“Vamos a terminar con la corrupción, el narcotráfico y los escuadrones de la muerte”, es la primera declaración de Xiomara Castro cuando los resultados oficiales confirman su victoria en las elecciones presidenciales de Honduras contra Nasry Asfura, el candidato del Partido Nacional que impuso el autoritarismo neoliberal desde el golpe de Estado de 2009. Entonces los militares sacaron de la presidencia a Manuel Zelaya, compañero de Xiomara Castro, y el Parlamento legalizó el golpe con la complicidad del gobierno de Estados Unidos.
Xiomara Castro ha agrupado a toda la oposición progresista contra el autoritarismo neoliberal y la corrupción del Partido Nacional del actual presidente Juan Orlando Hernández, reiteradamente acusado de participar en las operaciones de narcotráfico por las que su hermano fue condenado en Estados Unidos.
Con una participación del 68%, el recuento oficial reconoce la victoria de Xiomara Castro que ha prometido “una Asamblea Constituyente para una patria justa”.