“La cola de desamparados ante el refugio
da la vuelta a la esquina,
bienvenidos al nuevo orden mundial”

(Bruce Springsteen, El fantasma del viejo Tom Joad)

Alguien anunció en twitter la presencia inminente en España de Bruce Springsteen. En ese mismo anuncio iba inserto el enlace a youtube de una añeja versión que el ‘Jefe’ grabó hace años, ‘Vigilante Man’ de Woody Guthri, un tema de 1944 que denuncia el comportamiento impune de los vigilantes privados a sueldo de empresarios que, con licencia para llevar armas, daban palizas e incluso disparaban contra sindicalistas.

Es conocida la tendencia del creador de “Born in the USA” a escudriñar en el lado más crudo de la América profunda… ¡cómo no destacar el empeño de Springsteen en un disco homenaje (2006) a otro grande del folk y ejemplo de artista comprometido, Pete Seeger, bajo el título “We Shall Overcome: The Seeger Sessions!”

Así pues, Pete Seeger y Woody Guthrie son dos inevitables referencias del folk, ambos fueron miembros activos del Partido Comunista de los Estados Unidos. Guthrie es el autor, entre otras canciones, de «This Land Is Your Land» (Esta tierra es tu tierra), que se ha convertido en el himno nacional de las izquierdas en Estados Unidos. Entre los mayores éxitos de Seeger está «We shall overcome» (Venceremos), de 1963, un símbolo del Movimiento por los derechos civiles.

Woodrow Wilson Guthrie (Oklahoma, 1912 – Nueva York, 1967), conocido como Woody Guthrie, además de ser un prolífico e influyente músico, mantuvo una posición muy clara contra al fascismo y la explotación. Durante los años 1939-1949 escribió a diario una columna de opinión para el periódico del Partido Comunista, «People’s Daily World». Militó también durante algunos años en el sindicato Industrial «Workers of the World». En 1939 se trasladó a Nueva York, donde hizo sus primeras grabaciones de importancia. Cuando murió en 1967 llevaba años ingresado en instituciones siquiátricas, pero su obra ya había sido redescubierta por una nueva generación de músicos folk. Bob Dylan, quien lo visitó en los últimos años de su vida dijo de él que era «su último héroe».

Pete Seeger (Nueva York, 1919 – ibídem, 2014), también manifestó en toda su obra un compromiso social y de defensa de los derechos humanos, lo que le valió la persecución política por parte del Comité de Asuntos Antiamericanos en 1951, que lo condenó a doce meses de prisión y a una absoluta censura en los medios de comunicación. Su carrera experimentó un gran auge a partir del movimiento hippie, en el decenio de los años sesenta.

Pete se dedicó a la música desde la década de 1940, formando parte de las bandas The Almanac Singers (en la que también participó Woody Guthrie), y posteriormente, The Weavers. En 1943, con The Almanacs, grabó un álbum llamado “Historias del Batallón Lincoln”, con una decena de canciones, algunas compuestas y otras recogidas de los propios milicianos estadounidenses del Batallón a su regreso de la “Guerra civil” española. Igualmente se opuso a la Guerra de Vietnam, a la que dedicó el tema «I feel I’m fixing to die rag».

El comentario que recogía el tuit aludido al inicio de estas notas sobre vigilantes a sueldo de empresarios que apaleaban o disparaban contra sindicalistas, quedaba ubicado a su vez entre otros comentarios que recogían informaciones y destacados sobre el juicio a “los ocho de Airbus”, acusados de protagonizar graves desórdenes en las puertas de la factoría de Getafe (Madrid) durante la huelga general del 29 de septiembre de 2010.

Como sabemos, los llamados “ocho de Airbus” se enfrentaron a la durísima petición del fiscal de 8 años y dos meses de cárcel para cada uno, así como una fianza de 35.000 euros por participar en un piquete, a consecuencia de lo cual se les atribuyó tres delitos: atentado contra los derechos de los trabajadores, atentado contra la autoridad y lesiones. De todo ello fueron absueltos.

En la confluencia entre las temáticas de «Vigilante Man» y ‘los ocho de Airbus’, esto es, la libertad sindical y el derecho de huelga, se asoma el histórico choque entre clases (saltan chispas en las canciones de Pete y Woody), la pugna cotidiana en los centros de trabajo, en la calle y en la sociedad para avanzar posiciones hacia la conquista de nuevos derechos de la clase obrera, nunca regalados. Conviene recordarlo: ningún derecho, ninguna conquista, están asegurados de por vida; siempre habrá enfrente un ‘Vigilante Man’, un art. 135.3 del Código Penal, una mal llamada Ley de Seguridad Ciudadana o, hasta hace no tantos años, el asesinato disfrazado de ley de fugas.

#ElBluesDeAirbus