Mundo Obrero: Hacía ya mucho tiempo que el Partido no organizaba una Conferencia Federal de Mujer, en concreto 10 años ¿te has llevado alguna sorpresa en los contenidos de los debates que no esperaras? ¿Cuál es la valoración de estos dos días de trabajo?
Maite Mola:
Lo que más me ha sorprendido es el nivel del debate. En este momento el Partido tiene en su conjunto una formación feminista más que aceptable, y muchas ganas de debatir. Yo estuve en la última Conferencia de mujer del 98, y no hay color.
También me ha sorprendido gratamente la presencia de bastantes camaradas jóvenes, hombres y mujeres. La valoración de la jornada es muy positiva, hemos hecho una buena puesta en común e intercambiado puntos de vista sobre temas que se debaten poco, más que nada por falta de espacios.

M.O.: En este encuentro federal ¿Hay una línea clara y unitaria de trabajo en tema de género?
M.M.:
Yo diría que más que unitaria, la hay mayoritaria. No todas las posiciones coinciden, sobre todo en la caracterización del propio concepto de feminismo, pero mayoritariamente estamos en el feminismo de la igualdad, que fue el que teorizaron las feministas marxistas de los 70, y que Simone de Beauvoir también adoptó en el último período (ella decía que no se podía ser feminista si no se era de izquierdas), igualdad por la que se lucha a la vez que por el socialismo, no después…Nosotras en todo caso, estamos con el modelo de la ONU del feminismo basado en el respeto de los derechos humanos; por eso estamos, por ejemplo, por la abolición de la prostitución.

M.O.: ¿Está clara la dicotomía de la doble militancia comunista y feminista?
M.M.:
No hay ninguna dicotomía, si eres un luchador/a por la emancipación del ser humano, se supone que no es del 50%, o sea de los hombres, si no de todas y todos. Por tanto ser comunista debería implicar ser feminista, aunque a los hombres, también a los de izquierda, les cuesta mucho renunciar a ciertos privilegios, basados en la sumisión y tutelaje de las mujeres.

M.O.: ¿Hay unanimidad de criterios en el tema de las listas paritarias?
M.M.:
La unanimidad en un colectivo no existe, lo que hay es un gran acuerdo en que debe existir la discriminación positiva, mientras no haya igualdad. El tema de las listas es uno más, pero de gran interés. Si no se obliga a la paridad, la tendencia es a que los hombres ocupen mayoritariamente los puestos, no se les cuestiona la valía; a las mujeres se nos exige más, es absurdo pero a las pruebas me remito, basta echar un vistazo crítico alrededor.

M.O.: La mujer es la más afectada por la precariedad laboral y la desregularización del mercado laboral. Ahora, a las políticas neoliberales se suma la crisis económica y social. ¿Cuáles son las propuestas del Partido no sólo para resistir la embestida sino para avanzar en la igualdad laboral y en otros derechos como la conciliación de la vida familiar, etc?
M.M.:
Debemos conciliar hombres y mujeres, por tanto no contemplo la conciliación dentro de medidas específicas para la mujer.
Para la precariedad, hay que hacer leyes que la combatan a todos los niveles, en el caso de las mujeres si conciliáramos tod@s, la lucha por la precariedad sería la misma que para ellos, lucha contra el modelo capitalista, a favor de los servicios públicos y con medidas generales, como las 35 horas. Mientras tanto, una ley de igualdad más ambiciosa ayudaría.

M.O.: Esta Conferencia es para preparar la política de género de cara al XVIII Congreso del PCE del próximo año. ¿Qué conclusiones de la Conferencia se van a presentar al Congreso del Partido?
M.M.:
Vamos a presentar el conjunto de los textos aprobados con las aportaciones y las enmiendas, donde explicamos nuestros objetivos y nuestra concepción del feminismo, además de un programa concreto del PCE para la política de mujer.

M.O.: Con la pérdida de representación parlamentaria, ¿cómo vamos a poder avanzar en temas como el aborto, la ley integral de género y la abolición de la prostitución, entre otros?.
M.M.:
Pues habrá que hacerlo con los dos diputados que existen, con concejales/ as, diputados/as autonómicos y con el movimiento feminista sobre todo, con el que ya llevamos años trabajando codo a codo, y en el que hemos ganado algún espacio y credibilidad, con mucho esfuerzo.

M.O.: El hecho de hacer coincidir la Conferencia del PCE con la Jornada de las mujeres del PIE ha elevado el debate a nivel trasnacional. ¿Cómo ha enriquecido este doble encuentro el debate de las ideas e intercambio de experiencias?
M.M.:
En primer lugar, nos ha hecho conscientes de que la lucha por la igualdad la debemos hacer a nivel europeo, porque tenemos los mismos problemas (violencia, aborto, precariedad,…) y en segundo lugar, porque la legislación europea nos puede permitir que avances que se han conseguido en unos países, se puedan exportar a otros. Esperemos que no pase a la inversa, ya que la involución en países como Lituania o Polonia con el aborto es un hecho lamentable contra la libertad de las mujeres a decidir.

M.O.: Pregunta ineludible. Empezamos la legislatura con la creación de un Ministerio de la Igualdad y con más ministras que ministros. ¿Cuestión de imagen o perspectiva de cambios? ¿Qué podemos esperar en política de género para los próximos cuatro años.
M.M.:
La imagen es importante. Que haya mujeres en puesto de influencia es un avance, lo que se llama la visibilización de las mujeres.
Lógicamente, si sólo se queda en eso, pues el avance caduca con el paso del tiempo y se neutraliza, debe ir acompañado de políticas concretas, como el cambio de la ley del aborto y su despenalización, y la revisión de las leyes de violencia e igualdad, y por supuesto de unos presupuestos adecuados a realizar políticas de igualdad, cosa que no está clara que el PSOE vaya a hacer.
La imagen de la paridad es una condición necesaria para la igualdad, pero no suficiente.