El pasado 16 de mayo 5 escaladores de Greenpeace desplegaron una pancarta de más de 200 metros a lo largo del famoso puente colgante de Cuenca, para mostrar así su rechazo a la instalación del ATC con un contundente NO al Cementerio Nuclear. Una resolución del Consejo de Ministros del 30 de diciembre de 2011 decidió que el emplazamiento del ATC sería en Villar de Cañas, Cuenca.
A esta protesta le precedió la marcha a pie que convocó la Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca el 6 de mayo. La marcha, que recorrió el término municipal de Villar de Cañas, fue convocada con la intención de informar a los vecinos acerca de los efectos negativos que tendrá para sus vidas la instalación del cementerio nuclear.
La aprobación de la instalación se hizo careciendo de una evaluación previa de riesgos. Además, se instala en un municipio con el apoyo del Ayuntamiento de la villa pero sin que hubiera ningún tipo de participación, y siquiera información, a los ciudadanos involucrados, que no solo son los de Villar de Cañas, sino también de los municipio aledaños. Tampoco compartimos el tan manido reclamo de la creación de puestos de trabajo, que también fue utilizado en proyectos monstruosos y lógicamente fracasados como el Aeropuerto de Ciudad Real o el Reino de Don Quijote; contrariamente, lo más probable es que ayude a destruir el ya maltrecho tejido económico y desde luego entierre cualquier posibilidad de potenciar el sector turístico.
El PCE y UJCE mantendrán su apoyo a las organizaciones que, conjuntamente a través de la Plataforma, o bien mediante iniciativas propias como hizo Greenpeace, sigan dando la batalla por una provincia y una región limpia de residuos nucleares.