“Si no fuera necesario sortear la Ley Electoral, ¿haríamos confluencia?”. La pregunta la lanzaba la presidenta de Unidas Podemos – IU en la Asamblea de Madrid, Isabel Serra. Una pregunta al aire que adquiere todo el sentido en el momento actual de la reflexión política que cruza a las organizaciones políticas que conforman el espacio de Unidas Podemos. Ella mismo respondió: “Nos quedan muchos pasos más allá de lo electoral y de lo institucional”.

La Fiesta del PCE reunió en el escenario Tereshkova a cinco mujeres que actualmente desempeñan responsabilidades como cargos públicos de IU y Podemos, electas por listas de confluencia. Además de Isa Serra, en el escenario se encontraban Ana Naranjo, diputada de Adelante Andalucía en el Parlamento andaluz; Haizea Garay, concejala de Elkarrekin Donosti; Irene de Miguel, presidenta de Unidas Podemos en la Asamblea de Extremadura; y Eva García Sempere, diputada de Unidas Podemos en el Congreso.

El objetivo lo trazaba la responsable de política institucional del PCE, Clara Alonso: Analizar el papel de los cargos públicos en el avance de la unidad. Una reflexión común atravesó todas las intervenciones de las ponentes y es que las cinco coincidieron en señalar que los sucesivos procesos electorales han impedido el necesario avance de los procesos de confluencia.

Aunque pueda sonar contradictorio no lo es. Irene de Miguel lo resumía con una idea sencilla: “Hasta ahora, lo que hemos tenido es unidad electoral; la confluencia está en construcción”. “No ha dado tiempo a pensar la estrategia con mirada larga”, añadió.

Eva García Sempere incidió más en la idea: “No podemos decretar la unidad”. La diputada de Unidas Podemos se basó en su experiencia para afirmar que “resulta muy difícil convencer de que somos los mismos cuando no trabajamos conjuntamente” y para ello propuso el “trabajo” como receta. “Nada une más que el trabajo porque en el trabajo se acaban los recelos”.

Ana Naranjo se basó en la experiencia de Adelante Andalucía para construir espacios más allá de lo netamente electoral e institucional. “La construcción colectiva de un programa político sirve para construir base social y militante”. Pero a la misma vez reconoció que “cada vez que se abren intentos de construcción política por abajo, se convocan nuevas elecciones”.

En la misma línea reflexionaba Haizea Garay que basaba la experiencia de Donosti en un trabajo muy vinculado a los barrios y a la organización de asambleas locales conjuntas de Podemos e IU. Aún así, coincidía con sus compañeras en señalar que “los procesos electorales han servido para asentar bases pero no es suficiente”.