«Nosotros apoyamos la soberanía del pueblo cubano», afirmó Manuel Pineda. Foto: Ricardo López Hevia
Con una posición firme de rechazo al criminal bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, y el compromiso de continuar la batalla por su levantamiento, nueve eurodiputados concluyeron una visita a la isla caribeña, donde compartieron con el pueblo de La Habana, Mayabeque y Matanzas, desde el 31 de enero.
Así lo reflejó Sira Rego, vicepresidente del grupo La Izquierda, al expresar: «Cumplimos con una agenda que nos ha permitido tener una radiografía completa de cuál es el momento de Cuba, de lo que sufre la población en el contexto del bloqueo. Hemos podido contrastar con diversos colectivos, con autoridades y con la sociedad civil en todos los aspectos».
Su delegación, dijo, vino a expresar solidaridad y cooperación. «Hemos tenido la oportunidad en estos días de trabajar, de conocer y de ver lo que está sucediendo. Vimos a un pueblo digno y heroico, capaz de resistir, y también de producir».
Exaltó los debates de la población en torno al Código de las Familias, y destacó el modelo de participación política, la cultura cubana y los avances científicos.
«El bloqueo debe acabar porque vulnera los derechos humanos, constituye un instrumento de guerra contra el pueblo, y porque, además, afecta particularmente al resto de los pueblos del mundo», afirmó la diputada.
Con ella coincidió Manuel Pineda Marín (Manu), quien también funge como vicepresidente del grupo de amistad con Cuba dentro del Parlamento europeo. «El bloqueo afecta al pueblo cubano, le genera sufrimientos, pero también se lo genera a los demás pueblos del mundo.
«Hay medicinas producidas en Cuba que mejorarían la calidad de vida de las familias europeas. Hablo de ese medicamento que produce una cicatrización rápida en las úlceras de los diabéticos y que, por esa causa, en Europa se pudieran evitar decenas de miles de amputaciones. Pudiera ser adquirido si no existiese un bloqueo que impide su comercialización», aseveró.
Añadió que en Cuba pudieron ver una democracia representativa que coloca al ser humano en el centro de la política, y que no lo somete a los vaivenes de la economía, y por ello aprendieron cómo debatir temas que puedan derivar en leyes para toda la sociedad.
«Decimos al pueblo cubano que no está solo, por mucha propaganda e intoxicación que realicen determinados medios», afirmó el legislador europeo, quien reconoció cómo Cuba respeta los derechos humanos, especialmente respecto a los menores de edad.
Recordó que en su viaje anterior, en el mes de noviembre, presenció el inicio del curso escolar y la apertura de las fronteras para la llegada del turismo, y que eso contribuyó a que ampliara su conocimiento en cuanto a cómo los cubanos defienden su Revolución y están al lado del Gobierno.
«Nosotros apoyamos la soberanía del pueblo cubano, su exigencia de no volver a ser un casino. Los que vinimos en esta ocasión nos vamos con la decisión de ser embajadores de Cuba en nuestros respectivos países», aseveró.
/ Granma