Cuatro semanas de protestas en Irán dejan más de 185 muertes a manos de la represión del régimen de los ayatolás, según organizaciones de derechos humanos; más de 20 son menores de edad. Hay miles de personas detenidas, ya sea en las manifestaciones o en sus casas o centros de trabajo. Lo llaman detenciones preventivas. Las cárceles ya estaban llenas de prisioneras y prisioneros políticos desde hace 44 años. Ahora están saturadas.

Estudiantes de colegios, institutos y universidades, protagonizan una protesta que estalló con la mecha del brutal asesinato en la cárcel, el 16 de septiembre, de la estudiante Mahsa Amini “por llevar mal el velo”. Cuatro días después desapareció Nika Shakarami, una joven rapera de 16 años, tras decirle a una amiga que la perseguía la policía. Apareció asesinada 10 días después. La abogada Roza Etemad fue secuestrada por asesorar jurídicamente a los manifestantes. Las fuerzas de seguridad disparan y golpean a gente desarmada en la calle. La protesta se extiende y los manifestantes ya piden la caída del régimen que lleva décadas reprimiendo a su población: detiene, viola, tortura, asesina, roba.

Gritan libertad y su eco replica en todo el mundo

Las mujeres iraníes ya no están solas. Han levantado la voz muy alto, se quitan el velo, gritan libertad y se enfrenta al fascismo islámico que les oprime y mata.

Las mujeres y hombres iraníes se han unido y confían en que esta vez conseguirán que el régimen caiga. Tienen esperanza y luchan. Y esa lucha ha despertado en todo el mundo.

Las manifestaciones, concentraciones y actos de apoyo de repiten en el Reino Unido, en Alemania, en Francia, en Chile, en Turquía, en Italia… también las condenas de algunos gobiernos; las mujeres de medio mundo se cortan el pelo en solidaridad y sororidad con las mujeres iraníes.

En España mujeres y hombres también participa en las manifestación de repudia a la violación de derechos humanos del Régimen Islámico, y se suma al grito de  “Mujer, vida, libertad”, liderada por la comunidad exiliada en nuestro país. El pasado jueves 6 de octubre volvieron a hacerlo frente a la embajada iraní en Madrid. También se gritó contra la República Islámica, de los ayatolás. Esta vez la concentración la convocó Amnistía Internacional. Recogieron velos que entregarían al día siguiente en la embajada.

Cortar un mechón de pelo se ha convertido en un símbolo de repulsa internacional, y la canción Baroye en el himno de las protestas. Baroye (Por) expone las razones por las que las y los iraníes reivindican libertad en las calles.  El joven Shervin Hajipour los recogió en Twitter y les dio forma. La canción se hizo viral y resuena con estruendo en Irán. El autor fue detenido poco después y ya liberado bajo fianza. La lucha continúa.

Baroye (Por)

Por bailar en los callejones

Por el miedo que se siente al besar

Por mi hermana, tu hermana, nuestras hermanas

Para cambiar las mentes que se han podrido

Por la vergüenza, por estar en la ruina

Por el anhelo de una vida común

Por el niño que recoge basura, y sus sueños

Por esta economía controlada

Por este aire contaminado

Por la calle Vali-’asr y los árboles marchitos

Por Piruz y su probable extinción

Por los inocentes perros prohibidos

Por el llanto sin fin

Por la imagen de este momento que se repite de nuevo

Por una cara que ríe

Por los niños de la escuela, por el futuro

Por este paraíso obligatorio

Por los intelectuales encarcelados

Por los niños afganos

Por todas estas causas, no hay dos iguales

Por todos estos eslóganes vacíos

Por las casas de adobe en ruinas

Por un sentimiento de paz

Por el sol después de las largas noches

Por la medicación para la depresión y el insomnio

Por los hombres, la patria, la prosperidad

Por la niña que deseaba ser un niño

Para las mujeres, la vida, la libertad

Por la libertad

Por la libertad

Por la libertad

Concentraciones de protesta ante la embajada de Irán en Madrid el pasado 6 de octubre de 2022

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