Manu Pineda (Almería, 1965), fresador de profesión, es secretario de Relaciones Internacionales del PCE desde el XX Congreso y eurodiputado por Izquierda Unida desde 2019. Militante en los movimientos de solidaridad internacionalista, Pineda guarda una relación especial con Palestina. Fundador de la asociación Unadikum, vivió y trabajó en la Franja de Gaza durante tres años, entre 2011-14, coincidiendo con dos “ofensivas” israelíes contra la población gazatí. Allí organizó brigadas de solidaridad, fue escudo humano o conductor de ambulancias. Hoy ostenta la presidencia de la Delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con Palestina y ha exigido reiteradamente desde su escaño en Bélgica que la UE rompa relaciones diplomáticas con Israel, detenga la venta de armamento y congele todos los acuerdos de asociación y cooperación. Manu Pineda atiende a Mundo Obrero recién aterrizado de su viaje al Líbano, donde se ha reunido con actores regionales e internacionales para conocer la situación del conflicto.

«La masacre que se vive en Gaza desde hace tres semanas es solo un capítulo de los 75 años de ocupación y apartheid que sufre Palestina»

«En Cisjordania, donde “el terrible Hamás” no gobierna, ya han sido asesinados más de 150 palestinos»

ASDRUBAL BAPA: ¿Cuál es la situación en Gaza?

MANU PINEDA: La situación de Gaza no tiene precedentes. En la primera semana, ya se superó el número de muertos y de heridos de la guerra de 2014, que duró 51 días. En un mes, del 7 de octubre al 7 de noviembre, el régimen israelí ha asesinado a 10.000 palestinos. 4.000 de ellos niños, más de 50 cooperantes de la UNRWA, que es la agencia oficial de Naciones Unidas, y una treintena de periodistas. Son cifras escalofriantes. Hoy en Gaza más de 2,3 millones de palestinos están sufriendo un asedio medieval después de que Israel aplicase un bloqueo total a la franja. Una política que ya había empezado en 2007 y que ahora está llevando hasta sus últimas consecuencias. La privación de agua alimentos, luz, internet, carburante o medicinas es un crimen de guerra; también el bombardeo indiscriminado contra objetivos civiles. Pero la masacre que se vive en Gaza desde hace tres semanas es solo un capítulo de los 75 años de ocupación y apartheid que sufre Palestina. Nosotros queremos recordar que la historia no empezó el 7 de octubre, que la situación actual es terrible pero que lo que sufre el pueblo palestino es una violencia estructural desde hace mucho tiempo. Y también me quiero detener para hablar de la situación en Cisjordania, porque, aunque Gaza copa todos los titulares, en Cisjordania, donde “el terrible Hamás” no gobierna, ya han sido asesinados más de 150 palestinos. Hay estimaciones de que la represión israelí en este mes ha hecho que sean más de 10.000 el número de presos palestinos en las cárceles sionistas.

«Es más fácil demonizar a la resistencia palestina si se les presenta como un grupo de integristas»

A.B.: Hay una especie de obsesión con Hamás, hay más partidos en la Franja, qué papel están jugando.

M.P.: Hay un interés en presentar a Hamás como a una especie de Daesh, cuando la verdad tiene poco o nada que ver desde un punto de vista ideológico, religioso u organizativo. Pero insisten en esa idea porque es más fácil demonizar a la resistencia palestina si se les presenta como un grupo de integristas. Pero desde luego esa no es la realidad. Además, en Gaza son muchos los partidos que están participando en la resistencia. El Frente Popular para la Liberación de Palestina, organización marxista-leninista está siendo parte activa por ejemplo.

«La Unión Europea como proyecto político ha renunciado a cualquier tipo de política exterior propia tanto en la guerra de Ucrania como en el genocidio israelí»

A.B.: ¿Qué papel está jugando la UE en todo esto?

M.P.: La Unión Europea como proyecto político ha renunciado a cualquier tipo de política exterior propia y en casos como la guerra de Ucrania o el genocidio israelí se ve con claridad. EE. UU. marca el camino y la UE la sigue disciplinadamente. Hoy por hoy la UE está teniendo una posición cómplice, todo lo que no sea romper relaciones diplomáticas, excluir de los programas de cooperación y financiación, y presionar internacionalmente al régimen israelí es inaceptable. Aun así, hay diferencias en el seno del Consejo y la Comisión Europea, hay una especie de pulso. En el último debate en la Eurocámara se vio con claridad, Josep Borrell habló de derecho internacional y criticó las masacres israelíes, pero Von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea) y su acompañante la señora Metsola (presidenta del Parlamento Europeo) viajaron a Israel para dar un apoyo al régimen israelí que desde luego no se corresponde con la posición de los pueblos europeos, pero ni si quiera con una posición pactada por los 27. En todo caso, como presidente para la Delegación para las Relaciones con Palestina de la UE hemos intentado señalar esas contradicciones, y hemos intentado presionar para que la posición cambie denunciando las vulneraciones de derechos humanos, exigiendo la apertura del paso de Rafah para la entrada de ayuda humanitaria etc.

A.B.: Hablas de que hay una especie de complejo de culpa europeo con el holocausto nazi, y que eso hace que se tenga una posición tan inadmisible.

M.P.: Sí, tenemos que superar esta especie de complejo que tenemos con motivo. En el holocausto, la Alemania nazi y sus aliados asesinaron a 6 millones de judíos, pero a ningún israelí, porque Israel es un invento creado por el colonialismo en 1948. Pues bien, ese holocausto parece que lo está rentabilizando Israel, que se erige falsamente en heredero y representante de todos los judíos del mundo. Europa cometió un genocidio y está haciendo que los palestinos paguen otro. Las barbaridades europeas contra los judíos no deben pagarlas los palestinos, que es un pueblo que lo único que quiere es vivir en su tierra. El sionismo está agitando el fantasma del antisemitismo y apelando al respeto religioso para callar cualquier voz crítica. Y quien ose cuestionar su política supremacista será tachado de antisemita.

«Cientos de organizaciones judías y miles de manifestantes judíos están saliendo a las calles para decir ‘no en mi nombre’»

A.B.: Además, esta no es una guerra religiosa.

M.P.: Así es, debemos desmontar ese falso relato. Israel no representa a los judíos del mundo. De hecho, hay más judíos antisionistas que sionistas y son más los judíos viviendo fuera de la entidad sionista que dentro. Considerar a Israel el representante de todos los judíos del mundo sería comparable a darle al Daesh la representación de todos los musulmanes del planeta. Pero no es solo una cuestión numérica, desde el 7 de octubre organizaciones judías de todo el globo han denunciado el genocidio que está sufriendo el pueblo de Gaza. Cientos de organizaciones judías y miles de manifestantes judíos están saliendo a las calles para decir “no en mi nombre”. No podemos permitir que se instale la idea de que criticar a Israel se considere antisemita. De hecho, el pueblo palestino es semita. Haciendo una interpretación rigurosa del término, es el régimen israelí quien ejecuta una política anti-semita al aplicar políticas de ocupación y exterminio contra la población originaria palestina. Que nadie se equivoque, esto no es una cuestión religiosa. Mi deseo más profundo es que judíos, musulmanes y cristianos puedan vivir en paz como ya hicieron durante siglos en el territorio histórico palestino. Por desgracia lo que estamos presenciando es un holocausto. Y ante esto, nuestra tarea debe ser llevar a cabo una gran movilización popular en defensa del pueblo palestino hasta conseguir que acabe el genocidio y cese la ocupación. El escritor y saxofonista israelí Gilad Atzmon aseguró: «los nazis me hicieron tener miedo de ser judío y los israelíes me hacen tener vergüenza de ser judío». Esa frase cobra especial vigencia hoy que el régimen israelí está perpetrando un genocidio “en nombre del pueblo judío”. Una catástrofe que no podemos tolerar porque, ni la causa palestina es una cuestión religiosa, ni Israel representa a los judíos del mundo.

«El Gobierno español debería tener una postura más valiente que encabezara una línea en Europa de condena y presión sobre el régimen israelí»

«Exigimos que pasen por la Corte Penal Internacional todos los que lleven a cabo crímenes de guerra»

A.B.: ¿España también debe hacer más?

M.P.: Con los lazos tan estrechos que tiene el PSOE con Israel, haber conseguido que Sánchez haya salido a criticar el asesinato de civiles nos parece una sorpresa. ¿Es suficiente? No, creo que tendríamos que romper inmediatamente relaciones diplomáticas, y que todo lo que no sea eso nos convierte en cómplices. Sánchez y el Gobierno español deberían tener una postura más valiente, que encabezara una línea en Europa de condena y presión sobre el régimen israelí. Nosotros exigimos que pasen por la Corte Penal Internacional todos los que lleven a cabo crímenes de guerra. Ya se ha intentado con anterioridad llevar a la Corte Penal Internacional tanto a Israel como a Hamás por la guerra de 2014, por los crímenes de guerra; Hamás dijo que iba, pero Israel no sólo se opuso, sino que presionó hasta que consiguió que se destituyera a la fiscal que los quería llevar. Debemos seguir presionando para que el tema de la Corte Penal Internacional siga en el debate público.

«Sin el apoyo total de EE. UU. el régimen israelí este no podría aplicar su política de apartheid y limpieza étnica»

A.B.: ¿Qué hay del resto de actores de la comunidad internacional?

M.P.: En primer lugar, tenemos que señalar el papel de EE. UU., porque sin su apoyo total al régimen israelí este no podría aplicar su política de apartheid y limpieza étnica. No estamos ante una postura coyuntural, todos los presidentes estadounidenses han salvaguardado los intereses israelíes porque es su alfil en Oriente Medio. No se pueden permitir su caída. Y esto se ha visto especialmente bien en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde EE. UU. ha bloqueado hasta en dos ocasiones resoluciones que llamaban a un alto el fuego y garantizar la existencia de corredores humanitarios. Una vez más la “gran democracia americana” demostrando su decadencia imperialista.

Pero por suerte estamos viendo posturas valientes en muchos países. Creo que merece la pena resaltar el caso de América Latina, donde los gobiernos progresistas han mostrado una posición valiente. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, llamó a lo que está pasando “genocidio” y eso es importantísimo. Es fundamental que se empiecen a señalar, también en la comunidad internacional, los crímenes israelíes como lo que son. La posición de Cuba, que hace décadas rompió relaciones con la entidad sionista, también ha sido firme. También la de Venezuela. Y mención aparte los países árabes del golfo. Arabia Saudita ha frenado la normalización de sus relaciones con Israel, pero las monarquías del golfo pueden y deben hacer más.

A.B.: ¿Hay un riesgo de escalada regional?

M.P.: El llamado “eje de la resistencia”, con Irán, Siria, Yemen, Hezbollah en el Líbano y otros grupos en Iraq etc., están mandando mensajes, como se mandan en estas circunstancias, con bombardeos y ataques de advertencia. Dejando claro a Israel y a EE. UU., que ha aumentado su despliegue militar en la zona, que está en su mano evitar un conflicto regional cuyas consecuencias son impredecibles. Tienen sus líneas rojas, y si se ocupa totalmente Gaza o sigue el genocidio estaremos en una coyuntura que se sabe cómo comienza pero no como acaba.

A.B.: Posición del PCE.

M.P.: Creo que como Partido debemos estar orgullosos de la posición que hemos mantenido en todo este tiempo. Fuimos una de las primeras organizaciones a nivel internacional en salir públicamente defendiendo el derecho de resistencia del pueblo palestino. Pero esto no es algo coyuntural, tenemos unas relaciones bilaterales con organizaciones palestinas muy sólidas y nuestra posición respecto al conflicto no es equidistante. En nuestro XXI Congreso reiterábamos que Palestina sigue viviendo una situación de apartheid, en la que al pueblo palestino se les niegan sus derechos, se les persigue, se les asesina o se les encarcela. Desde que se produjera la Nakba hay más de cinco millones de refugiadas y refugiados palestinos en todo el mundo, mientras Israel sigue violando los derechos humanos de la población palestina con el amparo de EE. UU. y la connivencia necesaria del resto de actores internacionales. Creo que también tenemos que felicitar a la militancia por estar siendo una fuerza presente y reconocible en las movilizaciones. Estamos en un contexto donde es necesario que como Partido juguemos un papel protagónico en el impulso del movimiento de solidaridad con Palestina, organizando charlas, pegadas y manifestaciones, y eso pasa por poner en valor la labor de nuestros núcleos.

A.B.: ¿Cómo parar el genocidio?

M.P.: Creo que lo fundamental ahora mismo es mantener e incrementar el nivel de presión sobre el régimen israelí; hay que conseguir que la movilización popular fuerce a los gobiernos a cambiar su posición. La sociedad palestina conoce y valora las movilizaciones que están teniendo lugar en todo el mundo. Es el momento de salir a las calles en nuestras ciudades y también de visibilizar la causa palestina. En general, mostrar el genocidio es una manera de derrotar la campaña de propaganda sionista. Explicar la historia a nuestros amigos, compañeros de trabajo y concienciar sobre lo que ocurre es un trabajo necesario. Todo lo que sea hablar del genocidio y posicionarlo públicamente es un avance. Por otro lado, por supuesto, está ayudar a las organizaciones de solidaridad palestinas.

A.B.: Vienes de un viaje al Líbano.

M.P.: Sí, hace pocos días he regresado del Líbano. Cambiamos la agenda porque creíamos que era prioritario poder conocer la situación sobre el terreno y coordinados con nuestros hermanos palestinos. Mantuvimos reuniones con varios actores internacionales y regionales para poder hacer un análisis preciso y transmitir también nuestra postura. Vimos al embajador de la UE, de España, a la Cruz Roja Internacional, la UNRWA… y todos mostraban la misma preocupación por una escalada. También hablamos con la misión de paz de Naciones Unidas para el Líbano, UNIFIL, que está dirigida por un militar español y que nos informó de que la situación en el sur estaba escalando, aunque no estamos ante una confrontación total entre Hezbollah y las fuerzas israelíes, que recordemos que también ocupan una parte del Líbano y Siria.

A.B.: Respecto a los palestinos en el Líbano.

M.P.: La situación de los refugiados palestinos allí es probablemente la peor de toda la región. Líbano es un Estado frágil y con una profunda división sectaria; a eso se suma una terrible crisis económica que ha sumido a las capas populares en la misera. Pues bien, en ese escenario hay más de medio millón de refugiados palestinos censados por la UNRWA en el país. Son 75 años desde que comenzaron a llegar los primeros; su estatus de refugiado no les permite trabajar en 73 profesiones, tampoco comprar casa o tierras… están institucionalmente discriminados, aunque el pueblo libanés es profundamente solidario con la causa palestina. Visité tres campos de refugiados, entre ellos el de Hein el Hewe, el más gran del país, y en todos nos agradecían la solidaridad internacionalista y nos pedían que no paremos, que sigamos movilizándonos y denunciando el genocidio contra su pueblo.

Etiquetas: