Enrique del Teso, experto en comunicación, ha publicado recientemente un libro imprescindible: La propaganda de ultraderecha y cómo tratar con ella (ediciones Trea). Algunas de las ideas las explicó en las jornadas Nuevas derechas, viejas tempestades organizadas por IU y la FEC.

La ultraderecha está teniendo éxito en muchos sitios: están consiguiente desafectar a las clases populares de la izquierda. Están consiguiendo que los izquierdistas caigan mal, que sean los estirados, los listos. La izquierda siempre piensa que en el mundo hay ricos y pobres, pero mucha gente lo que siente es que hay ricos y estudiados, y estos estudiados me miran por encima del hombro. La extrema derecha está teniendo éxito en presentar a los izquierdistas como altivos, y el problema es que muchos izquierdistas no se dan cuenta de que lo son. ¿En qué sentido? Si yo digo que es bueno el impuesto de sucesiones porque es más justo, porque los que tienen más tienen que colaborar con el conjunto, esto es altivo.

Hay algo que se debe hacer siempre: reservar una dosis de egoísmo que interpele a los intereses concretos de cada persona, también de nosotros. Tienes que razonar como parte legítimamente afectada por lo que estás proponiendo. No olvidemos que en el lenguaje corriente decimos muchas veces «¿y a ti qué te importa?». Si no estoy legítimamente concernido en lo que está diciendo mi interlocutor, mis argumentos son espurios. El dinero que gano trabajando paga impuestos, la fortuna que los ricos ganan sin trabajar simplemente poniendo la mano no paga impuestos. Aquí yo ya me estoy posicionando como persona perjudicada, y a partir de aquí irán las cuestiones de principio. Si no te personas como sujeto afectado vas a parecer altivo. A partir de aquí es cuando ya puedo hablar del tema. El movimiento obrero tradicional lo hacía así.

Fuente: la-u.org

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