Los premios Goya, como siempre, han supuesto un pequeño acontecimiento social y un espectáculo de cierto interés. Se han repartido siguiendo los criterios del jurado, que son, casi siempre, respetables. Lo insólito es que los presentadores fueran caras conocidas de la televisión, ¿por qué? Los mass media tienen que hacer de embajadores del séptimo arte.
Otro espectáculo de primera categoría ha sido este mes el Parlamento con la presencia del Plan Ibarrtxe: el Lehendakari vasco lo presentó, desde mi punto de vista, con acierto y dignidad. Lo insólito es que se dé por hecho que la autodeterminación dividiría al pueblo vasco cuando se dice constantemente que el pueblo vasco está ya dividido.
El mismo tema: se dice que la democracia ha dicho no al Plan Ibarretxe. Lo insólito es que la democracia haya dicho no a la propia democracia: el resultado de la votación del Parlamento vasco y la voluntad del pueblo a su autodeterminación.
Entra en vigor del Protocolo de Kioto. Lo insólito es que no tengan que cumplirlo aquellas empresas con capacidad económica para pagar por cada tonelada que exceda el cupo permitido y que estas mismas empresas -siempre las más ricas-, compren los derechos de emisión a los países que no emiten dióxido de carbono porque carecen de industria.
En el programa de la noche del miércoles 17 en la 2 el presentador, un tal Fuentes -he olvidado su nombre, ha debido de ser un lapsus freudiano-, hizo chistecitos sobre el Protocolo de Kioto y el cambio climático, en televisión se ve de todo y abundan los programas sin calidad. Lo insólito es que alguien con sentido común pueda decir que esto es lo mismo que cuando a los niños se les amenaza con el coco, y que si sube la mar Madrid podrá tener playa… entre otras cosas…
Los sindicatos han apoyado el Si a la Constitución Europea en nombre de una Europa grande frente a una economía de la globalización. Lo insólito es que los sindicatos no sepan leer, o que si saben, no se hayan molestado en hacer una lectura ecuánime y bien intencionada.
Tal y como era de esperar, prever, asegurar y dar por hecho, dado que es mentira lo de las votaciones libres, la Constitución Europea ha salido adelante, porque una mentira infinitamente repetida tiene más fuerza que una verdad silenciada por el poder. Lo insólito es que se haya dicho amén a la legitimación de lo ilegítimo: la explotación de los trabajadores por el capitalismo salvaje, el asesinato de inocentes en guerras preventivas, la legalización solapada de la pena de muerte, la supremacía a ultranza de los estados sobre los pueblos, y que la izquierda no llore su descalificación y los demócratas no se den cuenta de que este Tratado de la Unión política europea invalida a la democracia parlamentaria.