El eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer, trasladó hoy a la Comisión Europea su preocupación por la grave situación de los servicios sanitarios públicos en España que, con los recortes en el gasto público social aplicados por el Gobierno español con el beneplácito y la presión de las instituciones europeas, están produciendo un dramático deterioro de la sanidad y del bienestar social.
«Los severos y evitables recortes del gasto público en España, liderados por los gobiernos de las Comunidades Autónomas de Madrid y Cataluña, no solo están deteriorando gravemente la calidad del sistema sanitario español e imposibilitando el acceso a unos servicios sanitarios decentes para toda la ciudadanía, sino que están poniendo en entredicho su propia viabilidad, mientras se incrementa el dinero público destinado a la sanidad privada», alertó Meyer.
«En los últimos meses estamos asistiendo a un alarmante incremento de muertes evitables, directamente achacables al déficit en la cobertura y en las prestaciones de los servicios sanitarios públicos derivado de los recortes impuestos por la medidas neoliberales que han sido diseñadas desde Bruselas y ejecutadas por el gobierno central y los autonómicos», continuó Meyer.
En contra de los repetidos argumentos dados por los defensores de estos recortes, el gasto sanitario privado en España ya es el más elevado de todos los países de la UE15 -grupo de países de la UE con nivel de desarrollo económico similar al nuestro- suponiendo este un 28,4% del gasto total.
«Es simplemente inaceptable que, mientras se llevan a cabo recortes que afectan directamente a la salud de la mayoría de los ciudadanos, se incrementan los recursos públicos destinados a la sanidad privada, apostando así porque solamente una minoría privilegiada pueda acceder a los servicios sanitarios que necesita», señaló Meyer.
Asimismo, el Vicepresidente de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo recordó la innegociable postura de Izquierda Unida respecto a los criterios que deben regir los servicios sanitarios no solo en España sino en toda la Unión Europea: «defendemos unos servicios sanitarios públicos, con carácter universal, gratuito y de calidad, basados en la solidaridad entre la ciudadanía, que permitan a cualquier persona ser atendida con los mejores recursos existentes».
«La inversión pública destinada a la sanidad pública estaba, ya antes de la crisis, casi un punto del PIB por debajo de la media europea, siendo el sistema sanitario público español el que menor coste suponía por habitante. Y ahora no solo estamos alejándonos de un sistema público de calidad y universa, referente para muchos países en el mundo, sino que además nos dirigimos a un modelo sanitario más costoso para todos», señaló Meyer.
«La Unión Europea debe trabajar y escuchar lo que piensa la inmensa mayoría de los ciudadanos: que no se busque el beneficio económico en la enfermedad de las personas. Es intolerable que se convierta en un negocio una situación de extrema dependencia, necesidad y debilidad simplemente para colmar la avaricia y los bolsillos de unos pocos».
«Con la crisis como escusa, y con la complicidad de socialdemócratas y conservadores, estamos asistiendo a un desmantelamiento del Estado Social, una progresiva privatización encubierta de los servicios públicos», concluyó Meyer.