1.- IU debe definir con claridad su discurso, ya que este es difuso en términos identitarios. Es preciso, asimismo, definir una misma posición en todo el Estado que no lleve a confusiones a los potenciales electores y a la ciudadanía, como por ejemplo la posición que se mantiene con relación a los nacionalismos, verbalizamos la adscripción al federalismo como vía de superación de las posibles fracturas sociales entre nacionalistas y no nacionalistas y entre las distintas comunidades pero nuestra practica no es acorde a este planteamiento ya que pactamos en ocasiones con fuerzas nacionalistas que justificamos posteriormente. Otros ejemplos serian situaciones de votaciones coincidentes con otros partidos en diferentes instituciones en otras comunidades autónomas y al margen del resto de la izquierda política o social. En cualquier caso, es preciso definir y poner en valor la necesidad de una izquierda transformadora que evitando experimentaciones y/o ocurrencias, se acerque a una sociedad que ha sufrido fuertes transformaciones tanto en los modelos productivos como de clase.
2.- IU debe priorizar la consolidación de sus votantes, asentando nuestra base electoral y reforzando las ideas fuerza base de nuestro discurso: entre otros, defensa de los servicios públicos, acceso a la vivienda, lucha contra la precariedad, presentación de alternativas concretas para sectores que demandan protección, apoyo a las reivindicaciones de los sindicatos de clase, propuestas sobre generación de empleo de calidad y niveles de formación. Todo ello remitiendo un mensaje preferentemente basado en lo social. Todo esto no puede basarse en el mensaje de «más izquierda» que no responde al modelo anteriormente mencionado de propuestas concretas y discurso claro y entendible por la ciudadanía y especialmente por nuestros votantes. Posteriormente el planteamiento debe ser recuperar al electorado desencantado que desplaza su voto a otros partidos por la utilidad o por otros motivos, realizando un análisis riguroso sobre el perfil de nuestros votantes y lo que demandan de una fuerza política como IU.
3.- Antes de proponer un modelo concreto hay que superar la cultura organizativa basada en la querella interna permanente y trabajar por un nuevo espacio unitario de y para todos. Hay que realizar una valoración retrospectiva de los errores cometidos, no para buscar culpables pero si para situar las responsabilidades desde la autocrítica y por supuesto hay que mostrar una disposición para el cambio. Cambio de las condiciones externas (Ley electoral) pero sobre todo de las condiciones internas que son las que mayor incidencia tienen sobre nuestra base social y grupos diana. En todo caso, ahora es el momento de trabajar para la recuperación si es que hemos entendido el mensaje.
Paloma López, Vocal Comisión Ejecutiva Confederal de CC.OO, Miembro Presidencia IU-Madrid