Reina una gran preocupación en CC.OO. y U.G.T por la especulación que de la crisis (apellidada ahora «internacional financiera») puedan hacer desaprensiv@s empresari@s. Y no les falta razón a los sindicatos a juzgar por determinados comportamientos y movimientos que se vienen observando en el ámbito nacional.
Baste como ejemplo palmario lo sucedido en la cooperativa vasca FAGOR, dedicada a la fabricación de electrodomésticos. En estos últimos días los medios de comunicación están dando noticias de las medidas adoptadas por sus directivos para sortear las dificultades económicas por las que atraviesa; recortar 150 puesto de trabajo, no pagar la extra de navidad
Con esas medidas lo que pretenden los directivos de FAGOR es sacar del armario la grave crisis en la que se encuentra sumida la cooperativa desde hace 8 años, motivada por causas exógenas y endógenas.
La primera de las causas, tiene su origen en las demoledoras campañas orquestadas desde la extrema derecha política del país con incesantes llamadas al boicot de los productos de FAGOR bajo la infundada acusación de colaborar con la banda asesina de ETA. Ello ha traído consigo una alarmante caída de las ventas sólo en el mercado nacional.
La segunda, y la más perniciosa, con la alocada carrera que los directivos de FAGOR han emprendido hacía la internacionalización de los mercados, que les ha llevado a una disparatada operación de inversiones en el extranjero como ha sido el caso de la compra de la empresa francesa fabricante de electrodomésticos BRANDT que ha supuesto un desembolso de más de 162 millones de euros. Consecuencia de esa compra es la disyuntiva en la que se encuentran de no saber que hacer con los 3.500 trabajadores que componen la plantilla de la empresa gala, corriéndose incesantes rumores del despido de muchos de ellos.
Las intenciones que han movido a los directivos de FAGOR en airear sus crisis van en la línea de desclandestinizar la crisis que la mantenían con un sepulcral arcano (¿alguien la conocía pese a los muchos despidos que se ha cobrado?) para acogerse a las ayudas que los gobiernos vasco y central concederán a las empresas en crisis para que sus economías puedan remontar el vuelo.
Esa hipótesis se encuentra sustentada por el hecho que después de muchos años de ocultación de la verdadera situación financiera en la que se encuentra como consecuencia de su particular crisis, que le ha supuesto a sus familiares más directos (las cooperativas que pertenecen al Grupo MONDRAGON) destinar ingentes recursos propios para taponar la hemorragia de pérdidas que año tras año viene padeciendo FAGOR, ahora, una vez que se conoce las intenciones del gobierno de Vitoria y de Madrid, la anuncian.
Así lo han hecho a través de su Oficina de Prensa con un comunicado distribuido entra las agencias de noticias siendo publicado por más de una veintena de medios de comunicación de todo el país.
¿Llevan razón los dirigentes de CC.OO. y U.G.T. al expresar esa gran preocupación y de hacer llamadas a la sensatez y a la cordura de las autoridades implicadas para impedir que alguien saque tajada de la crisis? ¿Qué van hacer los diferentes ejecutivos de la nación ante casos como el expuesto anteriormente? ¿Consentirán que seamos los contribuyentes los pagaches de las maniobras especulativas y alocadas aventuras emprendidas por desaprensivos/as y por los aventajados alumnos y fervientes aduladores de las tesis del capitalismo lucrativo, parasitario y especulativo?
*Trabajador de FAGOR/EDESA en Sevilla