismo y su mala Memoria.
(*) Área Ideológica del PCE Málaga