Cuando salga este número de Mundo Obrero el actual Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dejará su puesto. Pasará a la historia como uno de los estafermos que más han contribuido a agravar la crisis en Europa con su ortodoxo recetario. ¿Quién lo sustituye? Mario Draghi, actual Gobernador del Banco de Italia, prócer que cuenta con una trayectoria impresionante. Veamos.

A principios de 2010 el gobierno socialdemócrata griego recién estrenado denunció la existencia de unos contratos financieros que permutaban deuda en dólares y yenes por deuda en euros en condiciones extremadamente perjudiciales para el país puesto que escondían intereses que habrán de pagarse entre 2012 y 2017. De este modo se ocultaba parte de la deuda griega lo que facilitaba el maquillaje de las cuentas del país; nada menos que en 5.300 millones de euros. Esta operación fue muñida en y gestionada en 2002 por Goldman Sachs, el banco de inversiones más importante de Wall Street y, por tanto, del mundo. Con posterioridad Grecia emitió más deuda por mediación de la propia Goldman Sachs, sin informar de la existencia de estos compromisos ocultos. Con estas operaciones, la compañía se ganó al menos 300 millones de dólares. ¿Quién era el Vicepresidente y Director Ejecutivo para Europa de Goldman Sachs en esa época? Mario Draghi.

En mayo de 1995 Italia hizo una emisión de deuda en yenes japoneses. Una año más tarde la cotización del yen cayó frente a la lira y el Tesoro italiano, en lugar de aprovechar para reducir la deuda, hizo otra permuta de divisas en condiciones desfavorables para Italia con lo que consiguió unos ingresos extra que ayudaron a maquillar el déficit y a que Italia entrara en el euro. ¿Quién era el Director del Tesoro italiano en aquel momento? Mario Draghi.

Cuando saltó el escándalo del maquillaje griego Merkel puso el grito en el cielo. Ya entonces se hablaba de Draghi para sustituir a Trichet por lo que hubo periodistas que dieron su candidatura por muerta antes de nacer. Pero ya se ha visto que no. Cuando este verano la canciller alemana quiso que se obligara a los bancos a renunciar a parte de la deuda griega, Draghi, ya designado futuro presidente del BCE, se opuso radicalmente. ¿La razón? La dio él mismo en el Parlamento europeo: la medida costaría 7.000 millones de euros a los bancos de inversión americanos que han vendido los seguros de impago, los famosos CDS.

El empecinamiento en que la banca no pierda de ninguna manera hunda cada vez más a la economía en el caos. La rígida ortodoxia germánica ya no funciona y la crisis entra en una nueva fase, la de los piratas. Sarkozy y Berlusconi, los padrinos de Draghi, se han envalentonado con lo de Libia. Tras de ellos, Goldman Sachs, JP Morgan, Morgan Stanley, … la flor y nata de la piratería financiera. Organizadores del fiasco de las hipotecas basura y rescatados por los pelos con el dinero público americano en 2008, surcan los mares con más vidas y mucho más malaje que Jack Sparrow. ¡Viva el mal, viva el capital! Esto sí que es una avería.