Felipe Alcaraz se dirigió directamente a los militantes del PCE para transmitirles la necesidad de refortalecer el Partido entre todos, de trabajar en la política de afiliaciones y tener fuerza para poder ir a las elecciones con nuestro propio rostro comunista y con una identidad clara, que no tiene nada que ver con el modelo de política de desarrollo del PSOE, con su economía liberal, ni su giro hacia la derecha. La izquierda es otra cosa, e Izquierda Unida tiene que recuperar su sitio. El partido comunista tiene una historia de la que enorgullecerse y un futuro que trabajar, y que tendrán una cita en las próximas elecciones municipales y autonómicas, en las que los comunistas tendrán que estar muy presentes.
El Partido
Hacen falta más comunistas. Hay que ir a una política de afiliación que construya comités locales, necesitamos gente para la batalla dura, durísima, que se avecina.
Hay que regularizar las finanzas. Aún no lo hemos conseguido, aunque es verdad que la gente cada vez es más consciente y que hemos recibido cantidades importantes de Salar, en Granada, de Almería, de Montoso, etc.
Las elecciones municipales y autonómicas
Hay que dar a una batalla fuerte en las elecciones municipales y autonómicas. Los comunistas servimos para algo más que pegar carteles y repartir octavillas. Tenemos que ir en las candidaturas de las municipales y de las autonómicas. Sin privilegios, pero que nadie por ser comunista sea bajado del sitio que le corresponda en la candidatura.
Un PCE fuerte para otra IU
Después del último Congreso estamos saliendo de una especie de segunda clandestinidad. En la primera, en la real, salíamos de la lucha contra Franco, y salíamos con nuestro rostro: el Partido, el que nunca arrió la bandera de la lucha por la libertad. Ahora salimos de una segunda clandestinidad marcada por nuestros propios errores, los del XIII y XIV Congreso, cuando creíamos que bajando la fuerza del Partido le daríamos más fuerza a Izquierda Unida; que haciendo un partido corto, estrecho, iríamos transfiriendo esa fuerza a la política de alianzas que estamos defendiendo. Pero no. No ha sido así. Hace falta un Partido Comunista fuerte para otra Izquierda Unida. Una Izquierda Unida que funcione como movimiento político y social. Y queremos salir de la segunda clandestinidad con nuestro propio rostro. No queremos hacer una renovación sin memoria. Hay una derrota que tenemos que superar conquistando un terreno firme desde el cual empezar a luchar con la máxima fuerza, coordinación y cantidad de gente posible.
Nuestra memoria histórica
Y podemos retroceder a la II República para recuperar nuestro verdadero rostro. Podemos retroceder al papel de los comunistas durante la guerra: primero ganar la guerra, segundo la revolución. Una lucha heroica de muchos comunistas y de un Partido que tuvo un volumen muy importante a partir de esa política justa que se realizó durante la guerra. Y podemos volver a la memoria heroica de los compañeros y camaradas que lucharon desde la clandestinidad, en las guerrillas en 1956 contra el franquismo. No tenemos mayoría absoluta en votos, máxime en una democracia que no es tal con la actual ley electoral. Ahí hemos perdido una batalla. Pero sí tenemos mayoría absoluta en humillados, en perseguidos en torturados, exiliados, fusilados. Ahí vamos a volver también. Para recuperar fuerza, para saber qué es lo que somos. Somos los rojos. Somos los republicanos. Y no va a haber pelos en la lengua.
La democracia republicana
Y queremos salir también con una estrategia científica, popular, participativa, republicanamente construida a través del Manifiesto Programa Comunista que estamos elaborando y que dirige el camarada Julio Anguita. Memoria, manifiesto programa y política concreta diaria. No vamos a identificar una democracia que no sea republicana con una democracia de intensidad. Estamos viviendo democracia autoritaria. Y esas limitaciones han aumentado mucho a partir del 11 de septiembre: Abu Ghraib, Guantánamo, los vuelos de la CIA con gente secuestrada por gobiernos que se dicen demócatas. El otro día decía Moratinos a Willy Meyer: «No, no han aterrizado 120 aviones en territorio español, sólo 60». Gente que mata en el metro a Jean Charles de Meneses, gente que mata en Miami a uno para demostrar que tienen fuerza y que nos van a amedrentar. No hay democracia real que no sea democracia republicana. Y caminamos a democracias recortadas, de alto voltaje, democracias autoritarias. Y no queremos eso. Queremos construir democracias republicanas. Pero no hay democracia sin republicanos. Hay que quitar al rey. Pero si quitas al rey, ¿la pobre democracia que tenemos es ya una democracia republicana? No. Hay que construirla y hay que seguir adelante en esa dirección.
Nosotros y la política de Zapatero
Salgamos a la política con nuestra táctica, con nuestra estrategia y digámoslo claro: Zapatero no es nuestro líder, que nadie transfiera el liderazgo a Zapatero. Zapatero no nos representa. Su política no es la nuestra. La ideología de Zapatero, su cultura estratégica, su memoria… su atrevimiento no es el nuestro. Hay que establecer esa diferencia llegando en la política diaria a los acuerdos que podamos llegar. Pero en estos momentos se están poniendo las cosas más difíciles. Zapatero está dando un giro a la derecha. Se ha asustado mucho porque ha perdido dos o tres puntos de votos moderados. Se ha asustado mucho y se nota en el debate. En su discurso sobre la inmigración se está acercando a la derecha italiana y a la derecha española. En el discurso de los estatutos han amontillado Cataluña ¿y qué es lo que nos quieren meter a Andalucía? Un acercamiento a las enmiendas del Partido Popular. No lo vamos a aceptar de ninguna manera. Y están estableciendo discursos respecto a la memoria histórica donde ponen a los dos bandos en la misma relación: a los fascistas y a los que lucharon por defender el régimen legal de la República. Y están negociando con la jerarquía eclesiástica subir la participación de un 0,52 a un 0,7, Eso son 800.000.millones de pesetas al año. Hay un giro a la derecha muy fuerte ahí que no vamos a aceptar. Por lo tanto vamos a luchar con nuestro perfil desde un discurso diferente, tranquilo pero diferente, coincidiendo en lo que se pueda coincidir pero sabiendo que no somos una parte de la estrategia de Zapatero, que no somos una parte del PSOE, que nos somos una fuerza socialdemócrata, que somos una fuerza revolucionaria, organizada, tranquila, con las ideas a nivel táctico y estratégico muy claras.
Nuestro modelo de desarrollo frente a su modelo de crecimiento
Y vamos al fondo de la cuestión. A la economía, que Zapatero tapa con medidas coyunturales, con medidas de derechos civiles que están bien pero que están desviando la atención. Nosotros tenemos que ir a cambiar lo que hoy es el modelo de crecimiento por un modelo de desarrollo. El modelo de crecimiento cada vez es más inaceptable, con cambios estructurales muy fuertes que hay que tener en cuenta. Ese modelo de crecimiento ya no tiene en la precariedad y accidentes laborales algo que antes eran daños colaterales. Los accidentes laborales son el tributo para aumentar los beneficios privados de la gente a través de cadenas de subcontratación. Este es perfil del que se accidenta: joven, precario, subcontratado, inmigrante que vive a 40 ó 50 km. de donde trabaja. Son ya elementos causales, elementos estructurales del crecimiento, un crecimiento que se basa en accidentes laborales, en subcontratación, en precariedad, en la corrupción, en el ladrillo, en la corrupción del suelo, en la especulación de la vivienda. En eso se basa el crecimiento de la política del PSOE. Lo que con esa política no se convierte en beneficio empresarial va a parar al superávit público que no se reparte o se reparte muy mal. Es una política absolutamente inaceptable y que se está expresando directamente en la reforma laboral inaceptable, en el pacto de pensiones inaceptable, en la reforma fiscal inaceptable, en la ley de dependencia inaceptable, en la política de inmigración inaceptable, en la política de memoria histórica inaceptable. Por lo tanto, digámoslo claro, sin miedo a coincidir en lo que se pueda o se deba coincidir. Vayamos avanzando. Vayamos construyendo Partido. Vayamos construyendo discurso. Vayamos haciendo que el Partido Comunista sea visible. Que se vea. Que existe. Que da la cara.
Sigamos adelante con nuestro referente, con Cuba, y habrá que preguntarse qué se parece más a una democracia republicana, ¿Cuba o Estados Unidos, aunque haya urnas de por medio?. Mucho más Cuba. Nuestra fuerza está ahí con Cuba, con Palestina, con los saharauis, con los comunistas del mundo, avanzando con Chávez, con Evo Morales, con fuerza, rompiendo de cara a hacerles una avería muy fuerte al imperialismo. Y no va mal la cosa, ¿sabéis que el Departamento de Estado de EE.UU., de nuevo, acaba de crear una división para estudiar el seguimiento de los comunistas en el mundo? A la vez que una noticia mala significa que empezamos a andar, que empezamos a caminar, que no nos llevan como corderos. Adelante. A por una democracia republicana, a por un partido fuerte y visible.