Hubo dos aspectos primarios que a nuestro juicio diferencian esta elección de la anterior que debemos subrayar. En primer lugar la alta concurrencia a las urnas. Un 60% para los norteamericanos es un porcentaje muy alto y no se repetía desde los años 60 cuando fuera electo John F. Kennedy. La apuesta de Kerry a contar con la presencia masiva del voto joven fracasó, más allá de que como era de prever contó con la enorme mayoría del voto de los latinos y los afroamericanos.

En segundo lugar, a diferencia de la elección anterior, Bush Jr. ganó por una clara mayoría, sin necesidad de apelar a ningún operativo fraudulento.

En tercer lugar, sin olvidar las tropelías internacionales tanto de administraciones republicanas como demócratas – tendencias de un mismo «Partido del establishment» – no era para los pueblos del mundo en absoluto indiferente que en esta elección triunfara Kerry o Bush; comenzando por Irán, Siria, Cuba, Venezuela o la zona de la triple frontera.

El miedo triunfó sobre lo evidente

Entonces cabe preguntarse después de la infame agresión a Irak y las imágenes del tratamiento a los prisioneros pisoteando los más elementales derechos humanos, que recorrieron y sacudieron las conciencias del mundo (más allá de que para nosotros los latinoamericanos no era ninguna novedad): ¿qué pasó por la cabeza de los ciudadanos estadounidenses cuando votaron el 2 de noviembre?.

Como analiza muy bien Michael Moore en su película «Farenheit 9/11», el actual gobierno logró imponer la sensación de incertidumbre constante en la población, como un componente importante de una política general (externa e interna) de terrorismo de Estado.

Sólo así puede explicarse el grado potenciado del «síndrome de autismo político adquirido» del estadounidense medio; que supera con creces aquel autismo tradicional de la indiferencia ante la política exterior de su gobierno y sus consecuencias, siempre que no afectara sus impuestos o el precio del combustible para su automóvil. Ahora el terror ante el terrorismo instalado les impide el mínimo análisis de su propia situación interna.

Veamos sino algunos datos.

En lo económico: la crisis estructural del sistema capitalista golpea ya a sus puertas en forma estentórea. El desempleo sigue subiendo fundamentalmente en la industria. En total se han perdido en el período Bush más de 1,5 millones de puestos de trabajo. Si le echamos una ojeada al presupuesto, vemos que del superávit que le dejara Bill Clinton estimado en 127.000 millones de dólares, el «Mago Bush Jr.» lo convirtió en 413.000 millones de dólares de déficit.

Luego de su fraudulenta elección en el año 2000, decíamos que en sus primeras medidas de gobierno adelantaba lo que sería toda su gestión en el período. Quitó impuestos a las ganancias de grandes empresas (principalmente las petroleras) que habían contribuido generosamente con 3.000 millones de dólares a su campaña y se lanzaría a una aventura de agresión por el petróleo y en beneficio del gran complejo militar industrial.

El tiempo nos dio la razón a breve plazo. Se lanzó la agresión a Irak que hasta ahora lleva un costo económico de unos 140.000 millones de dólares. Por lo que las ganancias fabulosas de las empresas armamentistas son a dos puntas: por facturación (hay misiles «inteligentes» que cuestan cada uno un millón de dólares) y por rebaja o exención de impuestos.

Esta reforma tributaria regresiva ha afectado principalmente a las capas medias. El 52% de los votantes de Bush reconocían que en estos últimos 3 años su situación económica había empeorado con el creciente desempleo, el caos en la prestación de los servicios de salud y de la seguridad social. Sin embargo…

En lo político: aceptaron pacíficamente la aprobación del «Acta patriótica», que cercena derechos civiles fundamentales, como el habeas corpus, permite escuchas telefónicas indiscriminadas y sin autorización judicial, el juzgamiento de civiles por militares y control de los materiales que se leen en las bibliotecas.

Se olvidaron del fraude del Estado de Florida por el cual Bush llegó a la Presidencia, de las mentiras de la existencia de armas de destrucción masiva en poder de Saddam Hussein, excusa para la invasión.

Lo que se nos viene

Un mediocre con poder es peligroso. Si ese poder es el de la principal potencia mundial y ese mediocre es ungido y su política guerrerista legitimada por una mayoría indiscutible es aún peor. ¿Qué puede esperar el pueblo palestino y el proceso de paz Medio Oriente? ¿Cuál será el próximo objetivo, integrante según él del «eje del mal»?. ¿Cuál será la actitud de la ONU? En estos días ya las primeras informaciones sobre cambios en el gabinete hacen prever un endurecimiento de su política exterior.

La alternativa para los pueblos de nuestro continente (América Latina) que están pronunciándose inequívocamente en sus luchas sociales cotidianas y en las urnas por los cambios antineoliberales es clara: transitar firmemente y sin pausas por el camino de la integración de pueblos y gobiernos (tanto en el continente, como en la forja de la alianza SUR – SUR con China, India y Sudáfrica) que nos permita enfrentar unidos los designios hegemónicos del imperialismo en todas sus vertientes, como por ejemplo el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de América, promovido por Estados Unidos en defensa de sus propios intereses), las políticas proteccionistas y de intercambio desigual en la OMC (Organización Mundial del Comercio), el Plan Puebla – Panamá, el Plan Patriota.

O también el Plan Colombia (reafirmado por el presidente norteamericano ante el presidente colombiano, Alvaro Uribe, el pasado 22 de noviembre, y que se basa en la ayuda militar y económica de Estados Unidos a Colombia para luchar contra la ‘guerrilla’ y el ‘narcotráfico’ y que hasta ahora, en sus cuatro años de vigencia, ha desembolsado 3.300 millones de dólares) o el asalto de nuestra biodiversidad por parte de los conglomerados transnacionales, que anhelan obtener de los acuerdos en la Organización Mundial del Comercio el derecho a patentes sobre los organismos vivos ya que América Latina es un laboratorio amplísimo y aún por descubrir en muchos de sus aspectos referidos a la vida animal y vegetal.

* Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Uruguay