Los pobres más pobres y los ricos más ricos. El capitalismo funciona y sitúa el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (la denominada tasa AROPE) en 26,5 %, medio punto más que el año anterior, a pesar de que los ingresos subieron considerablemente y de que las posibilidades de trabajar mejoraron, lo que apunta a que el incremento del coste de la vida, tras dos años de inflación disparada, ha erosionado notablemente el bienestar de las familias trabajadoras.

Según esta encuesta de Condiciones de Vida difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 9,3 % de la población manifestó llegar a fin de mes con «mucha dificultad» en 2023 (0,6 puntos más que en el año previo) y el 37,1 % no tuvo capacidad para afrontar gastos imprevistos (frente al 35,5 % de 2022).

En este porcentaje se incluyen las familias que no pueden permitirse al menos cuatro de nueve conceptos prefijados, que van desde costear una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días hasta sustituir los muebles viejos, pasando por irse de vacaciones al menos una semana al año o mantener la vivienda a una temperatura adecuada.

Ese empeoramiento generalizado de las carencias materiales y sociales, además, afecta especialmente a las familias con niños, sobre todo si un único adulto es el que está a cargo del hogar. Por ejemplo, la población de estos hogares que no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado sube del 7,4 % al 11,5 %, cuatro puntos más en tan solo un año. Y casi el 60 % no pueden afrontar gastos imprevistos.

De hecho, los más afectados por el incremento de la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social son los niños y niñas menores de 16 años, entre los que se ha disparado del 32,2 % al 34,3 %, más de dos puntos. Por el contrario, entre los mayores de 65 años ha bajado cuatro décimas, al 20,9 %, y en la población en edad laboral, de 16 a 64 años, sube al 26,4 %, un repunte también de cuatro décimas. En última instancia, en 2023 un 1,7 % de la población estaba a la vez en situación de riesgo de pobreza, con carencia material y social severa y con baja intensidad en el empleo, lo que les sitúa como la capa más vulnerable de la sociedad española.