No hace ni un mes que se conoció la noticia y el pueblo ya se ha organizado para dar la batalla contra la aberración que supone instalar el macrovertedero privado más grande del país en un paraje de la dehesa extremeña. La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre los vecinos y vecinas de Salvatierra de los Barros, un pequeño pueblo de la provincia de Badajoz dedicado a la ganadería y a la alfarería, pero lejos de achantarse decidieron plantar cara.
Las asambleas y caceroladas en la localidad más afectada por este proyecto, pronto se han expandido por toda la comarca. Almendral, Jerez de los Caballeros, Zafra, Valle de Santa Ana, La Parra, La Morera, Salvaleón, La Lapa, Feria, Villalba de los Barros, Solana de los Barros, Corte Peleas, Burguillos del Cerro, Torre de Miguel Sesmero o Santa Marta de los Barros anunciaban su oposición a la instalación del macrovertedero.
El pueblo extremeño reaccionaba al unisono contra este proyecto que va en la senda de saqueo y expolio al que está sometida esta tierra. Para calentar motores y hacer frente a las mentiras y la desinformación, se celebró el viernes en Salvatierra un gran acto público que tuvo mucha asistencia en donde se explico las consecuencias que tiene sobre la población andaluza de Nerva, el macrovertedero que llevan más de 25 años soportando.
Y el pueblo se echó a la calle
El sábado estaba convocada la primera manifestación para mostrar la oposición al proyecto. Pese a que el día no acompañaba y un vendaval de agua y viento sacudía varias zonas de la región, los voluntarios y las voluntarias del pueblo se afanaban en organizarlo todo. Se esperaba la afluencia de personas de toda la región y así fue.
Una hora antes de empezar la manifestación, ya era complicado encontrar aparcamiento, obligando a los últimos que llegaron a dejar sus vehículos a las afueras del pueblo. La protesta multitudinaria recorría las calles de la localidad con pancartas, banderas de Extremadura y al grito de “Este proyecto lo vamos a parar” o “La tierra no se vende, la tierra se defiende”. Cientos de extremeños y extremeñas habían respondido a la convocatoria para mostrar su oposición al vertedero, pero también para reclamar al derecho a vivir con dignidad en su región.
La plaza del pueblo fue el lugar elegido para terminar la manifestación y se quedo chica, para las cientos de personas que se agolpaban esperando la lectura del manifiesto pese al amago de lluvia. El himno de Extremadura sonó varias veces como muestra de que luchar contra el macrovertedero es defender los intereses de la región. La plataforma convocante muy satisfecha por la respuesta del pueblo, dio por finalizada la protesta y convocaron la siguiente manifestación para el viernes 28 de octubre frente a la Asamblea de Extremadura.