Ocho colonos han muerto y otros han resultado heridos después de que un hombre armado abriera fuego en el asentamiento ilegal israelí de Nabi Yacov, construido en tierras pertenecientes a la aldea palestina de Beit Hanina, en la zona de Jerusalén.

La policía israelí abatió a un joven palestino al que acusó de ser el autor del tiroteo antes de cerrar el asentamiento y la calle que conduce a Beit Hanina.

Fuentes médicas israelíes declararon también que diez personas resultaron heridas en el tiroteo de Jerusalén.

Esta operación se produce un día después de que una incursión militar israelí atacara la ciudad de Jenín y su campo de refugiados adyacente, en el norte de Cisjordania, matando a nueve palestinos e hiriendo a otros veinte.

El periódico israelí Yedioth Arenoth afirmó que el atacante es residente en el campo de refugiados de Shuafat, en Jerusalén Oriental, y que es miembro de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, brazo armado del movimiento Al Fatah.

Shuafat ha estado sometida a un intenso asedio israelí y a frecuentes redadas en los últimos días, siendo Salah Ali, de 17 años, la última víctima asesinada por Israel el miércoles.

Más de 30 palestinos han sido asesinados desde el comienzo de este año, mientras que 2022 ha sido descrito por las Naciones Unidas como el año más sangriento en Cisjordania en décadas.

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