“Hay una guerra de clases…y vamos ganando nosotros”
Warren Buffett, multimillonario.

GANA AYUSO. Ni bien apareció la pandemia dijo que su gobierno privilegiaría la economía sobre la salud. Da la impresión que dice y hace lo que quiere, siempre a favor del poder económico, sin que nadie le ponga límites.

PERDEMOS NOSOTROS. Pedro Sánchez dijo que buscaría un equilibrio entre la salud y la economía. Miles de infectados más, miles de bajas de trabajadores afectados por el virus. ¿Será ese el equilibrio? Que equilibrio más desequilibrado, ¿no?

GANA ALMUDENA. El alcalde Almeida ofició de juez supremo y sentenció que la gran escritora Almudena Grandes no merece ser nombrada hija predilecta de Madrid. A mí me parece que es un honor que un pobre hombre, de ideología ultra-derechista, para colmo, se pronuncie en contra de un anhelo popular.

GANA GARAMENDI. Apenas acordado el gobierno de coalición, el presidente de la CEOE advirtió que los empresarios no consentirían que se derogue la reforma laboral.

PIERDEN LOS TRABAJADORES. En el acuerdo que firmaron los sindicatos, los empresarios y el gobierno, lo esencial de la reforma laboral del PP (de la del PSOE ni se habla) queda sin modificación alguna.

EMPATA EL CAMPECHANO. El rey emérito que se refugió entre sus amigos árabes, que tan generosos han sido con él, hay que reconocerlo, no puede regresar aún al país por algunos “detalles” que tiene pendientes en otros países, no en el nuestro, faltaba más.

GANAN LOS RICOS. Y por goleada. Un informe del Laboratorio de las Desigualdades Mundiales, revela que “el 10% de la población más rica del mundo acumula el 76% de todos los activos, mientras que la mitad más pobre de la población obtiene un 2% de esos activos”.

PIERDEN LOS POBRES. La Plataforma del Tercer sector en España nos informa que el 26,4% de la población española está en riesgo de pobreza y que la pobreza material severa afecta ahora a 3,3 millones de personas. La pandemia agudizó los efectos de esta nueva crisis del capitalismo.

GANAN LAS ELÉCTRICAS. Que siguen haciendo lo que quieren y acumulando millones de euros de ganancia a costas de los usuarios.

PERDEMOS NOSOTROS. Porque el gobierno atina solo a rebajar los impuestos (o sea seguimos pagando todos) y le pasó la pelota a la Unión Europea. Entonces, digo yo, si en un caso tan importante deciden en la UE ¿para qué votamos a nuestros representantes?

PIERDE DRAMÁTICAMENTE LA CAÑADA REAL. Más de 3 mil de sus habitantes siguen sin electricidad en pleno invierno. Hay 1.200 niños entre ellos. Da la impresión que nadie escucha o peor, que a nadie le interesa.

GANA EL CAPITALISMO. Fredric Jamenson, crítico literario estadounidense, dijo que es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo.

GANA CALVIÑO. La ministra española de Economía fue nombrada presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional, del FMI, una de las organizaciones más importantes del peor capitalismo posible. Así que, como se suele decir en Argentina cuando se espera alguna tormenta, agárrate Catalina.

PIERDE LA SALUD PÚBLICA. En la Comunidad de Madrid la atención primaria está saturada por falta de sanitarios. Ayuso, que dice y hace lo que quiere, insisto, culpó a los pocos sanitarios que quedan. “Son unos vagos”, vino a decir.

GANAN LOS TRABAJADORES (EN LOS MEDIOS). El gobierno anuncia record de afiliados a la Seguridad Social: 19 millones 825 mil trabajadores.

PIERDEN LOS TRABAJADORES (EN LA REALIDAD). Solo el 14% de los nuevos empleos creados son indefinidos.

GANAN LOS PRECIOS, PIERDEN LOS SALARIOS. La Dirección de Economía y Estadística del Banco de España informa que en 2021 los salarios subieron, de media, un 1,6%. Los precios, en ese lapso, aumentaron un 5,4%.

GANA YOLANDA DIAZ. “Derogaremos la reforma laboral”, dijo en la fiesta del PC y entusiasmó a la gente. “Lo conseguiremos, lo conseguiremos”, agregó y escuchó “presidenta…presidenta!!!”

PIERDE YOLANDA DIAZ. Poco tiempo después dijo: “la reforma laboral será modernizada, europeizada”. O sea, no será derogada.

GANA YOLANDA DIAZ. “Hoy es un día histórico para los trabajadores”, dijo por el acuerdo entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios.

PIERDE YOLANDA DIAZ. En realidad solo se modificaron algunos artículos y no a fondo y ni se tocó lo esencial, tal como exigieron los empresarios.

PIERDEN LOS TRABAJADORES. Juan Carrique, abogado laboralista y asesor jurídico del Sindicato Federal de Correos y Telégrafos de la CGT dijo lo que todos sabemos: “la nueva reforma laboral no mejorará la situación de la clase trabajadora”.

GANA EL SENTIDO COMÚN. Pedro Sánchez pidió a los socios del gobierno que aprueben la nueva reforma laboral. “Es una cuestión de sentido común”, dijo.

PIERDE EL SENTIDO COMÚN. Cuando Pedro Sánchez firmó el acuerdo de gobierno con UP, donde figura la derogación de la reforma laboral del PP, y cuando el mismo Pedro Sánchez junto con Pablo Iglesias, firmaron con Bildu otro acuerdo también para derogar esa dichosa reforma laboral,¿ no existía el sentido común?

GANA LA DERECHA NEOFASCISTA. El PSOE mostró las uñas una vez más. Se lanzó contra Alberto Garzón cuando criticó –con toda razón- a las actividades inapropiadas de las macrogranjas. Y se le vio el plumero al ponerse del lado de los grandes intereses económicos privados. Y compartir quejas neoliberales y fascistoides.

PERDEMOS LA INOCENCIA. Una vez más. Me parece que ya es muy difícil sostener la conveniencia de caminar junto al PSOE. Más que un gobierno de coalición es un gobierno de colisión. ¿No era previsible?

PIERDE LA DEMOCRACIA. Pierde la libertad de prensa. Perdemos todos. Assange sigue preso y posiblemente será extraditado a EEUU. ¿Por qué las supuestas voces democráticas no hablan y los supuestos ojos democráticos miran para otro lado?

RESULTADO FINAL (PROVISORIO). Ganan ellos por goleada. Nosotros como simple espectadores de nuestro propio partido, ni siquiera podemos jugar.

PERO NO TERMINÓ EL PARTIDO. Algo para la esperanza. Dice Alberto Garzón en su libro “Por qué soy comunista”: “Hoy el capitalismo está mucho más desnudo y es fácil ver cómo la razón económica del capital inunda nuestras vidas y nos obliga a emigrar, a pelear por migajas o a aceptar salarios de subsistencia como si fueran privilegios. Hoy el marxismo tiene, de hecho, más actualidad que hace cuarenta años”.