El pasado 24 de febrero desde el PCE de Almería celebramos el evento «Temporeros en Almería» en nuestra sede provincial. Con las brasas aún calientes del desalojo forzoso e irregular del asentamiento del Walili (municipio de Níjar, Almería), nos propusimos dar un paso (político) adelante y situar en un mismo debate a diversos actores y protagonistas de este conflicto. Los objetivos eran tres: tratar de arrojar luz sobre las circunstancias de estos trabajadores del campo almeriense, en su gran mayoría doblemente explotados por su condición extranjera, comprender sus reivindicaciones y las soluciones propuestas y, por último, explorar posibles frentes para que las fuerzas de izquierda locales y las organizaciones asistenciales nos podamos coordinar y colaborar en lo posible.

Bajo estas tres premisas se convocó a Eva Villanueva, candidata a la alcaldía de Níjar por IU; a José García, portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT/SOC) en Almería y a Rafael Sánchez, coordinador del equipo de Almería Acoge en Níjar. De esta forma, tendríamos cubiertos los frentes político, sindical y asistencial, respectivamente. Al esclarecedor debate le siguió una intensa ronda intervenciones, intercambios y preguntas a los invitados, que aportó tanto o más como la propia mesa redonda inicial. Hemos subido el acto al completo, de algo más de una hora, a YouTube:

Precedimos el debate del visionado de Paula, cortometraje de Fernando Iglesias y producido por El Deseo.

Es complejo sintetizar todo lo que se discutió y aportó, por lo que recomendamos el visionado, pero aún así trataré de enumerar algunas ideas principales:

  • El Walili, asentamiento de chabolas, fue un desalojo motivado en gran parte por la mala imagen que daba, ya que estaba situado en una zona de paso muy transitada por el turismo del parque natural de Cabo de Gata y alrededores, y a consecuencia la presión de diversos sectores de la patronal local, a cuyos intereses a menudo se pliegan administraciones y fuerzas del orden.
  • El problema principal es la vivienda y los asentamientos son su consecuencia. El campo almeriense sigue ampliando sus hectáreas de cultivo pero sin dar una solución habitacional a los trabajadores que contrata, por lo que los asentamientos de infraviviendas continúan creciendo en cantidad y extensión.
  • A esto se suma una ley de extranjería hostil al propio trabajador que es contratado, en su inmensa mayoría extranjero y sin papeles. No hay voluntad política de mejorar la vida del inmigrante, entre otros motivos por carecer éste del derecho a voto. El empresario no contribuye al bienestar tampoco, aún teniendo propiedades y espacio donde acogerlos.
  • A nivel local tampoco se están otorgando empadronamientos, y prácticamente se extorsiona para que se paguen cantidades de hasta 1000 euros por uno. Esta es una de las luchas principales de las ONGs implicadas.
  • El ayuntamiento (del PSOE) delega en ONGs (como Almería Acoge) funciones asistenciales que debería estar ejerciendo él mismo. Estas organizaciones se ven desbordadas, especialmente tras la reciente cancelación y corte de financiación de programas, por ejemplo de carácter formativo.
  • A su vez, representantes de las administraciones que nunca han pisado el campo de Níjar financian y encargan a organizaciones como Almería Acoge proyectos alejados de la realidad y que les restan tiempo y esfuerzo para centrarse en lo importante.
  • No todo depende de Níjar o siquiera Almería. Por ejemplo, la inspección de trabajo, de carácter estatal, se ha de recrudecer, y hemos de tener mucho más control de fondos así como normativa de origen europeo.
  • La lucha colectiva ha dado y sigue dando sus frutos. En el caso del Walili, ha dificultado y retrasado el desalojo, le han dado visibilidad nacional y presionado hasta conseguir conquistas laborales en algunos casos. También el desde gobierno central se ha mejorado las condiciones, a consecuencia de la reforma laboral impulsada por el ministerio de Yolanda Díaz.
  • No podemos pasar por alto la necesidad de concienciación de las poblaciones autóctonas, así como de los pequeños propietarios/empresarios, que muchas veces se echan a los brazos de la ultraderecha o critican la poca asistencia que puedan recibir los temporeros. También debemos prestar atención a los grupos de trabajadores, puesto que surgen y se ahondan diferencias ficticias, como puede ser entre agricultores o envasadores. La lucha conjunta y solidaria ha de ser el camino y nuestra tarea es mostrarlo.
  • Se formó la iniciativa Derecho a Techo como respuesta a este desalojo, pero perdura más allá del mismo. En ella están diversos colectivos, entre ellos el SAT, y el PCE ha solicitado su ingreso.
  • Autocrítica de la izquierda presente, en mi opinión en ocasiones no muy fundada, y compromiso a involucrarse de manera más activa y coordinada.
  • IU Níjar se compromete a tener como prioridad el conflicto con los temporeros y a ejercer como vehículo de sus reivindicaciones.
  • Cabe destacar el valioso testimonio de otros compañeros de IU, como Alexis Pineda, ex-concejal de IU en el municipio, que respondió con hechos a algunas interpelaciones y resaltó la voluntad y las acciones de IU cuando tuvo representación. Adama Sangare, nacido en Costa de Marfil, en pasadas listas electorales de IU y ahora en la Fundación Cepaim y dio un certero y desgarrador testimonio en representación de los temporeros de origen africano.
  • Lamentablemente no pudimos contar con la presencia de Mujeres en Zona de Conflicto debido a otro compromiso que tenían y nos falló una perspectiva netamente femenina. Tenemos previstos actos futuros centrados en este aspecto.

He de concluir este artículo agradeciendo el trabajo de las demás camaradas del núcleo Vanesa Segura y también a la UJCE local, cuya ayuda fue decisiva en la cartelería y para poder grabar y editar el presente vídeo.

Informático, webmaster de Mundo Obrero, responsable del área ideológica del núcleo del PCE Vanesa Segura, Almería ciudad.