La situación que vive el campo es mala, pero es aún peor para el campesinado, o el pequeño ganadero o la pequeña ganadera, que se le hace imposible sobrevivir en un sector globalizado en donde desde hace demasiado tiempo el grande se ha ido comiendo al chico. Un problema creado por la lógica del sistema capitalista, al que la portavoz de Unidas por Extremadura (Izquierda Unida-Podemos-Alianza Verde), Irene de Miguel, se ha referido en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible para instar a la consejera a que “proteja la ganadería y agricultura familiar y adaptarla cuanto antes al cambio climático”.
Y es que De Miguel ha sido muy crítica con la postura del nuevo Gobierno de la Junta al respecto, denunciando que “en el último Salón del Ovino planteara que eran las normas ambientales la gran amenaza que sufre el sector”, y no pronunciaran “ni una palabra del abuso de los monopolios y los intermediarios; ni de la presión de la nueva agricultura intensiva e industrial especulativa de fondos de inversión y del agro-negocio que desea expulsar a la agricultura y ganadería familiar; ni una mención a los proyectos de macro fotovoltaica, macro-minería y macro-vertederos que amenazan directamente el futuro de nuestro campo”.
En ese sentido, la portavoz de las izquierdas de Extremadura, ha pedido para los ganaderos y agricultores “la ayuda, el acompañamiento y asesoramiento de una administración empática y responsable y que sepan que está para defenderles y no para perseguirles y fiscalizarles”.
Es por ello que Irene de Miguel cree que “hay que adaptarse al cambio climático y sobre todo avanzar hacia un modelo de mayor sostenibilidad ambiental”, denunciando que “niegan la evidencia científica y defienden que la solución para enfrentar el cambio climático es simplemente apostarlo todo a la digitalización, como si eso no fuera a expulsar a más familias ganaderas del modelo, ya que se requiere una inversión mucho mayor”. Además ha criticado que “defienden los intereses de la agricultura especulativa en manos de fondos de inversión que en pocos años se harán con la mayor parte de nuestra tierra, nuestra agua y nuestra alimentación”.
Extremadura, colonia de interior
Irene de Miguel ha denunciado que el Gobierno actual de la Junta sigue “permitiendo que se ponga alfombra roja a las grandes eléctricas que quieren alicatar nuestras tierras fértiles de placas fotovoltaicas”. En este sentido ha recalcado que “la señora Guardiola se puso a los pies del señor Sánchez Galán cuando tres días después de las elecciones el presidente de Iberdrola vino a Extremadura a decir básicamente que los gobiernos pasan pero las empresas eléctricas no. Un acto de ‘gatopardismo’ en toda regla”.
Por ello, la portavoz de Unidas por Extremadura ha criticado que “Extremadura seguirá tristemente siendo una colonia energética en manos de las grandes empresas del oligopolio eléctrico como ha sido hasta ahora. Supongo que la agrofotovoltaica es una manera de lavarle la cara a esta nueva colonización energética”, exigiendo que “no se debería colocar ni una fotovoltaica en tierras fértiles”.
En cuanto a la postura del Gobierno regional de continuar prologando la vida útil de la central nuclear de Almaraz, De Miguel le ha preguntado a la consejera “quién va a pagar la modernización necesaria para evitar que la central nuclear más vieja de España no suponga un riesgo para la vida”.