Escribo estas líneas justo en el momento en que se lanza la nueva entrega de The Beatles, con anuncios en toda la prensa y una campaña mediática en todos los frentes sobre el grupo más grande de la música pop. Y a punto he estado yo mismo de caer en la tentación de dedicar esta columna al cuarteto de Liverpool, sobre todo porque forma parte de la espina dorsal de mi vida. Pero, no; sólo diré al respecto que el lanzamiento de toda su discografía remasterizada era una necesidad ineludible desde hace mucho tiempo, a la vez que una vía de combatir los millones de descargas ilegales de toda su obra por internet. Bienvenida sea.
En otro orden de cosas, habrán apreciado los lectores que este espacio ha cobrado en los últimos meses una nueva tonalidad. Ya no aparecen varias novedades discográficas, más un comentario, sino la atención en exclusiva a un disco o un grupo. Esa es la línea que seguirá en las próximas entregas, tanto si ese artista o banda están instalados en la memoria popular como si son únicamente admirados por una minoría. No obstante, se me han quedado atrás algunos discos que quisiera reseñar, y a eso voy.

Lura
Eclipse (Resistencia)

Joven cantante portuguesa de ascendencia caboverdiana. Exhibe las nuevas variantes que las voces de aquellas islas indagan, con matices acá y allá sobre la morna y la coladera. De hecho, el título del disco proviene de una composición de B. Leza, una preciosa morna. De Lura destaca su bella manera de cantar, la sedosa armonización de las piezas y cómo moldea cada melodía. El disco engancha porque aúna aires atlánticos con dulzura, con toda naturalidad.

Van Morrison
Astral Weeks (Lion Records)

Empeñado en no dejar pasar un solo año sin algo nuevo, el incombustible irlandés se descolgó este año con la publicación de un directo desde el Hollywood Bowl, recorriendo uno a uno los temas de su primer gran disco desde que empezara a volar en solitario en la segunda mitad de los sesenta. Astral Weeks está considerada como una de las obras inmortales de la música pop-folk. Desconozco a cuento de qué su revisión ahora, pero bienvenida sea porque descubrirá a una buena legión de sus seguidores una grabación atípica, grandiosa. En directo, Van Morrison ha seguido la pauta original hasta finalizar la letra de cada tema, momento en que se inicia una coda sin fin. Bien, pero no mejora el original.

Aldo Romano
Just Jazz (Sony/BMG)

Cuatro enormes músicos haciendo jazz por los cuatro costados. El italiano Aldo Romano a la batería, Henri Texier al bajo, Geraldine Laurent al saxofón y Mauro Negri al clarinete. Los cuatro se bastan para firmar uno de los mejores discos de jazz grabados en 2008 y editado en España en el que rige. Nada de artificios, nada de banalidades. Es jazz en estado puro, con un gusto envidiable a la hora de escribir las composiciones, desarrollar los solos con dos instrumentos de vientos que definen melodías y dos más que solidifican la base rítmica. Cool jazz, blues, hard bop y toques de smooth jazz. Genial.

Wynton Marsalis
He and she (Blue Note)

Para mí, como he reiterado en otras ocasiones, uno de los mejores trompetistas del mundo, Wynton Marsalis, ha publicado en este año un disco un tanto extraño, una obra de tono menor, sin pellizco, difusa. Piezas que pasan sin pena ni gloria, junto a otras en que se reconoce su sello, intercaladas en un parlamento que se lo podía haber ahorrado, o haber dejado para el corte último. Pasaremos página y esperaremos con ansia la publicación de la suite que le encargó el Festival de Jazz de Vitoria y que interpretó en la edición del pasado verano en la capital alavesa junto al pianista Chano Domínguez. Para la grabación también se cuenta con la guitarra de Paco de Lucía.