Función de IU
IU no puede ser el pepito grillo de la crítica al Gobierno. Se tienen que hacer las críticas a las políticas conservadoras del Gobierno, pero sobre todo debe saber construir pacientemente una alternativa desde la izquierda o contribuir a construir una alternativa desde la izquierda, una izquierda transformadora, una izquierda no moderada pero que tampoco se eche al monte. Esto quiere decir contar con todos los protagonistas de la escena política española de centro y centro izquierda opuestos a las políticas antisociales del PP, sabiendo que IU es una formación transformadora, con una identidad propia que no se subordina a nadie. Hoy, derrotar políticamente al PP es un acto de higiene política democrática ya que es el partido que tiene más claro y sin complejos un programa neoliberal belicista y escasamente respetuoso de las reglas democráticas.
Papel del PCE en IU
Nunca ha jugado un papel hegemónico, pero debemos partir de la base de que dentro de IU está el PCE como partido, y poco más, por desgracia. Y, también, lamentablemente lo que tenemos es como muchos pequeños ‘reinos de taifas’ que se creen los amos del mundo y, sin embargo, no pintan nada de cara a la sociedad. Triste, pero es así. ¿Qué papel debe cumplir el PCE en estas condiciones? El PCE debe tener claro qué pasa en el país y qué pasa en el mundo, organizar a sus militantes para que trabajen dentro de IU con el objetivo de proyectar a la sociedad un programa político que gane en credibilidad por la confianza que genere entre la gente en relación a sus problemas más acuciantes (sanidad, educación, empleo, etc.) y aquellos otros de carácter supranacional (la guerra, la construcción europea, etc.), o para la culminación sin traumas del Estado de las autonomías en Estado Federal solidario, no apoyando ni por activa ni por pasiva proyectos de ruptura que nada tienen que ver con la izquierda internacional en la que siempre hemos militado.
Frenar tendencias disgregadoras
Hasta ahora, en IU ha habido diversas crisis saldadas mal finalmente y que han supuesto un debilitamiento de la organización. Ante ello, la mejor salida es discutir las distintas opciones y después ponerse de acuerdo para la máxima eficacia y unidad de cara a la sociedad. Si nuestro discurso no cala en la gente, no se visualiza como un contenido plausible y, al mismo tiempo, el ciudadano no percibe en nosotros una unidad fundamental, nunca tendremos la suficiente credibilidad para avanzar.
Estructuras superpuestas
Durante un tiempo largo, en la elaboración de las grandes líneas políticas de IU, ha habido un funcionamiento de gente no elegida en ningún órgano, y por consiguiente no tenían que rendir cuentas ante ningún órgano de la dirección, pero que tenían un peso excesivo en la formulación política de IU. Yo pienso que la concreción política de IU debe recaer únicamente en sus órganos de dirección; luego, los asesores que sean útiles serán bienvenidos y sus propuestas escuchadas con atención. Sobre la base de esas propuestas, la dirección de IU decidirán qué es lo más adecuado.
Fracaso de las Áreas
No acabamos de encontrar el mecanismo para organizar a la gente. Las formas clásicas claro que sirven, es decir, el trabajo dentro del movimiento asociativo; también, las formas modernas: internet. Pero antes de proponer algo hay que analizar la situación, y eso sólo se puede hacer desde los métodos clásicos: análisis de lo que ocurre, discusión sobre lo que hacer, elaboración de propuestas y, finalmente, puesta en marcha de las mismas desde todos los medios disponibles. Para ello, las asambleas de base deben ser, que no lo son, el instrumento participativo y democrático más importante para el debate y la decisión. En esta línea, las áreas deben reconstruirse como marcos de elaboración que contribuyan a formar una sólida opinión sobre problemas y posicionarse, políticamente, ante ellos por los órganos de dirección correspondientes.
IU Verde
Tantas coletillas sobran. IU es una formación política roja por el hilo histórico unido al movimiento obrero y sus propuestas de transformación social; verde, porque sólo desde la izquierda se puede frenar esta borrachera de destrucción ecológica y de la riqueza social de muchos países; violeta, porque todavía no hay una igualdad real entre hombres y mujeres; blanco, es decir, la lucha por la paz, la defensa del diálogo.
IU y movimientos sociales
En el PCE eso es algo histórico, en las fábricas, en las asociaciones vecinales, en la universidad, en todas partes. Todo este gran movimiento permitió que el proceso de transición avanzara más de lo que se pensaba inicialmente. No hay que mitificar a los movimientos sociales como nuevos redentores, porque también tienen sus problemas. Un factor a su favor es que algunos de ellos, siendo pocos en número, tienen una gran repercusión social dado que tocan temas sensibles a la sociedad. Esto se ha demostrado en las últimas movilizaciones contra la guerra en el mundo.
IU debe tener una relación buena con estos movimientos, pero entendiendo que a veces habrá desencuentros. Y no pasa nada, porque cada uno tiene su autonomía. De hecho, los movimientos sociales no se presentan a las elecciones; IU sí. Por eso, el mejor entendimiento es ponerse de acuerdo para que haya un apoyo desde los movimientos sociales a la política que defiende IU en las instituciones, de la misma manera que los militantes de IU deben trabajar intensamente para el desarrollo de los movimientos sociales que tienen vocación de cambio y transformación.
En este sentido, el movimiento contra la globalización neoliberal que, independientemente de la diversidad de sus componentes, tiene una raiz anticapitalista, es la base social, cultural y política que está planteando con acierto la construcción paciente y necesaria de otro mundo posible.
En España, este movimiento debe fortalecerse, organizarse y coordinarse desde la pluralidad y la unidad, rompiendo los compartimentos estancos que, a veces, le impiden su pleno desarrollo. El reciente Foro Social Europeo de París ha sido un momento de esa construcción alternativa al neoliberalismo. Debemos contribuir con nuestro esfuerzo a que se avance más y mejor en todos los sentidos. La lucha por el pan, la política social, la libertad y la democracia y contra la guerra y por la paz así lo exigen.
Los comunistas tenemos un sentido internacionalista, ecuménico, que sólo puede expresarse inteligentemente y con eficacia mediante la contribución a organizar una alternativa real al capitalismo.
IU y el movimiento sindical
Con CC OO debemos tener una buena relación, lo que no impide que en puntos concretos expresemos discrepancias. Debemos respetarnos. Luego, los militantes del Partido que están dentro de Comisiones Obreras tienen la obligación de defender la política del Partido en términos generales, de la misma forma que se defiende en otros lugares.
En general, la relación con el movimiento sindical debe ser buena, respetando las diferencias. No puede haber una lucha social importante sin los sindicatos, como se ha demostrado en la huelga general, en las movilizaciones estudiantiles y las protestas contra la guerra, independientemente de que Comisiones Obreras no estuvo de acuerdo en convocar un paro de equis horas contra la guerra en Iraq. Fue una discrepancia, pero sí participaron masivamente en las grandes manifestaciones en la calle por la paz.
El techo y suelo de IU
No creo que IU tenga un techo; un suelo, no lo sé. Tenemos una base sólida de trabajo, una parte de la ciudadanía nos apoya porque nos considera útiles para hacer una oposición. Izquierda Unida debe intentar subir en los próximos años subir por encima del diez por ciento; la subida del listón se debe notar ya en las próximas elecciones generales. IU debe ser ya un elemento imprescindible en la política española.
No es fácil, lo sé. Pero, debemos intentarlo. Para eso, lo mejor es analizar lo que ocurre, sin engañarnos, no creer que tenemos acorralado al Partido Popular; eso no es verdad, el Partido Popular es una opción fuerte, tiran para adelante con una política que enseñan a la sociedad calificándola de sólida, eficiente y que aplican. Frente a todo esto, IU ha de decir cuáles son los efectos de las políticas conservadoras, cómo elimina derechos sociales y laborales y, finalmente, ofrecer una alternativa.
Yo creo que hay posibilidades de llegar con un mensaje claro a la gente, eludiendo los grandes discursos teóricos: propuestas concretas a problemas concretos. Y, luego, que no te metan en las fotos, como la foto con Ibarretxe, como si apoyaras un plan que no tiene nada que ver con nosotros, que no es nuestro plan, que es un plan que produce una ruptura.
Nuestra responsabilidad es verlo antes de que ocurra. Personalmente, no cederé ni un ápice en mi oposición a una ruptura en el país. Estoy a favor de los derechos históricos de los pueblos, la lengua, la cultura, derechos económicos, etc. Todo eso ha de culminar en un Estado Federal con las reformas constitucionales necesarias en cada momento.
IU y su solvencia económica
La situación económica lastra, te impide realizar determinadas cosas, pero ese no es el principal problema ahora. Lo fundamental es articular un discurso adecuado a lo que pasa en nuestro país y trasladárselo a la gente, que lo entienda, al margen de que lo comparta. Si subimos electoralmente, mejoraremos nuestra situación económica.
¿Debería haber una mayor aportación de los militantes y cargos públicos a Izquierda Unida? Sí, claro. Hay cargos públicos que nunca han aportado nada; otros sí. Pero el problema económico es otro: más apoyo electoral. Más votos significa más influencia social, más capacidad para hacer política.