Son casi dos vidas al día. Ese es el balance que deja el contador de los accidentes laborales en España durante el año 2023. En total han sido 721 trabajadores y trabajadoras los que no volvieron con sus familias después de acudir a su puesto de trabajo, 105 menos (un 12,7 %) respecto al año anterior.

Son datos provisionales publicados este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. De acuerdo con las cifras publicadas por el departamento que encabeza Yolanda Díaz, de los 721 accidentes, se registraron 581 fallecidos en jornada de trabajo, 98 menos (un 14,4 %) que en en 2022. Las otras 140 muertes se produjeron durante desplazamientos al trabajo, lo que se conoce como siniestros ‘in itínere’, que disminuyeron un 4,8 % respecto al año anterior.

Una lacra que afecta principalmente al sector servicios, que fue el que registró el mayor número de fallecidos, 282, lo que supone un 11,9 % menos que en 2022. Todos los sectores recortaron el año pasado su cifra de siniestros mortales, un descenso que destacó en el sector agrario, registrando 72 fallecidos (-24,2 %), seguido de la industria y de la construcción que, con 96 y 131 siniestros mortales, redujeron el número de trabajadores fallecidos un 15,8 % y un 12,7 %, respectivamente. Según la estadística, la mayor parte de los accidentes mortales se producen por infartos y derrames cerebrales, accidentes de tráfico, atrapamientos y amputaciones, caídas y colisiones contra objetos en movimiento.

Respecto a los siniestros con baja laboral, en 2023 se registraron un total de 624.911, un 1,1 % menos que el año anterior. Los accidentes graves en jornada de trabajo sumaron 3.759 en 2023, un 1,1 % menos y los accidentes leves en jornada de trabajo bajaron un 2,3 % en 2023, hasta un total de 535.244.