Dedicado a Marcelino Camacho
No voy a decir nada nuevo, sólo refrescar la alerta política ante los hechos que acontecen. Después del cambio de gobierno se abre paso una reflexión del por qué se hace ahora y se le da bombo y platillo como si un prestidigitador (Zapatero) se sacara de la chistera a un sibilino hipnotizador que, señalando a la luna con el dedo se cree que todo el mundo se olvidará de la luna y mirará el dedo, metáfora de que el problema no es lo que se hace, sino cómo se explica. Y como el anterior gobierno era de torpes, cambiamos algo y lo vendemos como si ahora el Presidente recuperase aquel compromiso del principio, de no defraudar a los que echaron al PP. Pero es muy tarde ya y los juegos de mano ya no valen: se cae la baraja y los dados marcan cero. ¿Cómo se ha llegado a que el PP pueda ganar las elecciones por una diferencia notable, según encuestas? Por partes:
1º Hay un fracaso económico y social del neoliberalismo que arruina a las sociedades, que empobrece a los trabajadores. Es producido por el capitalismo que, no teniendo suficiente con ganar mucho, tiene que liquidar sus propias leyes y robar directamente, intentando enterrar las conquistas sociales históricas.
Si un Partido socialdemócrata (ahora de centro) no dice qué es lo que pasa, se hace cómplice de lo que hay. El PSOE no ha hecho en ningún momento una crítica al neoliberalismo, como expresión salvaje del capitalismo. Mucho menos al capitalismo, por aceptar que fuera de él no hay vida.
2º No ha habido una diferencia significativa entre el PSOE y el PP en las principales políticas base de un país: Propiedad Pública y privada, empleo, derechos sociales, educación y sanidad públicas, el concepto de Europa…. Cuando haces la misma política que el adversario, es que haces su política y, al final, éste entra en tu casa y te dice «a la calle»
Esto es lo que pasa aquí y en todas partes. La socialdemocracia se ha convertido en un centro flácido, sin garra social y sin otro horizonte que el capitalismo. El que hay. No se construye nada diferente porque no se cree en nada, los mercados y las finanzas mandan. La función de un partido socialdemócrata de base obrera había sido históricamente defender las reivindicaciones justas, adecuadas a su tiempo, orientar, dirigir, organizar, elevar la sensibilidad y sentido crítico de la sociedad y, en primer lugar, de los que hoy te apoyan, sin cuestionar a fondo el capitalismo ¿Qué ha hecho el gobierno del PSOE?
Ha aprobado cosas que no varían ni un milímetro el curso de la realidad, realidad que la derecha económica y política implanta e impone. Ha amortizado la energía social que echó al PP del gobierno, previa movilización social contra la guerra de Aznar. No ha educado políticamente y si no se educa políticamente desde la teórica izquierda, se imponen las ideas y las políticas de la derecha. No ha introducido tan siquiera suaves elementos de cambio para ir reforzando una posición diferente, llamémosla de orientación socialdemócrata. Ha aceptado las políticas neoliberales de la UE., Tratado de Lisboa incluido, y las que se han impuesto durante años del más rancio neoliberalismo, en especial la que se basaba en la especulación inmobiliaria y el pelotazo. Ha hecho clientelismo y ha comprado apoyos y votos con el cheque-bebé y la reducción de impuestos, y luego tiene que dar marcha atrás en todo. Ha negado la crisis cuando ésta estaba ya golpeando en todas partes y, de forma especial, aquí por la estructura económica más débil y dependiente y, finalmente, ha impuesto una reforma laboral que es un atraco y que puede convertir la negociación colectiva en una merienda para los empresarios, preparando ya la reducción de derechos en pensiones. El 29 de Septiembre en España y las movilizaciones en Francia y en Grecia enseñan el camino. Sólo la unidad y movilización en toda Europa les parará los pies.
Y ahora, por lo que nos atañe más directamente, ha continuado comprando voluntades con cargos y dinero. La última compra, la de Rosa Aguilar, empezó en Córdoba y terminó en Moncloa. El primer comprador Griñán, el segundo Zapatero. Rosa Aguilar es un prototipo de la corrupción moral y política, ensalzada por la derecha, por la seudo izquierda y por miembros en fuga de la izquierda. Rosa Aguilar sirve para una cosa y su contraria, para decir a Felipe González «váyase señor González» y a Rubalcaba que cometen crímenes de estado y, ahora, para arrastrarse servilmente ante uno y otro.
El nombramiento de Aguilar tiene un objetivo doble, dirigido a IU: vénganse a la casa común que algo les tocará y dirigir una mueca a la izquierda. El PSOE es el rey en comprar a la gente que se vende al mejor postor. Pero nombrar a Aguilar Ministra de Medio Ambiente es desacertado ya que ésta, por donde pasa lo contamina y corrompe todo con sus posturas y voz de monjita humilde sin ideología ni principios.
Hay una opinión generalizada en el Partido y en IU que a Rosa Aguilar ni citarla. Estoy de acuerdo en no concederle importancia, pero previamente se debe explicar quién es y qué es, Ya que si no es así, una mentira repetida cien veces se convierte en verdad