A las 7:25 de la mañana salía el tren de Badajoz. Era un tren de linea más, en donde decenas de activistas de la Plataforma Extremeña por un Tren que Vertebre el Territorio y Enfríe el Planeta, habían acordado ir montándose en las distintas paradas para acudir a Madrid a denunciar que la situación del tren en la región no mejora.

Y así fue, de Badajoz, Mérida, Cáceres, Monfragüe – han suprimido la conexión directa con la cuarta ciudad más importante de la región -, Navalmoral de la Mata y hasta en Talavera se montaron personas que acudían a apoyar la protesta. En total más de un centenar de activistas que emplearon el día festivo de Extremadura para acudir a la capital del país a protestar.

Con una puntualidad inusual el tren llegó a la Estación de Atocha y comenzó la reivindicación. Carteles, banderas extremeñas y hasta un Gorra de Montehermoso daban color a una justa reivindicación. Fuera se había convocado un recibimiento. Extremeños y extremeñas de la diáspora y organizaciones como el PCE, IU, la CGT o la Red de Autónomos estaban esperando.

Todas las previsiones se habían desbordado y de manera espontánea se realizó una manifestación desde la Estación de Atocha hasta el Congreso de los Diputados, lugar en donde los y las representantes de la plataforma convocante iban a entregar el manifiesto elaborado por una treintena de organizaciones.

Entre los representantes políticos que se hicieron eco de la convocatoria está Enrique Santiago, Secretario General del Partido Comunista de España y diputado de Unidas Podemos, quien no dudó en apoyar la convocatoria y reafirmar que tanto el PCE, como IU y Unidas Podemos luchan por un ferrocarril público, social y sostenible que vertebre todos los territorios y enfríe el planeta.

“Creemos en un servicio público de ferrocarril para Extremadura en condiciones -explicó-, que vertebre el territorio, que no se limite a una simple línea trasversal que atraviese las grandes ciudades, un servicio este último que ni siquiera ahora mismo se presta de forma adecuada”.

Enrique Santiago abundó en la idea de que “Extremadura necesita y se merece un ferrocarril que garantice su desarrollo económico y social, además de ser un medio de transporte sostenible, que limite al máximo la huella de carbono”.