Plataforma a favor de la Humanidad
Una plataforma internacional a favor de una Humanidad justa en una tierra habitable. Sabemos que el actual modelo no es sostenible, ni social ni ecológicamente, y que vamos contrarreloj. Se trataría de articular una plataforma para la acción internacional que cree un espacio público mundial donde se fortalezcan nuevos sujetos, nuevas prácticas políticas y formas de relación que hagan factible lo que decimos y pensamos.
Proponemos: la elaboración de un programa político, a debatir en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento Europeo, que contenga planes de desarrollo económico, educativo, sanitario y social, concretado por regiones. Y, dos, plantear que el grupo político de Izquierda Verde del Congreso proponga una moción para la eliminación de las bases militares extranjeras en España y que éstas se conviertan en ‘bases para la paz’.
Programa común de izquierdas
El actual modelo de integración europea se encuentra en crisis, pero tampoco es deseable una marcha atrás. De ahí, que sólo la izquierda política, social y cultural está en condiciones de encabezar una propuesta a favor de una Europa democrática, socialmente avanzada y activa en la defensa de la paz y de un mundo más justo y solidario. Esta es la gran tarea del PIE.
Esta alternativa debe contener una Carta Social Europea, con derechos y deberes mínimos que afecten a toda la clase trabajadora de los 25 países de la UE para luchar contra las deslocalizaciones y el dumping social y laboral. Asimismo, medidas concretas de democratización de las instituciones europeas: actividad parlamentaria, referéndum, consultas, etc., y un proceso constituyente para la elaboración de las normas que deben regir la UE.
También, independencia en los planes y propuestas de Seguridad y Defensa; poner en marcha un principio fiscalizador común y fortalecer el espacio público europeo.
Centralidad del mundo del trabajo
La lucha por el pleno empleo, de calidad y con derechos sociales. Ese es el objetivo, que exige no sólo modificaciones legislativas y nuevas regulaciones sociolaborales, sino un nuevo modelo productivo, situando en el centro el concepto de democracia económico-social. Un Estado social ampliado que convierta realmente los derechos sociales en derechos fundamentales, que garantice espacios desmercantilizados en la economía y en la sociedad, con más poder para los trabajadores y trabajadoras. Eso añadido a un sistema fiscal suficiente, progresivo y justo y a que los jóvenes y las mujeres dispongan de medidas específicas que no caben sin más en un plan de carácter general.
Democracia y tecnociencia
Las fuentes de la vida, la seguridad alimentaria y hasta elementos sustanciales de la vida como el genoma humano están siendo sometidas a la lógica del beneficio privado. Una política socialista de la ciencia y de la tecnología tendría que situar los intereses de las generaciones futuras, del medio ambiente y de las necesidades básicas de las poblaciones en el centro de la política efectiva y real, ya que aquí nos jugamos el futuro.
República, federalismo y democracia participativa
Significa apostar por el autogobierno de la ciudadanía, por la descentralización del poder político y por una democracia real donde las decisiones cruciales se tomen por las poblaciones y no por una elite de políticos profesionales. En los cambios constitucionales que se avecinan, situamos la república como eje central, el federalismo democrático y solidario, el estado plurinacional y que sitúe la reforma política en un contexto de construcción real europea.
Educación y Cultura
La cultura exige una forma de pensar, ser y vivir que esté de acuerdo con una concepción democrática, participativa y de orientación socialista. La educación que, además de preparar en diversas disciplinas, cree conciencia crítica y de sensibilidad social. Una educación pública, laica.
El Partido impulsará una nueva relación con todas las personas que tengan voluntad de intervenir con sus análisis, reflexiones y propuestas en el proyecto de cambio que preconizamos.