Ha causado expectación general el hecho de que un presidente inequívocamente comunista haya salido elegido democráticamente en un país de la Unión Europea (UE), Chipre. Las primeras entrevistas concedidas por Demetris Christofias, secretario del partido AKEL, destacan por su claridad, concisión y convicciones. Además ayudan a explicar el hecho de que en medio de una Unión Europea, arrastrada por la mentalidad conservadora que imprime la globalización neoliberal con sus desregulaciones y precariedades, una mayoría de la población haya elegido un partido y una personalidad manifiestamente comunista. Hay que recordar que esta elección se realizó en la segunda vuelta y gracias al apoyo de otros partidos, tanto de centroderecha como socialistas, pero en donde AKEL recibía la mayoría de los votos y era el soporte básico.
Se pueden centrar en cuatro los aspectos que permiten explicar este hecho en principio singular en el panorama europeo tras la Ampliación de la UE al Este: 1º) La evolución del partido comunista de Chipre y su liderazgo en la lucha por las libertades y la democracia que llevó en la época de la independencia de Inglaterra desde 1960 y desembocó en una colaboración con el jefe de Estado entonces, el obispo Makarios, con una posición central políticamente. 2º) En segundo lugar, su ejemplar lucha por la independencia, contra la invasión y ocupación y contra partición de la isla durante la invasión turca apoyada por los coroneles griegos. Hay que señalar que desde siempre AKEL ha estado a favor de la convivencia con los turcochipriotas criticando la intransigencia de algunos líderes grecochipriotas por su hostilidad hacia los turcochipriotas. 3º) En tercer lugar, y fruto de lo anterior, una organización de partido y una influencia social y sindical de gran envergadura, ligada a la realidad cotidiana. 4º) En cuarto lugar una gran flexibilidad y ausencia de dogmatismo que le ha permitido situar en todo momento los intereses del pueblo chipriota como fue en el caso de la incorporación de su país a la UE como ámbito para defender los anhelos de reunificación.
Las respuestas que estos días ha dado Christofias a varios entrevistadores europeos atraídos por esta peculiar situación permiten apreciar lo indicado.
La primera cuestión a destacar es que en la elección de Christofias ha pesado mucho la apuesta decidida, de largo aliento, que AKEL y Christofias han hecho siempre de la causa de la reunificación de la isla, su independencia, contra la injerencia extranjera, como bandera de identidad nacional, de independencia y de hermandad entre la población grecochipriota y la turcochipriota. Nunca han sido chovinistas o greco-nacionalistas. De hecho Christofias ha sido el único líder grecochipriota en atravesar la línea y entrevistarse con los líderes de la otra parte y tener un partido hermano en ese lado. Precisamente esa apuesta le diferenciaba de su antecesor, el conservador Papadopoulos.
Llega a afirmar Christofias que los turcochipriotas son «sus hermanos» y que por ello no es tan difícil resolver el contencioso histórico que se arrastra desde la invasión turca en 1974, alentada por la dictadura griega, precisamente para luchar contra la influencia comunista en Chipre. En esta primera cuestión de la pendiente reunificación de la isla también los pasos a recorrer son firmes según Christofias. Entablar negociaciones con el lider turcochipriota, Mehmet Ali Tala, que también está a favor de una especie de reunificación, sobre la base de las resoluciones de la ONU que condenan dicha invasión y propugnan la reunificación como un Estado con dos pueblos y el acuerdo de julio de 2006. Cuando se le pregunta por la eventual similitud con lo ocurrido con la independencia dada a Kosovo y su aplicación a Chipre su respuesta es igualmente firme. Existen compromisos internacionales como el Acta de Helsinki sobre la inamovilidad de las fronteras, así como las resoluciones de la ONU que para Chipre son muy claras; la reunificación en un solo Estado, tal como se firmó el 2 de julio del año 2006 entre Talat y su antecesor Papadopoulos. Chipre está sufriendo una ocupación militar. Es tal el ímpetu recibido por el voto popular en esta dirección que sin esperar a más ya esta misma semana Christofias procede a consultas con las dos instancias, la ONU y su Consejo de Seguridad y su representante para Chipre Michael Moller, y la Unión Europea y el Presidente de la Comisión Europea, Barroso, para, a continuación, entablar sin más dilación negociaciones con el líder turcochipriota sobre la base de la legislación internacional, las resoluciones de la ONU y los acuerdos suscritos.
Indica que no depende de la mera bilateralidad de las conversaciones, a solas, sino de llevar en esas conversaciones los marcos legales y los compromisos internacionales para poder avanzar.
No se puede evitar sacar a relucir el símil con lo que ocurre en Palestina donde Estados Unidos y la Unión Europea desean que la solución venga sólo de la bilateralidad de las conversaciones israeloplaestinas y no tanto de aplicar las resoluciones de la ONU y la legalidad internacional. Hay que tener en cuenta que es tal la presión existente para poder a su vez resolver el contencioso de la UE con Turquía que Christofias ha recibido todo tipo de apoyos para llevar adelante tales iniciativas, desde Estados Unidos, Gran Bretaña, la UE en su Cumbre de Primavera, hasta de Grecia, el país más involucrado con visitas a su Jefe de Estado Papoulias y al de Gobierno Karamanlis. De ahí que no descarte a tal fin una eventual entrevista con Erdogan, el jefe de Gobierno turco. Dice con toda rotundidad que se dirigirá a la Organización de la Conferencia Islámica para que no apoye como Estado al turcochipriota y sigan las resoluciones de la ONU. También confía en que la presión de la UE a Turquía- que tiene que volver a evaluar el avance de dicho país en 2009 -puede ayudar. No hay que olvidar que otro factor que incide para tal urgencia y presión es el hecho de que el contencioso chipriota pone en evidencia una peligrosa rivalidad y enfrentamiento entre poderosos miembros de la OTAN. También pesará en las conversaciones con los turcochipriotas el que ellos apoyaron la propuesta de la ONU de 2004 mientras que los grecochipriotas la rechazaron.
Como es comprensible ha habido preguntas en las que se trata de destacar la aparente «anomalía» europea de que el pueblo chipriota haya elegido un «comunista» como presidente así como sobre las eventuales consecuencias de tal hecho en medio de una Europa neoliberal. Las respuestas de Christofias no tienen desperdicio. En primer lugar destaca el derecho del pueblo chipriota y de cualquier pueblo a elegir quien considere mejor como derecho democrático y por ello a ser respetada tal determinación libremente ejercida, es decir el derecho a escoger su «propio destino». Pero a continuación avanza una posible explicación de tal «anomalía»: el hecho de que AKEL haya situado siempre en primer lugar la justicia social como objetivo primordial y que ello está por encima de toda consideración economicista. Aunque ello no es óbice para considerar a AKEL como un factor de estabilidad y de eficacia económica para su país en el contexto europeo. De hecho AKEL apoyó la entrada de Chipre en la UE. Christofias señala cómo hace falta retrasar la adopción del euro a fin de preparar mejor la economía del país. Más aún, indica que no tiene sentido centrar toda la acción en tener superávit fiscal cuando persisten necesidades en la sociedad. «Es trágico tener superávit fiscal cuando tenemos problemas sociales»,…. «Mantendremos la disciplina macroeconómica y la estabilidad pero no podemos quitar el pan de la boca de la gente para tal objetivo». Christofias no pretende cambiar el régimen socioeconómico para adoptar un modelo socialista. AKEL está convencido de la cooperación entre el Estado y el sector privado. «Administraremos el sistema en un sentido progresista y moderno»…. «Aumentaremos la financiación para la investigación y el desarrollo tecnológico y atraeremos las inversiones a Chipre para convertir al país en un centro regional de servicios y también apoyaremos la pequeña y la mediana empresa»…»Llevaremos a cabo una profunda reforma educativa para promover una sociedad basada en la tecnología pero que a la vez esté comprometida con los valores humanos».
Se intenta dar una vuelta de tuerca por los entrevistadores al preguntar sobre la conjugación del principio «marxista-leninista» de los Estatutos de AKEl con la realidad cotidiana. Christofias responde que ellos se caracterizan por aplicar de forma creativa y no dogmática el marxismo. Se caracterizan por su espíritu conciliador, pragmático. Él mismo se autodefine «como hombre de consenso que aplica la sabiduría y sentido común para solucionar problemas» . De hecho al interior del partido sólo un 5% son ateos, mientras que el 95% practican la religión ortodoxa. Cuando el entrevistador pretende una crítica del comunismo como algo obsoleto o descalificado por lo ocurrido en los países del este europeo no tiene ninguna duda Christofias en desmarcarse de la experiencia llamada «socialista» del este europeo reivindicando la trayectoria democrática y en defensa de las libertades de AKEL en la propia historia de Chipre.
No puede uno evitar el recuerdo de la entrevista que tuvo Christofias con su camarada Andros Kiprianou en julio del año 1999 con Julio Anguita en Madrid en la que se puso de manifiesto esa sabiduría y compromiso firme con los valores de la democracia y el socialismo, a la vez que el largo aliento que desprendía la trayectoria de AKEL y de su líder, hoy Presidente de Chipre.
* Responsable Europa PCE