En respuesta a la convocatoria del Foro Social Mundial, el Partido Comunista de España asume la fecha del sábado 28 de marzo como referente para organizar la primera gran movilización popular contra la crisis y el desempleo. Esta fecha no excluye que las Agrupaciones y Federaciones del PCE continúen apoyando las diversas movilizaciones obreras en torno a conflictos locales, o las convocatorias que puedan partir desde las centrales sindicales, pero sí sitúa en un plano central la organización de movilizaciones descentralizadas en cada ciudad y pueblo de España.

Ante esta convocatoria, el PCE asume como primera tarea participar en la confluencia de la izquierda alternativa, esto es, la participación en las diversas coordinadoras que se constituyan por todo el Estado de cara a esta movilización. Pero, en segundo lugar, el PCE no realizará esta participación pasivamente, sino cumpliendo un papel político fundamental: hacer de la clase obrera la protagonista de las movilizaciones del 28 de marzo.

Para cumplir este cometido, se trata de que las Agrupaciones y Federaciones del PCE sean capaces de llevar esta convocatoria a los sectores populares más golpeados por la crisis: buzoneando en los barrios obreros, instalando puntos informativos en la calle, repartiendo información en las colas del paro, reuniéndose con comités de empresa amenazados por la crisis y con movimientos sociales contra las privatizaciones, empapelando las paredes con esta convocatoria, realizando encuentros con profesores antibolonia para vincularla a la privatización… en definitiva, empleando las técnicas movilizadoras que la razón y la experiencia histórica han deparado al movimiento obrero.

Con esta acción, el PCE se dispone a hacer frente a la primera gran convocatoria contra la crisis con un objetivo: construir un movimiento contra la crisis cuyo centro político se extienda desde la izquierda realmente existente hacia la clase trabajadora, al menos en sus sectores más organizados, gracias a la actividad organizadora y movilizadora del PCE.