Las fuerzas israelíes mataron a Amir Mamoun Mohammad Odeh, de 14 años, este viernes sobre las 16.00 horas, cerca de la entrada norte de Qalqilya, en el norte de Cisjordania ocupada. Amir sufrió una herida de bala en el pecho, debajo de la axila izquierda. Un soldado israelí disparó a Amir en el pecho con munición real desde una distancia de más de 100 metros.
El menor fue trasladado al hospital público de Qalqilya y los médicos empezaron a operarlo inmediatamente, pero poco después lo declararon muerto. Es el decimosexto niño palestino asesinado por las fuerzas israelíes en 2023.
Amir participaba en una manifestación junto a muchos residentes palestinos que protestaban por la reciente incursión militar israelí en Jenín el 7 de marzo, donde las fuerzas israelíes mataron a 7 palestinos, entre ellos otro niño de 14 años, Walid Nassar, que murió a consecuencia de los destrozos en su cuerpo de una bala expansiva (también conocida como bala “dum dum”, prohibida por el derecho internacional) disparada en su estómago.
Además, este viernes las fuerzas de ocupación israelíes han detenido a un niño de Hebrón, en el sur de Cisjordania, y le han propinado una paliza,informa la agencia Wafa. Las fuerzas de ocupación detuvieron al niño Abdul Karim Shaheen alegando que «había arrojado piedras» contra colonos en el barrio de Tal Rumeida y lo llevaron a uno de sus puestos militares.
Tras su liberación, Shaheen dijo que las fuerzas de ocupación lo detuvieron durante varias horas, golpeándolo e insultándolo antes de ponerlo en libertad.
Otros dos pequeños, de 8 y 9 años, fueron secuestrados por soldados israelíes de ocupación en Hebrón:
Represión salvaje de protestas civiles contra la ocupación en Cisjordania
Tres personas han resultado heridas de bala este viernes al reprimir las fuerzas israelíes una concentración contra los asentamientos en la localidad de Kafr Qaddum, al este de Qalqiliya. Los participantes en la concentración también pidieron la reapertura de la carretera de la ciudad, bloqueada desde hace 19 años.
Dijeron que soldados israelíes fuertemente armados abrieron fuego contra los participantes en la concentración semanal de los viernes contra los asentamientos, causando heridas de bala a tres personas y provocando docenas de casos de asfixia.
Las fuerzas israelíes reprimieron el viernes por la tarde otra concentración contra el expolio de tierras en el pueblo de Beit Dajan, al este de la ciudad ocupada de Nablus, provocando afectaciones por asfixia a una docena de personas e hiriendo a otra, según un corresponsal de WAFA.
Las fuerzas israelíes emplearon una violencia brutal para dispersar una concentración en defensa de las tierras de propiedad palestina amenazadas de confiscación, al este de la ciudad, para hacer sitio a la construcción de un puesto colonial de avanzada.
Los soldados rociaron a los manifestantes con salvas de granadas de concusión y botes de gas lacrimógeno, provocando la asfixia de una docena de ellos por inhalación excesiva de gas lacrimógeno y causando heridas a otro al caer de un lugar elevado tras ser perseguido por los soldados.
Este es el tratamiento que los soldados israelíes dieron a la prensa que cubría la protesta:
El director de la Media Luna Roja, Ahmad Jibril, confirmó que todos los casos de asfixia fueron tratados en el lugar de los hechos.
Los palestinos de toda la Palestina Histórica se han levantado contra décadas de colonialismo y apartheid por parte de los colonos israelíes.
El número de colonos que viven en asentamientos coloniales exclusivamente judíos en Jerusalén Oriental y Cisjordania ocupadas, violando el derecho internacional, ha aumentado a más de 800.000, y la expansión de los asentamientos coloniales se ha triplicado desde la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993.
La ley del Estado-nación de Israel, aprobada en julio de 2018, consagra la supremacía judía y establece que la construcción y el fortalecimiento de los asentamientos coloniales es un «interés nacional.»