La segunda tarde de la Fiesta PCE2014 recibió con gran expectación esta charla sobre la situación dramática que sufre desde hace décadas la Franja de Gaza, y especialmente sobre los hechos de éste verano.
La Franja de Gaza es una pequeña línea costera entre los territorios Palestinos ocupados por Israel, Egipto y el mar Mediterráneo. Éste pequeño territorio se ha convertido en la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, con una población de casi dos millones personas (4200 hab/km2), la mayoría expulsadas de sus tierras y hogares a partir de las conquistas sionistas desde 1948, bajo un sitio permanente y brutales oleadas de violencia.
La fuerza sionista, una versión racista y religiosa del imperialismo occidental en Oriente Medio, se ha convertido en el mayor motivo de vergüenza para nuestros gobiernos, cómplices del genocidio que vive la población de Palestina.
Tras el saludo de un representante en Madrid del FDLP Palestino, el responsable de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de España, Juan de Dios Villanueva, dejó clara la posición de los comunistas españoles frente al imperialismo que ejerce el capitalismo a través de Israel y su política belicista y ocupante. La razón del pueblo palestino es una razón política, la razón de la solidaridad internacional y de la lucha contra el fascismo internacional que ejerce el ejercito de Israel; el ente sionista.
Durante éste verano, la Franja de Gaza sufrió una nueva operación de castigo sobre su ya sacrificada población. Al aislamiento comercial, energético, humano y económico que viven los gazatíes, especialmente desde 2006, se han sumado crueles bombardeos y operaciones terrestres que han dejado en 50 días más de 2000 muertos y 10000 heridos graves.
Junto a ellos, en ejercicio de interposición internacional y testimonio directo, se encontraba Manu Pineda, camarada malagueño del PCA, que desde hace años lleva volcando su militancia comunista hacia la solidaridad con el pueblo Palestino desde la asociación Unadikum. Manu nos ha contado, con la pasión y el compromiso de comunista de raza a la que nos tiene acostumbrados, como Israel ha pasado esos casi dos meses masacrando sin ningún miramiento ni respeto a la población civil indefensa, que ya está de por sí estrangulada. El pueblo de Palestina, que debería consumar su proceso de descolonización y autodeterminación del anterior ocupante occidental, Gran Bretaña, vive ahora secuestrado por un nuevo ocupante, el sionismo, sin los más mínimos resortes de defensa a los que tiene derecho un pueblo. Palestina no tiene ejército ni medios militares para luchar contra el poderoso y bien dotado ejercito de Israel, por lo que se defiende en base a militantes abnegados que luchan por defender lo poco que les queda de su tierra.
El testimonio de Pineda y otros miembros de Unadikum, que realizan brigadas internacionales a la Franja de Gaza para ejercer la protección con su presencia, y difundir después su testimonio, están ejerciendo una labor impagable de lucha antiimperialista y anticapitalista.
Tal como nos contó Pineda, e incidieron desde la mesa tanto Villanueva como la diputada autonómica catalana, Sara Vila, el boicot a los productos israelíes se nos presenta, como pasó en la Sudáfrica del aparheid, como la única manera de doblegar internacionalmente a Israel y sus crímenes. La campaña BDS (Boicot, Sanciones y Desinversiones: www.boicotisrael.net) no se presenta como una represión contra nadie, ni mucho menos como una lucha entre las religiones judía y musulmana, si no como la única manera de demostrar el rechazo de nuestras sociedades a un gobierno criminal y a los que lo financian.
La única manera de hacer de Oriente Medio una tierra justa será la instauración sobre la tierra de Palestina de un sólo Estado, social, democrático, donde ni la raza ni la religión marquen la condiciones de vida de los trabajadores. Por eso el boicot a Israel, cuyo gobierno sigue amparando el robo de tierras a los palestinos para la producción de productos que exportan, es el compromiso de Unadikum y del Partido Comunista de España.
El testimonio de Pineda no puede más que emocionar por su dureza y su vehemencia, fruto de la dura realidad que viven los palestinos en Gaza y en los demás territorios ocupados, y que es, más allá de una situación de necesidad humanitaria, una situación de injusticia política y social creada por el imperialismo.
Ni nuestro país ni nuestro gobierno pueden seguir sosteniendo el crimen y la vergüenza de apoyar a un régimen como el sionista, y de abandonar a un pueblo que lucha por su libertad. Como todos los asistentes, en la mesa acabaron en gritos de apoyo a la lucha del Palestina: ¡Qué viva la lucha del pueblo Palestino!