¿Qué resumen se puede hacer de estos cuatro últimos años?
«Creo que muy positivo, difíciles. Se ha consolidado la vinculación de CC OO a los intereses de los trabajadores y la autonomía sindical. Hemos tenido conflictos y acuerdos. Acuerdos que han mejorado los derechos de los trabajadores, por ejemplo, en materia de Seguridad Social, salud laboral o negociación colectiva; costó muchos meses de negociación evitar los recortes pretendidos por el PP. También, situación de movilizaciones, sobre todo la huelga general del 20-J, con éxito de movilización y sus efectos inmediatos con la retirada del ‘decretazo’. También hemos estado ahí en contra de la guerra en Iraq, por lo sucedido en Galicia con el Prestige, contra la ley de educación del PP».

¿Cómo se ha traducido esa línea sindical en cuanto a afiliación y representación sindical?
«CC OO ha crecido mucho en dos campos de trabajo. Uno, en la afiliación: acabamos el VII Congreso con unos 770.000 afiliados; hoy, tenemos un millón. Y esto ha sido así porque hemos estado peleando por los derechos de los trabajadores día a día. Segundo, en la representación sindical dentro de las empresas somos la primera fuerza sindical, con gran diferencia sobre el segundo sindicato. Sacamos 6.400 delegados al segundo sindicato; tenemos cerca de 110.000 delegados sindicales. Eso indica que CC OO es la primera organización social de nuestro país».

¿Qué novedades vais a llevar al VIII Congreso?
«Nuestra ponencia es un programa de acción muy concreto de lo que queremos hacer y a lo que nos comprometemos. Y este programa tiene un mecanismo evaluable transcurridos los cuatro años hasta el siguiente Congreso. Queremos reforzar el papel del sindicato en la empresa, la participación de los trabajadores en la organización del trabajo y amoldarnos a las nuevas realidades laborales. Queremos dar más protagonismo a nuestra afiliación en las decisiones para que se sienta cómplice de todo lo que nuestra organización va haciendo».

¿Se va a reforzar el trabajo sindical con otras organizaciones europeas?
«Sí y así figura en nuestra ponencia. El sindicalismo del sur de Europa está en dicha línea y la de reforzar la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Tenemos unos retos en Europa importantes; por ejemplo, la Constitución europea, la necesidad de que el empleo sea un parámetro fundamental de la construcción europea, romper con las desigualdades socio-laborales entre los miembros de la Unión Europea. En los próximos cuatro años será imprescindible la búsqueda de mecanismos unitarios entre los trabajadores de toda Europa en pro de un proyecto sindical único en Europa que responda a la estrategia de las multinacionales, al dumping laboral, a las deslocalizaciones… Y que no sólo es un fenómeno europea, sino mundial».

¿Qué opinión tenéis del proyecto de Constitución europea?
«A través de la CES hemos hecho muchas aportaciones a este proyecto y hemos conseguido algunos logros. No obstante, tenemos que seguir insistiendo».

La negociación colectiva estaba en el alero antes de las elecciones. ¿Y ahora?
«Si hubiera ganado el PP en las últimas elecciones generales, sí peligraba el convenio colectivo como fuente normativa. Creo que con el PSOE esto no debería correr peligro, porque es una herramienta de trabajo fundamental».

¿Qué puede cambiar con el Gobierno presidido por Zapatero?
«Un gobierno socialista, progresista y de izquierdas deberá ahondar más en el diálogo que en las divergencias. Se abre un proceso esperanzador de cambio»