La progresión de los conservadores en las elecciones europeas ha sido clara y manifiesta, lo cual se está aprovechando para justificar que sus políticas han sido en los diferentes países sancionadas en forma positiva por los y las votantes. Otro dato fundamental a tener en cuenta es la fuerte abstención, que demuestra, entre otras cosas, que esa Europa de los mercaderes y del dinero no la respeta ni resulta atractiva ni para la ciudadanía en general ni para los y las trabajadoras. No la ven como algo propio y que merezca la pena.

Lo primero que han hecho los y las triunfadores es poner encima de la mesa el Tratado de Lisboa, para que Irlanda lo vuelva a votar, esta vez además añadiendo el impedimento de que la UE critique la postura irlandesa frente al aborto, considerándolo como un ataque a la vida, por lo que este tema se volverá intocable con lo que supone para las mujeres de este país y el derecho a su propio cuerpo. Luego vendrán las 65 horas, el refuerzo de la Directiva Bolkestein, y sino al tiempo…

Es interesante no obstante hacer un mínimo análisis del conjunto de los resultados, ya que no son lineales ni mucho menos. La derecha se amplía hasta los dos tercios del Parlamento Europeo, sin embargo es interesante observar que por ejemplo en Grecia, Nueva Democracia (ND), el partido de la derecha en el poder, ha perdido en gran medida en favor de la oposición del PASOK socialista y de la extrema derecha. ND ha pasado del 43,06% de votos en las elecciones europeas de 2004 al 32,33%. En las elecciones generales de 2007 había obtenido el 41,8% de votos.
En otros países sigue la derecha a la cabeza, pero es cierto que han sufrido un revés. En Alemania, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la Canciller Ángela Merkel y su aliado bávaro de la CSU perdieron cerca de 7 puntos respecto a 2004. No es la izquierda quien se beneficia, desgraciadamente, sino sobre todo el Partido Liberal (FDP) que pasó de 6,1% a 11%.

En Austria, los conservadores del ÖDP bajan 3 puntos sin que los socialdemócratas se beneficien y ni mucho menos la izquierda, que sigue siendo testimonial. Son los populistas (lista Martin) o la extrema derecha (FPÖ y BZÖ) quienes avanzan.

En Italia, Silvio Berlusconi no repite el resultado que le llevó por tercera vez al poder en abril de 2008. Su partido perdió tres puntos en relación con las elecciones legislativas.

Quien se aprovecha es su aliado de la extrema derecha, la Liga del Norte, que obtiene 2 puntos más. En Suecia, el Primer Ministro conservador Frederik Reinfeldt y su partido pierden 7 puntos respecto a las parlamentarias de 2006 y queda detrás de los socialdemócratas.

En todos estos casos, parte del electorado se aleja de la derecha en el gobierno en beneficio de la abstención o de fuerzas centristas como la UDC italiana o el alemán FDP y en algunos casos, la extrema derecha avanza. La izquierda es la que en general no se aprovecha de estas pérdidas.

En los países con una orientación socialista, los conservadores progresan, sin duda. Pero el progreso es frágil. En el Reino Unido, los conservadores sólo aumentaron un 1, 9% sobre 2004, mientras que las fuerzas nacionalistas han subido. En España, el Partido Popular adelanta al socialista. Sin embargo, la progresión en comparación con 2004 es de sólo 1%. En Portugal, sin embargo, la derecha de la DSP registra una victoria ante los socialistas de Sócrates.

En lo que se refiere a la izquierda, en España la pequeña bajada de votos de IU y haber mantenido los dos eurodiputados, consiguiendo superar las encuestas de inicio de campaña que ninguna nos daba el 2º diputado (incluso la del CIS nos daba 3,1 y un solo diputado) han supuesto un alivio que nos permite encarar el futuro no con optimismo, pero sí desde una cierta tranquilidad, que nos permita desarrollar las políticas de la Asamblea federal.

En relación al resto de Europa, el Grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE) ha obtenido resultados muy desiguales. El Bloque de Izquierdas y el Partido Comunista de Portugal, obtienen entre los dos un 21%, el frente de Izquierda de Francia un 6,7% y en Grecia entre la coalición Siryza y el Partido comunista griego alcanzan más del 12%. La Izquierda Alemana (Die Linke) con un 7,1%, AKEL en Chipre, con un glorioso 35% y los resultados algo a la baja en Chequia y un mantenimiento en Dinamarca u Holanda se pueden considerar ampliamente positivos, ya que mantienen junto con España la posibilidad de un GUE con una influencia potencial aceptable.

La parte más negativa es la desaparición de los diputados italianos. La ruptura del Partido de la Refundación Comunista, que provocó que se presentaran dos listas, la del PRC y la de Izquierda y Libertad (grupo formado por Niki Vendola, que encabezó la lista alternativa a Paolo Ferrero en el Congreso de Julio de 2008 del PRC) que han obtenido el 3,6 y un 3,1 respectivamente, no ha alcanzado ninguna el 4% que exigía la ley italiana para conseguir representación en el Parlamento Europeo, por lo que como decíamos se han quedado fuera. Entre los dos suman un 6,7%…

Y ahora lo que toca es tener un GUE bien organizado, que trabaje en la política y sobre todo que sea capaz de dar alternativas y movilizar en esta época de crisis, ya que es la única manera de poder parar golpes como los que nos a venir desde la UE, a la vez que establecemos una fuerte campaña para combatir el retroceso ideológico, cultural y de valores, que siempre fueron tan importantes en la vieja Europa, desde la época de la Polis griega.

* Miembro de la Ejecutiva del Partido de la Izquierda Europea(PIE)