Las consecuencias de las prioridades neoliberales de la UE han tenido un fuerte impacto sobre las mujeres en Europa, tanto para las ciudadanas como para las emigrantes.

Nosotras somos las primeras que de forma involuntaria hemos preparado el terreno de la desregulación y de la transición a un mercado de trabajo flexible. La mayor parte de las personas desempleadas, pobres y excluidas de la sociedad y sin coberturas somos mujeres.

El estado del bienestar ha sido desmantelado, incluyendo aquellos servicios que apoyan a las mujeres a la hora de incorporarse al mercado de trabajo, impidiendo a hombres y mujeres el poder conciliar su vida familiar y laboral. Algunos ejemplos son las guarderías, escuelas infantiles, y centros para las personas mayores y discapacitadas. Europa debe establecer políticas que paralicen la discriminación y segregación de las mujeres, permitiendo su completa participación en la sociedad.

Estamos sufriendo la privatización de la reproducción humana. Como el trabajo reproductivo no se paga, esto sitúa a las mujeres mayores en un alto índice de pobreza.

Estamos contra cualquier tipo de discriminación por edad de las mujeres.

Las mujeres hacemos frente a un doble reto: por una parte el mercado de trabajo requiere que seamos flexibles y móviles, y por otra parte nos hacemos cargo de la reproducción.

Al mismo tiempo estamos sufriendo un ataque político e ideológico sobre los derechos conquistados por los movimientos de mujeres de todos los países europeos. El derecho de aborto, se cuestiona o revoca. Las leyes de la familia se invierten.

La situación empeora al calor de la actual crisis económica.

Las políticas europeas para la igualdad de género han sido suprimidas por las acciones neoliberales.

Todo tipo de discriminación contra las mujeres debe pararse con el fin de conseguir una Europa feminista. Regulaciones, directivas y programas de acción no son suficientes, especialmente si están orientados hacia los objetivos neoliberales.

Queremos igual participación y representación de mujeres en política y en todas las instituciones donde se toman decisiones, incluyendo el 50% de escaños en todas las instituciones europeas.

Queremos igualdad en el mercado de trabajo, los mismos derechos y oportunidades para hombres y mujeres.

A igual trabajo igual salario.
Queremos asimismo la posibilidad de combinar trabajo y vida familiar, con una reducción de las horas de trabajo y una red de servicios públicos para el cuidado de las niñas y niños y de las personas mayores y enfermas.

Pedimos que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres estén garantizados.

Estamos a favor de las múltiples formas de elegir el tipo de vida, incluyendo el de pareja.

La institución del matrimonio tradicional no debe ser la única.

Estamos a favor de una ley europea de libre interrupción del embarazo dentro de las 16 primeras semanas (Ley de plazos europea).

Exigimos una ley europea contra la violencia de género. Ley integral que alcance a todas las mujeres, independientemente de su status de residencia, de libre acceso a los servicios públicos de salud, especialmente a los ginecológicos, así como a cualquier otro servicio.

Exigimos leyes y medidas que persigan el tráfico de mujeres y menores.

Condenamos la imagen sexista y xenófoba que los medios hacen de las mujeres emigrantes ya que promueve la violencia hacia ellas.

Una ley contra la violencia de género debe contemplar medidas integrales y coordinadas, que garanticen la asistencia a las mujeres en todos los ámbitos, prevención, salud, educación, empleo, vivienda y asistencia jurídica y social.

La Europa que queremos no debe aceptar la jerarquía y explotación de género.

La Europa que queremos tiene que basarse en la igualdad, tanto política como cultural, económica y social.

Intervención de E.P. en el plenario, en representación de la Red de Mujeres Europeas EL_FEM

Buenos días.
Hablo en representación de las mujeres feministas de diferentes partidos y países en Europa que pertenecemos a la red de EL_FEM. Ayer tuvimos un largo y productivo encuentro para preparar nuestras enmiendas al documento de la plataforma electoral del PIE. Trabajamos duro y hemos volcado nuestras contribuciones en un documento «Por una Europa feminista».

Pensamos que tanto nuestra visión como nuestra estrategia feminista son necesarias en nuestra Izquierda Europea. Sin ellas existiría una enorme carencia en cuanto a contenidos en nuestros documentos, programas etc.

Las mujeres somos las primeras en padecer los cambios que las políticas neoliberales han traído a Europa. Se ha dicho que la pobreza tiene rostro de mujer y esta declaración se fundamenta en todos los datos existentes. El debilitamiento del Estado del Bienestar afecta a toda la población pero a las mujeres de una forma especial. La falta de servicios públicos ha demostrado tener un fuerte impacto sobre la calidad de vida de las mujeres.

Un mayor número de mujeres están desempleadas o tienen empleos precarizados. Son las primeras en ser expulsadas del mercado laboral. La diferencia salarial entre hombres y mujeres (supera el 15% y en algunos países llega a ser casi del 30%) supone un insulto hacia las mujeres.

Las mujeres no estamos representadas adecuadamente como ciudadanas y sujetos políticos y esto es una amenaza para cualquier sistema democrático. Por eso es tan importante continuar luchando por medidas que aseguren la paridad.

Por todas estas razones creemos que la izquierda debe defender:
– La igualdad de género en el mercado laboral
– Leyes contra la violencia de género en toda Europa que aborde la desigualdad en todos los ámbitos de la vida. Estas leyes deberán incluir a todas las mujeres -no dejando fuera a las inmigrantes-.
– «Los derechos sexuales y reproductivos; el derecho al aborto.
– Una Europa laica. Nos preocupan los fundamentalismos religiosos que pueden socavar los derechos de las mujeres.
– Participación y representación en igualdad para las mujeres en la política y en todas las instituciones donde se toman decisiones. Esto incluye también a nuestros partidos. Debemos ser conscientes de que no siempre se sigue este principio.
Como mujeres feministas y de izquierda estamos luchando por estos derechos básicos y seguiremos haciéndolo en el futuro.
Gracias

Berlín 29 de noviembre de 2008