La patronal del sector de harinas panificables y sémolas está obsesionada con la posibilidad de que la reclasificación profesional le pueda costar dinero, más que en colocar a cada categoría en el grupo que le corresponde. Así se deduce de las reuniones que la representación de los trabajadores y las trabajadoras están teniendo con el empresariado de este sector, que ha rechazado la propuesta que CCOO de Industria puso sobre la mesa y situó la negociación del convenio en el punto en el que estaba hace meses.

Es la cuarta reunión de la mesa que negocia el convenio colectivo para las empresas del sector de harinas panificables y sémolas. Y una vez más, patronal y sindicatos se centraron en la reclasificación profesional. Intentaron, sin éxito, ubicar las distintas categorías en grupos profesionales, tal y como lo establece la legislación.

El origen del bloqueo está en que la patronal se obceca en la posibilidad de que esta reclasificación “le pueda costar dinero», más que en colocar a cada categoría profesional en el grupo que le corresponde, conforme a las funciones que desempeñan. Avaricia pura de una patronal que también insistió en que se deben pactar unos incrementos mínimos. Obviando que en el último convenio se consiguió una ganancia de poder adquisitivo del 3,5% por encima del IPC.

El cómo de la reunión fue que el empresariado se atrevió a pedir a los sindicatos contención en la subida salarial, los cuales han advertido que habrá movilizaciones si no se camina hacia el acuerdo en próximos encuentros. «Después de dejar claro a la patronal que CCOO no pactará ningún retroceso en las condiciones salariales y sociales del convenio, se puso fecha a las reuniones del 23 de octubre y del 7 de noviembre. Si no se avanza de forma importante en la negociación, el sindicato movilizará a las personas trabajadoras y activará los mecanismos de presión para que la patronal se tome en serio sus reivindicaciones», han declarado desde CC.OO. de Industria