Un juez del Tribunal Supremo de Brasil ha anulado las cuatro condenas contra Luiz Inácio Lula da Silva por supuestos delitos de corrupción que le impidieron ser candidato en las elecciones presidenciales. Si la fiscalía recurre, la decisión final será del pleno del Tribunal Supremo.

El magistrado considera que el juez Sergio Moro, inquisidor de las sentencias contra Lula, no tenía competencia para intervenir en dichos procesamientos. Moro fue posteriormente ministro de Justicia con el presidente Jair Bolsonaro.

La defensa de Lula interpreta este desenlace como la confirmación de que se organizó una conspiración para impedir su candidatura presidencial. Lula permaneció año y medio injustamente encarcelado.

Ahora, si se consolida la decisión del juez del Tribunal Supremo, Lula podría ser candidato presidencial el año que viene cuando probablemente Bolsonaro intentará la reelección a pesar de su desprestigio por la mala gestión de la pandemia, que está fuera de control, y por su incapacidad para conseguir las vacunas necesarias.

Manu Pineda, portavoz internacional del PCE, ha felicitado al ex presidente Lula da Silva «por este triunfo de la verdad sobre la farsa judicial», con la esperanza de que «se haga justicia contra quienes organizaron la injusta condena».