M.O.: ¿Cuáles son los puntos más significativos de la lucha de los trabajadores de Sintel?

A.J.: Hay que remontarse a hace seis años, cuando el 3 de agosto de 2001 se firmó un acuerdo entre el Gobierno, Telefónica y la cúpula sindical de CC.OO. Al no cumplirse este acuerdo, se decidió ir a movilizaciones durante los dos años en los que se estuvo cobrando la prestación por desempleo, que culmina en las seis marchas desde distintos puntos del Estado que concluyen en la manifestación del 1 de Mayo. A partir de ahí se produjo una criminalización de los trabajadores de Sintel: se dijo que rechazábamos las ofertas de trabajo, se nos catalogó de vagos y maleantes como hacía el franquismo. Mientras tanto seguíamos sin tener puestos de trabajo en las 42 provincias donde estamos, seguíamos sin salario, sin prestación por desempleo, ni siquiera hemos cobrado los 20 días por año trabajado que nos corresponden, ni tampoco el plan de pensiones aprobado por el Tribunal Constitucional. Durante este tiempo el sistema creyó que nos había enterrado, con lo que eso significa para cualquier trabajador del Estado.
Los trabajadores de Sintel hemos visto cómo el Delegado de Gobierno Ansuátegui prohibía nuestras manifestaciones, amparándose en una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Madrid que suspendió nuestro derecho a la libre reunión y manifestación basándose en que hoy existen medios tecnológicos suficientes para expresarse. Esto es fascismo. Fuimos a reunirnos a la sede de CC.OO., y nos echaron con los antidisturbios, algo que ni el mismo Ansuátegui se había atrevido a hacer. Fuimos al Parlamento a exigir que se cumplieran los acuerdos, y todos los grupos nos ofrecieron un silencio cobarde con diferentes argumentos: contra la mayoría absoluta del PP no podían hacer nada, no podían enfrentarse a CC.OO., etc. Se nos cerraron todas las puertas y mientras tanto los medios de comunicación se dedicaban a desprestigiarnos.

M.O.: ¿Cómo se continuó la lucha en ese momento?

A.J.: Nosotros decidimos mantenernos fieles al lema del Campamento de la Esperanza «si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido». Por tanto, tras unos meses de debate y reflexión, decidimos iniciar una nueva lucha tomando nota de dos cosas de las que nos dimos cuenta: que no había movilización posible por aquella sentencia del TC, y que estábamos sin dinero. Por lo tanto, la lucha se centró en dos ejes: lograr un sustrato económico para mantenernos, y por esto se decide crear Sintratel que hoy ya llega a los 300 trabajadores, y una lucha jurídica contra los responsables de nuestra situación.
Respecto a la lucha jurídica, hemos querido perseguir a los delincuentes que nos han dejado en la calle y sentarlos en los tribunales con una querella criminal contra Telefónica, tanto contra el amigo de Felipe González, Cándido Velásquez, como contra el amigo de Aznar, César Alierta. Poco a poco fueron saliendo más responsables, y ahora mismo hay 23 imputados en el «caso Sintel», entre ellos tres Secretarios Generales de Consejo de Administración, dos hijos del mafioso de Miami Jorge Más Canosa, Luis Chicharro, Martínez Roa y un largo etcétera. La fiscalía determinó que Telefónica había planificado la quiebra de la empresa.

M.O.: ¿Por qué se reanudan las movilizaciones en la calle? ¿Cómo está respondiendo el PSOE?

A.J.: A partir de 2003 se produce un cambio inesperado: el cambio de Gobierno en el PSOE, con una minoría mayoritaria. Si para cualquier persona de izquierdas esto fue una alegría, para los trabajadores de Sintel fue una doble alegría porque durante nuestra lucha hemos visto la cara fascista de Aznar. Ahora bien, en tres años de gobierno socialista no se ha cumplido nada de lo que se nos prometió ¿Qué nos lleva a convocar estas nuevas movilizaciones? Primero, que tras cuatro años y medio hemos ganado la sentencia del Tribunal Constitucional que nos impedía manifestarnos, y ya podemos salir a la calle. Segundo, que la Fiscalía Anticorrupción por fin ha determinado que Telefónica fue quien planificó la quiebra de Sintel. Y en tercer lugar, que había elecciones municipales y autonómicas, como dentro de poco habrá elecciones generales. Por eso lo que hemos hecho en las manifestaciones fue portar una pantalla de televisión y un DVD donde se reprodujo la rueda de prensa que Zapatero dio con nosotros en el Campamento de la Esperanza, a los pocos meses de ser nombrado Secretario General del PSOE.
Hemos realizado concentraciones frente a las sedes del PSOE en Madrid, Coruña, Vigo, Albacete, Málaga… Hay muchos motivos para manifestarse, el gobierno ni siquiera ha contestado una carta en tres años, y el conflicto lleva ya seis años sin resolverse. Tras sacar a 500 personas enfrente de la sede del PSOE, planteamos una manifestación mayor para el 24 de mayo, y el día antes, miércoles 23, se nos llamó desde el gobierno ofreciéndonos un Plan Social para solucionar el conflicto. Viendo que se nos escuchaba por fin, decidimos desconvocar la manifestación, sustituyéndola por una asamblea informativa. Ya hemos hecho tres reuniones, el jueves 7 de junio es la cuarta reunión en el Ministerio de Trabajo, y vamos hacia un proceso muy lento y complejo que nunca se ha hecho.
Tenemos la palabra de José Blanco, de Zapatero, y de muchos otros dirigentes del PSOE que nos prometieron una solución hace ya seis años. Ahora bien, advertimos al gobierno que si no cumple reanudaremos la lucha en la calle, y esta vez con más fuerza, aunque se nos criminalice.

M.O.: Por último, ¿qué tal le va a Sintratel?

A.J.: En octubre de 2003 pusimos en marcha la empresa Sintratel, y lo hicimos en unas condiciones desfavorables, sin recursos, sin centros de trabajo ni capital, sin ni siquiera el subsidio por desempleo pues ya lo habíamos consumido, con el PP en el gobierno y un bloqueo impuesto por Telefónica, quien amenazó a las empresas del sector con retirar la subcontrata si nos contrataban a nosotros. A pesar de estas condiciones, a los seis meses Sintratel había contratado a 170 trabajadores, y un año después a 277, con una edad media de 50 años, todos con contrato fijo y unos salarios modestos pero dignos en un ejemplo de empresa autogestionaria.
El deseo del sistema era que los trabajadores nos despedazáramos entre nosotros, evitar la unidad entre nosotros. Pues bien, se han vuelto a equivocar. Desde 2003 llevamos trabajando día y noche, el primer año no tuvimos vacaciones, hubo que hacer un esfuerzo enorme para lanzar una empresa sin recursos, pero lo hicimos pensando en el deber de contratar a nuestros compañeros. Es duro, pero es decisión nuestra: nosotros hacemos nuestro propio convenio y lo cumplimos.
La marcha de la empresa va estupendamente, pero vamos a hablar claro: Sintratel es una empresa socialista en un hábitat capitalista. Tenemos como Presidentes de Honor a José Luis Sanpedro y a José Saramago, pero el honor en realidad es para nosotros por tener su apoyo, porque representan la solidaridad internacional que hemos recibido. No recibimos ni uno de los fondos europeos que van a las empresas con mayores de 45 años, ni uno sólo, y no sólo en Madrid donde gobierna el PP, sino en comunidades socialistas como Andalucía. Hemos recibido varios premios, entre ellos el Premio a la Trayectoria Empresarial, reconociéndose que no existe un caso como el nuestro en todo el Estado, y el Premio Ciudadanos, que nos iba a entregar nuestro querido compañero Marcelino Camacho, aunque finalmente no pudo ser debido a su hospitalización el día antes.