En un contexto en que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, endurece su postura en las negociaciones pocos días después de la reanudación de las conversaciones para lograr un acuerdo de alto el fuego y intercambio humanitario, se produce este ataque a la libertad de prensa señalando que este medio es «una amenaza para la seguridad nacional. Ha pasado demasiado tiempo y demasiados obstáculos legales innecesarios para que finalmente podamos detener la aceitada máquina de incitación de Al Jazeera, que daña la seguridad del país».

Estas son las palabras del ministro de comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, recogidas en una nota de la Federación de Sindicatos de Periodistas

El ministro entiende la libertad de prensa como una incitación contra el Estado de Israel y un daño a su seguridad y la de los soldados y combatientes de sus Fuerzas de Defensa, de ahí la prohibición de trasmisión y la confiscación de su equipo. De ahí que la medida tomada por el gabinete israelí con voto unánime “dispone el cierre de sus oficinas y la confiscación de equipos de transmisión, de edición y enrutamiento, cámaras, micrófonos, servidores y computadoras portátiles, así como todo lo relacionado con la transmisión inalámbrica y algunos teléfonos móviles. Además, se realizará el corte del canal de las compañías de cableoperadoras y el bloqueo de sus sitios web”, informa la nota de la FeSP.