Las 35 empresas que cotizan en el IBEX incrementaron sus beneficios durante los tres primeros trimestres del 2.006 en un 33,6%, alcanzando los 29.844 millones de euros.

El salario real (descontada la inflación) percibido por un trabajador en España sufrió en el tercer trimestre de 2.006 su octavo descenso interanual consecutivo.

En el año 1.999, los beneficios del capital representaban el 39,7% del PIB, es decir, ha aumentado casi tres puntos en menos de una década.

En el año 2.004, antes de la llegada de Zapatero al poder, la remuneración de los asalariados suponía el 47,71% del total de la riqueza generada en España durante un año. Dos años más tarde, esa cifra bajó hasta el 46,12%.

Mientras tanto, el excedente bruto de explotación, traducido como los beneficios del capital, ha aumentado del 41,78% al 42,25%.

La media del gasto social con respecto al PIB, en los 15 países que formaban la UE antes de su última ampliación hacia el este, es del 30% mientras que en España apenas alcanza el 21,2%.

La pobreza y la exclusión social afectan a cerca de 10 millones de personas. Continuamos a la cabeza de Europa en precariedad laboral, con un tercio de contratos en vigor temporales, y contamos con el mayor índice de siniestralidad laboral de la UE.

Los trabajadores en España tardan casi tres años más en jubilarse que sus compañeros del resto de la UE ( 63,7 años frente a 61 ), sin embargo, según el INE, la mayor tasa de pobreza relativa se produce en los hogares formados por personas mayores de 65 años, alcanzando el 47, 3%.

Un año después de la reforma laboral acordada con los sindicatos y la patronal, lo que ha mejorado en este país son las subvenciones recibidas por los empresarios, a cargo de los fondos del INEM. Los datos de la EPA referentes al último trimestre de 2.006 reflejaban un aumento de cinco centésimas de la temporalidad, situándose esta en el 33,82%. En cuanto a las bonificaciones por la conversión de contratos temporales en indefinidos, para el año 2.007 estaba previsto destinar alrededor de 3.000 millones de euros al respecto, salidos en su inmensa mayoría de las cotizaciones de los trabajadores, puesto que el estado apenas destina cantidad alguna a esta materia. Esto origina que el INEM acumule un déficit de 1.876 millones de euros en el período 2.005/2.007, pese al crecimiento económico y la tasa de paro más reducida de los últimos 20 años. Cabe destacar que las cotizaciones de los empresarios han sido reducidas en medio punto, y las de las Ett,s en uno. Un análisis rápido permite afirmar que esta reforma transfiere recursos públicos a los bolsillos de los empresarios. Los beneficios para los trabajadores derivados de esto, aún resultan invisibles.