El racismo, como la xenofobia y la etnofobia, tiene una característica común con la pandemia. En cuanto enfermedades contagiosas, acechan sin ser vistas, se propagan rápidamente, causan graves daños en las personas y, en general, en las sociedades. Reparar las consecuencias de este tipo de discriminaciones, no digamos ya curarlas (o prevenirlas), exige otra forma de actuar.

La discriminación racial ha aumentado en Alemania. Según la Agencia Federal contra la Discriminación, la cifra absoluta de incidentes racistas denunciados crece más rápido que otras formas de discriminación. Si se revisan las estadísticas oficiales de delitos, hubo casi un 22% más de ataques racistas en 2019 que en 2018. Sin embargo, faltan datos que permitan a la agencia ver cómo el racismo afecta a grupos específicos de personas.

Es un problema, dice Daniel Gyamerah que investiga sobre racismo. «Son vistos como emigrantes y experimentan el racismo contra las personas emigrantes pero no hay investigaciones al respecto», explica.

Legado del Tercer Reich

Es imposible hablar de racismo en Alemania sin mencionar el nacionalsocialismo. Los efectos del período nazi en la sociedad alemana aún persisten. Y algunos expertos atribuyen la incapacidad del país para abordar adecuadamente el racismo en el discurso público de hoy como una respuesta a la comprensión de la llamada raza o etnia durante el Tercer Reich.

Existe la idea de que «al reconocer diferencias étnicas las estás promoviendo», dice Sarah Chander, activista de justicia social. Advierte que los políticos deben familiarizarse con la mirada de las organizaciones antirracistas sobre estos temas para hacer frente a la discriminación. Y añade que «necesitamos reconocer las diferencias sociales que se nos atribuyen con la etnia» y que «no podemos esperar que esas diferencias no existan si no hablamos de ellas».

El miedo o el prejuicio insano al extraño han sido desde siempre un mal que se contagia fácilmente en todas las sociedades. La pandemia ha elevado la sospecha y ha disparado el rechazo hacia el diferente. Al principio de la crisis del coronavirus, cuando solo afectaba básicamente a China, los ciudadanos chinos en Alemania vieron cómo eran víctimas de actitudes xenófobas.

Desconfían del vecino y estigmatizan por partida doble a los emigrantes. «Nos vienen a robar el trabajo… Y ahora a contagiarnos», se escucha con frecuencia en las tertulias de Wuppertal. ¿Miedo al coronavirus o racismo?

El doble castigo

La crisis económica que ha generado la pandemia se ha ensañado con las poblaciones vulnerables. Los emigrantes que no logramos conseguir empleos formales, sufrimos mucho durante la cuarentena.

Las deudas por el coronavirus agravan la miseria en Alemania y disparan los suicidios. La gente recurre a usureros para salir adelante y pagar sus deudas. Antes de que te des cuenta, debes tanto dinero que no puedes devolverlo.

Los médicos y el personal sanitario están alarmados por este ambiente depresivo. La psicóloga Beatrice Schmidt, que tiene un consultorio privado en Colonia, la capital económica de la región de Renania del Norte, está preocupada por la cantidad de pacientes a los que ha atendido este año por motivos relacionados con las consecuencias de la pandemia. «Ansiedad, incertidumbres en varios frentes… He recibido a más personas invadidas por pensamientos suicidas”. Las estructuras públicas de salud mental carecen de personal y fondos para tratar a quienes lo necesitan, una tendencia acentuada con la epidemia. Al personal psiquiátrico de los hospitales públicos se le pide que ayuden sobre todo en las salas de maternidad y pediatría, desbordadas, reconoce una funcionaria del ministerio de Salud. El coronavirus ha agravado el sufrimiento de las personas psicológicamente frágiles que son objeto de discriminación o estigmatización. «Estas personas son vulnerables. Entonces cuando les pedimos además que se aíslen por la epidemia, aumenta el riesgo de suicidio: es el doble castigo», enfatiza Schmidt.

Por ahora, en mi familia solo acumulamos las deudas de aquiler de servicios mientras la curva de infectados baja para volver a la normalidad en Alemania.

Nosotro somos luchadores y, a pesar de la adversidad, seguiremos en Alemania porque la vemos como una tierra con mejores oportunidades que nuestra España natal. La pandemia que provoca el cierre de las fábricas está creando un nuevo perfil de emigrantes arruinados por el coronavirus en Alemania.

/ Wuppertal (Alemania)