1ª.- La más urgente, hoy, 26 de agosto: la OTAN, la ONU, la UE y la Liga Árabe, están culminando su crimen sobre el pueblo libio: matan, destruyen y saquean. Es el final de una agresión de países en los que viven centenares de millones de personas, con las armas de destrucción masiva más potentes, contra un país de escasos 6 millones de personas. Es una acción de genocidio, desde la cobardía de la impunidad. No quisieron un acuerdo de paz desde el principio porque sus intereses no tienen nada que ver con el pueblo libio ni con la defensa de la vida. Miles de muertos lo atestiguan.

Controlarán una zona e instalarán una base para saquear mejor África. Se repartirán petróleo, oro y agua. Es lo clásico, lo único que sabe hacer el imperialismo capitalista. El imperialismo capitalista no juega a la guerra. La hace para quedarse con la riqueza y controlarla.

Hasta aquí la actuación del capitalismo y sus secuaces, sean conservadores, liberales, socialdemócratas o izquierdistas. Sólo un epitafio para ellos: malditos sean y que reciban el mismo trato.

Y la izquierda ¿qué hace? Pues vegetar. Los izquierdistas y ultrarrevolucionarios, «ni OTAN, ni Gadafi». Algunos directamente en la nómina de la CIA. Que se informen los ineptos. La izquierda posible, también «ni OTAN ni Gadafi», con declaraciones al estilo de las del PIE, y algunos de sus componentes, dando por ciertas las informaciones de los medios de propaganda del capital. Puro eurocentrismo otanista. Escasísimas movilizaciones. Ni voluntad de proponerlas. Los sindicatos aprobando la guerra por boca de Toxo y Méndez. Los de la ceja defendiendo la OTAN . Estoy perplejo y les aseguro que no se qué voy a hacer: una de las señas de identidad más claras de los comunistas y de la izquierda era la denuncia y la acción permanente contra la guerra. Parece que no es así. Finalmente, el gobierno del PSOE, con Zapatero, Jiménez y Chacón de terroristas, bien acompañados por Rajoy, Cospedal, Durán y Lleida y …. Zapatero entró retirando las tropas de Irak y se marcha bombardeando.

2ª La película se llama «doblando la cerviz».
Ha sido un espectáculo al estilo del gran poder terrenal, reaccionario, populista, fetichista y supersticioso. Ha servido para dar unos recados y pedir vocaciones a engañabobos. Sin más importancia que la de dejar claro que la iglesia oficial, por encima de crédulos y buenas personas, está con el poder capitalista, como siempre. Forma parte de la campaña de reconstrucción del capitalismo y su función es engatusar para que la solución a los problemas terrenales se remita al cielo. Un pequeño detalle: han ocupado durante toda una semana plazas y calles, con invitación gratis para los comensales porque lo paga el que trabaja. Al PCE alquilar la Casa de Campo le costaba un riñón. Gracias Gallardón por todo, por facilitar un día extra a los Kikos, una Al Qaeda sionista del Vaticano, fuerza de choque de Rouco Varela.

El Papa denunció a quienes, «creyéndose dioses, deciden quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias», en referencia al aborto (por ley y controlado) y a la eutanasia (sin tal ley, sino derecho a morir dignamente). Que el que se cree el representante de Dios sobre la tierra, poseedor de la verdad absoluta, impuesta a tiros o con alienación, hable de los que se creen dioses, sería cómico, sino fuera por el peligro que representa cuando agita a masas fanatizadas. El integrismo nacional-católico es exactamente igual que los integrismos islamistas o judeo-sionistas. Rouco Varela, defensor una vez más del levantamiento fascista de 1936, en nombre de la iglesia nacional-católica.

La posición del gobierno del PSOE ha sido de absoluta sumisión, rogando que a Ratzinger no se le ocurriera meterse demasiado con la ley del aborto y del matrimonio. Lo del PP peor, pero claro, es de esperar, por la historia y procedencia ideológica de Rajoy, de la Cospedal y su velo-peineta, Trillo, González Pons, Arenas… PSOE-PP-CIU-PNV…, todos a doblar la cerviz. No vale la pena gastar más tiempo y acabo con una frase: las religiones oficiales jerarquizadas son un instrumento de dominio contra los pueblos, siempre al servicio del poder conservador establecido, dominio impuesto, si es necesario, con las armas.

3ª Zapatero entró con grandes planes sociales y se marcha con un golpe de estado contra la Constitución y el moderado bienestar social español. Para ello se pone de acuerdo con el PP, que propuso algo parecido. Un periódico británico ya ha puesto el título al evento: «Zapatero prepara la revolución de Rajoy». El PSOE y el PP de acuerdo en reformar la Constitución, sin referéndum. Los nacionalistas aplauden y junto al PP, piden más, pero que no les toquen su sagrada identidad. Los sindicatos mayoritarios con voz arrastrada, que sí pero que no, que no pero que sí. Creo que en el paquete de Zapatero en desbandada, los jefes sindicales tienen un lugar destacado. Llega un momento en que, visto lo visto, debe decirse todo con total crudeza: Zapatero y sus gobiernos es de lo peor que le ha ocurrido a este país en democracia. Con la excusa de que el PSOE es la izquierda y viene el PP, aprueba, aplica y deja políticas para el futuro que ni el PP se hubiese atrevido a hacer, por la resistencia que hubiesen generado. Es más fácil enfrentarse a una política conservadora y neoliberal practicada directamente por la derecha que no a la misma política hecha por unas siglas históricas de la izquierda que ya tienen poco que ver con lo que representaron.

Ahora, dicen, toca la movilización contra el acuerdo PSOE-PP. Vamos a ver el entusiasmo que levanta esta movilización en una clase trabajadora desmovilizada, desmotivada, engañada y, en gran parte, crédula.

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