La elaboración del Manifiesto no pretender enmendar a los maestros Marx y Lenin, sino incorporar los nuevos elementos que han ido surgiendo desde entonces, según explicó Julio Anguita: “Hayque ver las cosas que le faltan y las que le sobran. Hay que ponerlo al día”.

Marx, era un hombre optimista del siglo XIX, y auque en algunas partes de El Capital decía que había que devolver a la naturaleza aquello se le quita, por entonces no se veía la posibilidad del crecimiento económico ilimitado que se está llevando a cabo, lo que implica la necesidad de replantear conceptos como el nivel y calidad de vida, el consumo, el crecimiento sostenido, el cambio climático, etc. Y eso, entre otras muchas cosas, es lo hay que incorporar al Manifiesto.

Desde el Manifiesto Programa de 1975

Anguita explicó que el Manifiesto Programa de 1975 ya no sirve porque está hecho desde las tesis rupturistas; cuando el Partido defendía la ruptura democrática e intentaba que el rey Juan Carlos I no llegara a reinar, y dónde incluso se planteaban etapas del futuro desarrollo con unos puntos programáticos muy claros.

Entoces, por ejemplo, se utilizaba la palabra socialismo como una etapa del proyecto revolucionario y no como se entiende hoy, como las siglas de una formación política. El ex-coordinador de IU matizó:“Ese manifiesto ha sido derrumbado por la historia, pero conviene leerlo porque tiene cosas muy interesantes”.

Han transcurrido 30 años y el contexto nacional e internacional han cambiado radicalmente. La caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética han supuesto un nuevo orden internacional, y entre otras cosas una pérdida de referencias. Los editorialistas y los medios de comunicación aprovecharon la ocasión para combatir ideológicamente el comunismo desde la propaganda, igual que lo siguen haciendo y siguen hablando de la dictadura de Cuba y la dictadura de Venezuela, en unos países donde esos presidente están dando lecciones de democracia al mundo, como recordó Anguita. “Esta tesis de ataque y de guerra de ideológica muchas veces no es correspondida por nosotros y otros sectores de la izquierda como debiera. Hay que armarse.” Y el Manifiesto es un arma para llevar a cabo esa defensa ideológica.

Otro de los grandes cambios de las últimas décadas es el fracaso estrepitoso de la socialdemocracia en todo el mundo, después de su renuncia al marxismo, igual que hizo en España Felipe González diciendo que antes de ser marxistas hay que ser socialistas, ante los aplausos de la derecha. Y aún así siguen manteniendo que ellos son la única referencia de la izquierda.

Hace unas semanas China, con la guerra comercial de los textiles, ha dado otra lección al capitalismo cuestionando uno de sus principios diciendo, ¿no querían comercio libre?, !Pues aquí lo tienen!

El papel de los sindicatos será otra de las cuestiones que habrá que definir, si hay un sindicalismo revolucionario y cómo se coordina, cómo luchar contra la deslocalización, cómo actuar contra el desorden internacional, etc..

También hay que abordar el problema de la Unión Europa, que no es sólamente el No en el referendum sobre Tratado Constitucional, sino que es un problema económico y de distribución de la riqueza, dónde los estados miembros no se ponen de acuerdo en el reparto del dinero, y donde ahora hay menos dinero cuando hay diez países más. Anguita planteó: “¿Cómo se va a construir una entidad así sin un presupuesto? Eso es metafísicamente imposible”, y recomendó a los militantes volver a leer los documentos que el Partido elaboró en 1989 sobre la propuesta europea.

Hay muchos temas sobre los que hay que pronunciarse: el cambio climático, la sostenibilidad ecológica, la sociedad de la satisfacción, ¿qué es calidad de vida? ¿Se mide a través del índice del Productor Interior Bruto, a través de nuestra capacidad consumista o a través de los índices de desarrollo?

Hay que renacer

Anguita explicó que en este manifiesto hay una cuestión personal, una respuesta de lucha y de incorformidad y que es “No me da la gana”, un No me da la gana, que no sirve de nada quedándose en casa. Dijo que hay que posicionarse, y explicó que la forma de hacerlo es prepararse para renacer. “Y renacer es volver a nacer de nuevo, del mismo padre y de la misma madre, viniendo de la misma estirpe pero situándose en otro momento distinto. No miremos para atrás nada más que para tomar impulso. Miremos hacia delante Y esto significa acción. Acción y actividad. Hacia afuera y hacia dentro. Se trata de elaborar de política, no de preparar mensajes electorales ni frases ingeniosas para las ruedas de prensa”. Continuó diciendo que no es cuestión de hablar de la madre del presidente del gobierno o del padre de Aznar. Hay que luchar contra todo eso, pero no insultando ya que eso es chabacano y no sirve. Hay que usar el bisturí para ir diseccionando la podredumbre. Y para manejar ese bisturí hay que prepararse,estudiar, estar como los comunistas han a lo largo de su historia. Y eso significa reincorporarse a la acción, estar activo en una agrupación que esté viva. Hacer trabajo, acción y movilización.

La movilización, para Anguita, no es salir a la calle como se sale a pasear. “A calle se va cuando antes ha habido una preparación, y unos objetivos, porque después de salir a la calle ¿qué?. ¿De qué vale una gran huelga general si al día siguiente no están previstos los pasos? No es sólo cuestión de llenar la calle, hay que llenarla pero con un proyecto. Y ese proyecto es cuestión de debate, de estudio, de preparación, de programa”.

Anguita lamentó la capacidad que el capital tiene para coordinarse internacionalmente y lo difícil que resulta la coordinación entre los comunistas de todo el mundo, recordando que no sólo es cuestión de hablar de internacionalismo sino de practicarlo. Por eso Anguita pidió un gran acto de autoconvocatoria entre los comunistas españoles y los camaradas de otros países.

Anguita llamó a la autoconvocatoria de todos los comunistas. “Cuando hay una convocatoria hay un proyecto y cualquier militante de este partido tiene la voluntad y la inteligencia, si tiene las ganas, de meterse a trabajar en este proyecto.” Una la forma de hacerlo es leer y estudiar: “Un partido que no está informado no sirve, porque no sabe de qué está hablando. Esto no va funcionar si no se leen los papeles. Hay que debatir y hay que cambiar también el tipo de debates, que es que aburren hasta a las ovejas”.

El marxismo es una gran realidad

“Hoy el Marxismo no sólo es una idea, una teoría o una concepción del mundo: El marxismo es una gran realidad. Y al mismo tiempo sigue siendo un blanco de ataques. Dijeron que había muerto. Pero en el momento que en Venezuela, en Bolivia, en Iraq o en Francia apunta una nueva movilización que cuestiona elementos centrales del capitalismo, inmediatamente surge el fantasma del comunismo y vuelven cargarse la propaganda comunicacional para decir que está derrotado” explicó el Secretario General del PCE Paco Frutos.

Frutos defendió que el comunismo sigue teniendo sentido a comienzos del siglo XXI. El Secretario General destacó que hay tesis que siguen siendo válidas, como son la naturaleza explotadora y depredadora del capitalismo, la lucha de clases y el reparto de la plusvalía, pero que a la contradición de la lucha de clases hay que añadir otras realidades de género, étnicas, religiosas y ambientales, y que hay que superar el sentido determinista de la historia. Se trata, según Frutos de “mantener las tesis válidas, revisar las que deben ajustarse, abandonando las que la realidad ya ha dejado”. Y añadío: “Con este Manifiesto Comunista intentamos hacer una aportación por dentro y fuera del Partido para contribuir a transformar el mundo”.

Por su parte, Felipe Alcaraz, Presidente Ejecutivo del Comité Federal, matizó que ésta no es la presentación del Manifiesto Programa, sino la presentación del debate para su elaboración y que habrá que esperar dos o tres años para la conclusión de los trabajos.

“El Manifiesto no será tal si no sois vosotros los propietarios de él. No es el Manifiesto de la dirección. Si no se encamina en el método participativo, de los y las militantes, no sería el Manifiesto que estamos buscando; sería un Manifiesto ajeno a vosotros. Tenéis que ser vosotros los que nos presentéis el Manifiesto y no al contrario.”

Alcaraz explicó que estamos atravesando uno de los momentos más difíciles de nuestra historia, e incidió en no olvidar que hay un pasado y una historia donde poder retroceder para coger carrerilla, a pesar de que ahora se intente dulcificar la historia: la ley de la concialición histórica que prepara el gobierno quiere equipar los dos bandos de la guerra civil y Alcaraz temió que, de seguir por este camino, a este paso va a resultar que en este país no hubo una dictadura ni un golpe de estado fascista. Y no es así, había una república. La historia, sufrió en la transición de un pacto de amnesia, y parece que esta es una democracia olvidada. “Con este Manifiesto vamos a recuperar nuestro propio rostro para el siglo XXI, por eso es de enorme importancia”, cocluyó Julio Anguita explicó que no hay prisa para su conclusión porque no se trata de hacerlo rápido sino de hacerlo bien e invitó a toda la militancia a leer, a estudiar, a debatir y a trabajar en este manifiesto que tiene que ser el Manifiesto de todos y todas.