Esta mañana, 16 de Octubre, me he encontrado con las referencias que la prensa hace del informe que Cayo Lara va a presentar ante el Consejo Político federal de IU. Una reflexión del Coordinador General sensata y obligada ante lo que está ocurriendo, ha vuelto a levantar como ya es tradición, resquemores, recelos, declaraciones y sobre todo apelaciones a la pinza. Aprovechando el privilegio de escribir en Mundo Obrero voy a intentar, desde mi memoria y mis archivos, aportar en plan constructivo. Y por razones de espacio lo haré en una serie de breves consideraciones:

1ª Creo que tanto el PCE como IIU deben hacer un esfuerzo para que este recurrente debate estéril e inacabado encuentre pronto una salida. Hasta que no se logre, teórica y prácticamente, una solución política no acabarán nuestros problemas, contradicciones y dramas freudianos, complejo de Edipo incluido.

2ª Constituye una obviedad el reiterar que la realidad que aparece ante nosotros es la conjunción de lo objetivo y lo subjetivo; las cosas son como son, pero además son como las pensamos. Y las pensamos desde nuestros propios conceptos, valores e intereses; los cuales son en muchos casos producto del entorno social, político, mediático o del imaginario colectivo hegemónico. Resumiendo, el PSOE es lo que hace y lo que ha hecho en toda esta época desde 1975; supongo que mis lectores tendrán memoria o al menos sabrán por qué se hizo la Huelga General.

Pero el PSOE ante una parte de la ciudadanía, es también lo que proyectan medios de comunicación afines, militantes irreductibles y situados en un tiempo inmutable, ecos históricos de la lucha contra el fascismo o simplemente la magia de las palabras, las siglas y los sentimientos anclados en un confortable maniqueísmo basado en la clasificación derecha- izquierda en función de moldes primarios. No pueden faltar tampoco en este apartado quienes al hablar de la salta alianza contra la derecha, están pensando pro domo sua; es decir en las rentables expectativas de la gobernabilidad.

En otras épocas pasadas el discurso de las dos orillas quiso objetivar esta dualidad precisando que el PSOE estaba (los hechos) en la otra orilla y así evitamos entrar en el engorroso tema de las esencias (el ser). Hoy tal intento de acercarse a la realidad está anatemizado.

3ª Reconozco que la posición de IU ante el escenario bipartidista (sostenido electoralmente por PSOE y PP) es difícil y lleno de riesgos. El PSOE en nuestra reciente historia ha iniciado siempre el camino de las políticas que después ha continuado y coronado el PP. Ello ha producido en IU y en una parte de nuestros votantes y simpatizantes, la conversión en dramatización convulsa en filias y fobias de lo que debiera ser una debate frío y didáctico. Lo que ocurre es que IU nació como respuesta racional desde la izquierda a ese embrollo de equívocos fundamentado exclusivamente en esencias y no en actitudes y comportamientos. Así que es nuestra obligación asumir el reto y ser consecuentes con nuestro discurso.

4ª Erraríamos si al referirnos al PP lo encuadrásemos de manera simplista en la palabra derecha y así asumir el equivoco de homologarlo a sus familiares europeos. El PP surgió como una almáciga de ex – ucedeos, ex – AP, joseantonianos, falangistas, demócratas cristianos y una minoritaria tercera vía conservadora. En el día de hoy se van imponiendo en su seno los valores, gestos, intereses, lenguaje y tics del franquismo clásico. Y al hablar del franquismo hago referencia a la corrupción institucionalizada, autoritarismo, cultura atávicamente casposa y núcleos actualizados de fascismo puro y duro.

5ª En consecuencia con todo lo anterior, volveríamos a errrar si planteáramos que el dilema entre PSOE y PP representa la opción entre derecha e izquierda tal y como clásicamente se ha entendido desde el reflejo europeo. En este bipartidismo español uno, el PSOE representa la política del FMI, el BCE, la dictadura de los mercados, los valores del capitalismo y las políticas consecuentes con ello. El otro, el PP, no es sino lo mismo en lo económico y social pero estructurado por unos valores, hábitos, discurso y acciones políticas del tradicionalismo nacional- católico español: Donoso Cortés, Balmes, Víctor Pradera, José Antonio y el ejercicio político cínico y reaccionario de Cánovas del Castillo.

6ª ¿Qué hacer a parte de explicitar una pedagogía política tendente a aclarar las cosas a los trabajadores y ciudadanía en general? Hace años pusimos en circulación aquello de «ni por acción ni omisión» consentiríamos gobiernos del PP; todo lo demás vendría dado por el Programa. Eso sigue siendo válido si lo aplicamos sin lecturas tramposas que priman los intereses, personales, locales y grupales disfrazados de sacrificios por el pueblo.

Vótense las candidaturas del PSOE y dejemos votarnos por ellos. Pero ya está. Si hay algo más que sea en torno a programas en los que se manifiesten nuestras alternativas y oposición a la línea política general del PSOE. No valen juegos florales que se basen en que estamos en lo local o en lo autonómico; ya está bien de trilerías. Y si no es así, votemos y pasemos a una oposición puntual y ejerciente caso a caso.

Naturalmente que esta actuación conlleva dejar pelos en la gatera y asumir riesgos en localidades específicas; pero ha llegado la hora de ser consecuentes; tras el 29 S no podemos permitir ni permitirnos argucias tramposas florales aunque éstas sean portadores de algún que otro sillón y prebendas personales o colectivas inherentes al mismo. Si esto no se visualiza bien todos seremos sepultados ante la población en la negra noche en la que todos los gatos son pardos.

Nacimos para romper falacias y explicitar con nuestra conducta y discurso que no formábamos parte de la farándula sino que, aceptando el riesgo de subir al escenario, lo hacíamos para estropear la comedia y hacer con los espectadores otra nueva.